Después de la Cabalgata de Reyes Magos del Ateneo de Máximo Pérez llegan los días de la verdad y de la realidad. Ya se acabaron las jornadas por la paz, la fraternidad, la magia y la ilusión y comienza la época del por aquí te quiero ver carnes mías porque hay que vivir de lleno el presente y el futuro inmediato. Tras la tradicional cena de reyes que preparó la Docta Casa, con pines incluidos con el símbolo de los socialistas en el rosco de nata que se sirvió de postre, se inicia a partir de ahora un frenético calendario político. El primer aldabonazo lo ha dado el alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, que le ha mandado una cartita, no de amor precisamente, a la presidenta de la Junta de Andalucía. El primer edil considera que para el progreso inmediato de la ciudad es fundamental el apoyo del Ejecutivo autonómico, ya que muchos de los proyectos que elevarían el nivel socioeconómico de Sevilla dependen de quien está gobernando en San Telmo. Así, pues, ¡Ay, Macarena! Porque este es el Año de la Esperanza. ¿Llegarán a entenderse Díaz y Zoido? Mientras tanto, el alcalde de Sevilla ha de arreglar el problema del censo, para no perder el título de gran capital y sus muchos beneficios, y, además, superar el resultado de ese estudio que ha realizado el Centro Andaluz de Prospectiva para la Fundación Antares y que deja a Zoido a los pies de los caballos del paso de Santa Catalina. En ese balance, más del 77 por ciento de los sevillanos dicen que la ciudad no ha evolucionado nada con el líder popular que ahora gobierna en el Ayuntamiento. !Toma del frasco, Carrasco!
Por otra parte, Juan Espadas, el portavoz del PSOE en la Casa Grande, que organiza la guerra por su cuenta, está aprovechando la más mínima debilidad de su rival para darle caña. Hasta las elecciones municipales de mayo 2015, la misión que realizará el socialista está muy clara. Tratará por todos los medios de deteriorar la imagen de Zoido por las cuatro esquinas de la ciudad. Cada día, Espadas dedica su tiempo libre y muerto en hacer ver que la culpa de todas las deficiencias que hay en la ciudad es del alcalde popular, dedicado, según el socialista, a venderle la burra a los sevillanos con un gran montaje mediático y fotográfico. “Er marketing” de toda la vida.
Por tanto, la labor de Espadas durante todo este largo año y pico será frenética. Ahora bien. Habría que preguntarse si el portavoz socialista ha logrado calar hondo en el colectivo sevillano. Esta es la cuestión, porque el político del PSOE está, como quien dice, entre la Espada y la pared. Mucho ha de cambiar para hacer vibrar a los votantes sevillanos. Y para ello tiene que empezar a trabajar con otro equipo de más talla y mucho más gancho.
También se meterá en este frenético “fregao” el grupo de IU en el Ayuntamiento hispalense, con la baja de Torrijos y la llegada de José Manuel García. El compromiso y la responsabilidad del nuevo portavoz --junto a la concejala Medrano--, es muy grande. Ambos tienen desde ahora la dura misión de revolucionar todo el tinglado municipal para que su grupo no se quede muy descolgado cuando se haga el recuento de las papeletas en las próximas elecciones municipales.
Aunque siempre están en la cresta de la ola los grandes partidos que luchan frenéticamente por el poder, también hay que contar con los grupos políticos que formaron parte de la histórica transición española y que participaron en la consolidación de estos tiempos de sana democracia. El Partido Andalucista –que llegó a tener cinco diputados en el Congreso de Madrid y a gobernar la ciudad con el alcalde Rojas Marcos--, se está moviendo, con humildad y sutileza, porque quiere participar de lleno en los proyectos que necesita la ciudad para su desarrollo. El PA ha movido ficha desde hace ya muchos meses y ha colocado a Pilar Távora, genio y figura de nuestro arte, en ese tablero del ajedrez municipal sevillano. El lío, por tanto, ya está formado. Solo hará falta saber quién hará el jaque mate.
FERNANDO GELAN
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