martes, 18 de junio de 2019

Cáritas Dicesana de Sevilla ha presentado este martes la Memoria de Actividades de 2018, que ha contado con una inversión de 8.712.249 euros

Cáritas Diocesana de Sevilla ha presentado este martes su Memoria de Actividades correspondiente al año 2018, un documento que detalla la ingente actividad desarrollada por esta institución social de la Iglesia en Sevilla a través de 251 delegaciones parroquiales y numerosos proyectos sectoriales, ha informado la Archidiócesis hispalense.
El citado organismo diocesano indica que la presentación de la memoria ha corrido a cargo del Obispo auxiliar, monseñor Santiago Gómez; y el director de Cáritas Diocesana, Mariano Pérez de Ayala.
Monseñor Gómez Sierra comenzó su intervención recordando que “la naturaleza íntima de la Iglesia se expresa en una triple tarea: anuncio de la Palabra de Dios, celebración de los sacramentos y el servicio de la caridad”. En este sentido, subrayó que “el servicio de la caridad adquiere su expresión privilegiada a través de Cáritas Diocesana”, como “un servicio de las comunidades cristianas”. Así, agradeció “el compromiso generoso de 2.944 voluntarios, que entregan su tiempo a Cáritas. Este enorme caudal de energía humana –añadió- merece ser reconocido”.
Finalmente, el Obispo auxiliar lamentó “el triste récord de tener a los barrios más pobres de España en Sevilla” y expresó el “compromiso permanente de la Iglesia” con estas barriadas y sus vecinos. “La situación no puede continuar así y hay que actuar coordinadamente”, añadió.

Una inversión de 8.712.249 euros en 2018
Aterrizando en la Memoria de 2018, lo primero que llama la atención es la cantidad total invertida por Cáritas en Sevilla: 8.712.249 euros. Una cifra que procede en su inmensa mayoría de recursos propios (ingresos parroquiales, suscripciones, etc). En este último apartado se incluye lo ingresado por la vía de la casilla destinada a ‘otros fines sociales’ en la declaración de la renta. El pasado ejercicio destacó el repunte de los ingresos procedentes de legados y herencias.
Mariano Pérez de Ayala informó que con estos casi nueve millones de euros se financian numerosos proyectos orientados a sectores específicos, como es el caso de las personas en grave exclusión social, inmigrantes, mujeres, personas mayores y desempleados. Precisamente, la carencia de trabajo o su precariedad es una de las grandes preocupaciones de Cáritas, y a este fin se han destinado no pocos esfuerzos, canalizados a través del Centro Diocesano de Empleo. Una de las noticias positivas que refleja esta Memoria es el hecho de que 243 personas hayan encontrado un puesto de trabajo gracias a la mediación de este centro.

La recuperación económica no está llegando a todas las familias
En el lado negativo resulta llamativo el enquistamiento de las desigualdades sociales. Pérez de Ayala puntualizó que la recuperación económica no está llegando a todas las familias sevillanas, como consecuencia de un desempleo que sigue provocando situaciones de necesidad extrema a las que sigue dando respuesta Cáritas desde sus 251 delegaciones parroquiales y distintos proyectos sectoriales. Además, “el hecho de tener un puesto de trabajo no garantiza unas condiciones dignas de vida”, según apuntó el director de Cáritas Diocesana.
Aludiendo al Informe FOESSA, recordó que “el 18,6% de la población andaluza se encuentra en situación de pobreza y exclusión”, y que “el 9,2% sufre exclusión severa”. Igualmente denunció que “la puerta del empleo sigue estando cerrada para muchas personas en nuestra comunidad. El 13% de los hogares sevillanos tiene a todos sus miembros en paro, y tener un trabajo ya no garantiza una vida digna”. Esta situación, unido al problema de la vivienda, da como resultado “un cóctel explosivo”, afirmó.
Las macrocifras de la actividad de Cáritas el pasado año en la Archidiócesis reflejan un panorama aún preocupante. Basta decir que 14.408 familias (un 10,6% menos que en 2017) fueron atendidas el pasado año en las Cáritas parroquiales, una ayuda de la que se beneficiaron 43.463 personas. En total, se contabilizaron 110.627 intervenciones, un 8% menos que el año anterior, y las demandas de ayuda se centraron mayoritariamente en recursos de primera necesidad y cuestiones relacionadas con la vivienda.
En este contexto, el director de Cáritas Diocesana de Sevilla Perez de Ayala hizo hincapié en la necesidad de reforzar los servicios sociales públicos, y recordó la situación de parálisis que hay en el sistema de rentas mínimas: “Gran parte del presupuesto asignado al sistema de rentas mínimas no se ha aplicado (…) por incapacidad en la gestión de esas medidas”.

Un ejército de 2.944 voluntarios
Tanto el Obispo auxiliar como el director de Cáritas Diocesana --informa finalmente la Archiodiócesis de Sevilla--, concluyeron sus intervenciones reiterando el agradecimiento a los voluntarios. Todo lo que se detalla en la Memoria de Cáritas Diocesana de Sevilla ha sido posible gracias al esfuerzo y la dedicación de 2.944 voluntarios (en su mayoría mujeres y mayores de sesenta años), un auténtico ejército social que hace posible que Cáritas siga saliendo al encuentro de los más necesitados. (Foto: AS).

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