miércoles, 10 de octubre de 2018

Se presentó en el Ateneo la edición crítica de "La Dictadura Pedagógica", obra de Blas Infante

* Se presentó en el Ateneo de Sevilla el libro de Blas Infante "La Dictadura Pedagógica".
* La obra, editada por el Centro de Estudios Andaluces y la Fundación Blas Infante, cuestiona la Revolución Rusa y apuesta por la educación como motor de la historia

‘La Dictadura Pedagógica. Un proyecto de revolución cultural’ es una de las obras menos conocidas de Blas Infante, en la que sobrepasa el proyecto andalucista para adoptar un enfoque más universal. Publicada cuatro años después de la Revolución Bolchevique de 1917, Infante muestra inicialmente su desilusión por la deriva dictatorial del proyecto revolucionario. Entre ambos extremos, la dictadura proletaria y la dictadura burguesa, el Padre de la Patria Andaluza establece su propia utopía: la Dictadura Pedagógica. Un nuevo modelo de sociedad, en la que los políticos serán sustituidos por educadores, cuya función será la de modelar a la Humanidad para que camine hacia un mundo mejor.
Este es el tercer título de la colección Biblioteca Blas Infante, que reunirá sus obras completas, editada por el Centro de Estudios Andaluces y la Fundación Blas Infante. La presentación del libro tendrá lugar el próximo miércoles 10 de octubre a las 19:30 horas en el Ateneo de Sevilla. En el acto intervendrán Javier Delmás Infante, patrono del Centro de Estudios Andaluces y vicepresidente de la Fundación Blas Infante; Manuel Hijano del Río, profesor de la Universidad de Málaga y autor del estudio introductorio de la obra; Pura Sánchez, investigadora y autora del prólogo de la obra ; Alberto Máximo Pérez Calero, presidente del Ateneo de Sevilla y Juan Ortiz Villalba, responsable de la Sección de Geografía e Historia del Ateneo de Sevilla.
La edición cuenta, como en los números anteriores, con un estudio crítico y un prólogo que facilitan al lector una mejor comprensión de la obra, así como del contexto político y social en la que fue concebida. En este volumen, que reproduce el texto original infantiano de 1921, el estudio introductorio viene firmado por Manuel Hijano del Río, profesor titular de Teoría e Historia de la Educación de la Universidad de Málaga; mientras que el prólogo es obra de Pura Sánchez, investigadora, docente y miembro de la Fundación Blas Infante. Incluye, además, un amplio estudio sobre la obra firmado por el intelectual e impulsor del andalucismo político en la Transición, José María de los Santos, que vio la luz por vez primera hace casi 30 años en la edición de la Fundación Blas Infante de 1989.
La profesora Pura Sánchez define en el prólogo esta obra como “el texto de un pedagogo apasionado”, tanto por el empeño de Blas Infante por regenerar y cambiar un país y un pueblo, como por la confianza en “su proyecto” para llevar a cabo dicha transformación regeneradora. Un proyecto utópico de “revolución cultural” que no está basado en un territorio imaginario sino que se piensa desde Andalucía y parte de la conciencia y conocimiento de la realidad más cercana y concreta. Por eso, opina Sánchez que “no se trata de castillos construidos en el aire, ni del proyecto ilusorio de un iluminado” sino de una utopía perfectamente realizable. Y el propio Infante argumenta la necesidad de este proyecto:”Un pueblo no se improvisa. Es la estatua que más se tarda en modelar, la que más constancia y derroches de inspiración requiere”.

Una nueva educación para la Humanidad
En su estudio introductorio el profesor Hijano del Río propone diversas claves para entender esta obra en la que Blas Infante plantea su modelo de sociedad utópica por medio de lo que denomina “Dictadura Pedagógica”. El libro cuenta con una primera parte en la que realiza una crítica al modelo de revolución comunista implantado en la Unión Soviética y, a continuación, en la segunda parte, desarrolla el planteamiento de un nuevo modelo de sociedad andaluza tras la implantación de la revolución cultural. Este hilo argumental le lleva a una necesaria clarificación terminológica inicial, declarándose enemigo de la dictadura burguesa y planteando su desconfianza en el resultado de la dictadura del proletariado. Considera que su modelo, la Dictadura Pedagógica, no puede ser obra de una sola clase social ni de una acción política puramente administrativa. Esta sociedad ideal debe proceder de la Humanidad: “No somos sectarios. Ni proletarios, ni burgueses; simplemente, hombres”.

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