OPINIÓN: Elegía por mi amigo el árbol caído, por JACINTO MARTÍNEZ, presidente de la Asociación Amigos de los Jardines de La Oliva

Hace veintinueve años que lo planté, y cada día, lo contemplaba desde mi ventana. El pasado 11 de enero, la insensible motosierra, fue seccionándole la vida, primero lo dejó sin copa y luego, su tronco fue dividido en trozos, posiblemente para calentar alguna mansión y finalmente, su alcorque quedó vacío.
Era el único ejemplar del árbol del amor de flores blancas de Sevilla. En su solitaria esquina, contribuía generosamente a mejorar la calidad de vida de los vecinos y cuando se acercaba el día de san José, inundaba su copa de flores blancas, venían de todas partes para contemplar el maravilloso espectáculo de su floración, que previamente, lo habíamos anunciado y difundido por las redes sociales.
Cuando concluyó el trágico arboricidio, me acerqué a su rincón donde había vivido durante tantos años, para recolectar algunos frutos y recoger algunas ramitas, con el objetivo de intentar su reproducción; si lo lograra, estoy seguro que, ya no viviré para contemplar de nuevo su copa nevada.
Solo nos queda la ilusión y la esperanza de convencer a nuestros representantes en el Parlamento de Andalucía, para que aprueben la ley del Árbol Urbano que hemos elaborado desde la sociedad civil con el fin de evitar las arbitrariedades.

JACINTO MARTÍNEZ, presidente de la Asociación Amigos de los Jardines de La Oliva.