miércoles, 11 de octubre de 2017

Declaración de la Pontificia, Real e Ilustre Hermandad Matriz de Nuestra Señora del Rocío de Almonte, por la paz y la unidad de España

* La Pontificia, Real e Ilustre Hermandad Matriz de Nuestra Señora del Rocío de Almonte ha difundido el siguiente comunicado por la paz y la unidad de España:

El Rocío es fraternidad, comunión de hermanos que buscan con María del Rocío, la Virgen del Espíritu Santo, el camino para llegar a Cristo. Si algo caracteriza a nuestra devoción mariana es su fuerte implantación en todo el territorio nacional, en el que se contabilizan ciento diecinueve hermandades filiales y sesenta asociaciones rocieras, repartidas por toda España. Dos de estas filiales están establecidas en Cataluña, donde la presencia significativa de emigrantes andaluces configuró una hermandad en el año 1970 en Barcelona, y otra en Cornellá en el año 2012; así como, varias asociaciones rocieras (en Sabadell, Hospitalet de Llobregat, Mataró o la Comarca del Garraf). Un testimonio elocuente de la fuerza de la devoción rociera en tierras catalanas y una manifestación más de su indiscutible españolidad, donde desde hace más de cuarenta años se celebra una multitudinaria romería en su honor en el Bajo Llobregat.

Es por ello, que ante los gravísimos acontecimientos que está viviendo esta comunidad hermana, concluidos en el día de ayer con una declaración unilateral ambigua de independencia por el Presidente de la Generalitat, realizada contraviniendo nuestro orden constitucional y sus propias leyes autonómicas, desde esta Hermandad Matriz apelamos, una vez más, a la recuperación de la sensatez de sus dirigentes, y les invitamos a regresar con sus instituciones a la ley, como premisa indispensable para recomponer el marco de entendimiento conculcado y violentado. A parar esta deriva que está produciendo dolor, desgarro y una profunda división y fractura en la sociedad catalana, con evidentes signos de descomposición y de violencia, y que puede derivar en consecuencias difíciles de calibrar en estos momentos. Un llamamiento, en definitiva, a la paz y a la unidad de España, que son valores supremos que no se pueden poner en riesgo bajo ningún pretexto. Y una adhesión incondicional a las fuerzas de seguridad del estado, ultrajadas estos días, imprescindibles en una sociedad democrática avanzada para preservar la convivencia de sus ciudadanos.

Recordamos las palabras expresadas por nuestro Presidente en el año 2012, cuando nos sumamos a la iniciativa del Centro Unesco de Sevilla, en aquel acto de exaltación de la paz en la Sala Joaquín Turina, “El Rocío por la paz”, que hicimos con las cinco hermandades del Rocío de esta ciudad, y las hermandades de Gines y Castrense, destacando el valor de la concordia: “La paz ha sido, por medio de la fraternidad, el don que ha hecho posible también el crecimiento y la expansión de la devoción rociera en toda España, especialmente en los últimos 40 años, mientras crecía nuestra economía y nuestro desarrollo social y humano”. Y cabe subrayar el camino que nos ha señalado el Papa Francisco para alcanzar ese gran empeño, remarcando, entre otros, el respeto necesario a los pactos: “...Para conseguir la paz, se necesita valor, mucho más que para hacer la guerra. Se necesita valor para decir sí al encuentro y no al enfrentamiento; sí al diálogo y no a la violencia; sí al respeto de los pactos y no a las provocaciones; sí a la sinceridad y no a la doblez. Para todo esto se necesita valor, una gran fuerza de ánimo…”

Invocamos en esta hora de angustia para tantos catalanes y españoles, la intercesión de nuestra madre, la Santísima Virgen del Rocío, mediadora universal de todas las gracias, y la acción fecundadora del Espíritu Santo que le da título, para que los representantes institucionales de nuestro país acierten a reconducir de forma pacífica y ordenada este desafío al estado de derecho, y busquen y encuentren el camino de la normalización de la sociedad catalana, poniendo por encima de cualesquiera otras aspiraciones y pretensiones el interés general de todos los españoles, con sentido de la justicia, de la equidad y de la solidaridad. Y declaramos nuestro apoyo a todas las instituciones, a todos los ciudadanos, especialmente a los catalanes, y a nuestras hermandades y asociaciones rocieras, empeñados en estos momentos tan difíciles en preservar el marco de convivencia que, con no poco esfuerzo y sacrificio, los españoles nos dimos en 1978, en forma de Constitución, y que ha propiciado la mayor etapa de bienestar y de crecimiento de nuestra historia.

Blanca Paloma de la paz, guíanos, ampáranos y bendícenos, amén.

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