miércoles, 3 de septiembre de 2014

Los padres del niño británico Ashya King informan a Canal Sur en Sevilla que todo lo hizo para que su hijo no terminara hecho un vegetal

Brett King, el padre del niño británico Ashya King, que padece un tumor cerebral, ha dicho hoy en Sevilla, acompañado por su mujer y madre del niño, Naghmeh King, que todo lo que han hecho ha sido "por amor" a su hijo, y para que éste no terminara hecho un vegetal, según se recoge en los informativos CanalSur
Esta misma fuente indica que en el despacho de sus abogados en Sevilla, Brett ha hablado cinco minutos, en español y en inglés, sin admitir preguntas de los periodistas, para decir que "algo ha fallado en la justicia" de su país, por culpa de la cual su esposa y él han sido "tratados como criminales".
Sin ningún tono de rencor, Brett ha asegurado que los médicos británicos tampoco se han portado bien con ellos ya que les habían avisado en varias ocasiones de que se llevarían el niño a otra clínica para suministrarle un tratamiento menos agresivo.
Con la radioterapia que le aguardaba en el hospital británico del que lo sacaron, ha asegurado Brett, el niño hubiera quedado en estado vegetal, ya que le iban a suministrar el doble de la radioterapia que soportaría su joven cerebro.
Los Brett tienen en venta su casa de Casares (Málaga) para poder financiar el tratamiento del pequeño, del que su padre ha asegurado hoy que no será trasladado a la República Checa, para su ingreso en una clínica de ese país, hasta que consigan ese dinero.
Esas declaraciones las ha efectuado Brett en la calle, rodeado de periodistas y tras la breve conferencia de prensa celebrada en el despacho de su abogado, literalmente abarrotado de informadores españoles y británicos, 47 personas y once cámaras de televisión en una habitación de unos 17 metros cuadrados.
También informa Canal Sur en su página web que los padres han agradecido el apoyo recibido a la prensa y a los Gobiernos de España y Reino Unido y han insistido en que si rechazaron el tratamiento que se les ofreció en su país fue por el bien de su hijo, y que los médicos británicos les dijeron que si no seguían ese tratamiento les quitarían a su hijo.
En ese momento, ha admitido Brett, sintieron "mucho pánico", ya que, ha explicado, les quitarían a su hijo en el momento de su vida que más necesitaba de sus padres y del apoyo y la custodia familiar. Eso significaba, ha añadido el padre, que no podrían ver a su hijo, que pasaría a ser responsabilidad del Estado británico, mientras éste seguía en tratamiento médico.
"Por eso vinimos aquí a España para vender mi casa, que está en Casares, para pagar el tratamiento privado; ya que en Inglaterra ellos dijeron que no iban a pagar el tratamiento", ha añadido, al insistir en que la radioterapia "no es la respuesta" para un niño de cinco años.
El matrimonio Brett y Naghmeh King abandonaron anoche la prisión madrileña de Soto del Real, donde ingresaron ayer en situación de detención judicial tras ser arrestados el pasado sábado cuando se encontraban con su hijo en un hostal de Benajarafe (Málaga).

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