"Ante el eco mediático que está teniendo la queja de un grupo de vecinos y vecinas de la Macarena que, auspiciados por la derecha, pretenden provocar una imagen distorsionada de las personas sin hogar, que también son vecinos y vecinas de este barrio. Un grupo de profesionales del sector de los servicios sociales que trabajamos de manera directa con el colectivo, queremos manifestar nuestra postura.
Para empezar, queremos compartir un pequeño recorrido histórico. La convivencia del barrio de la Macarena está determinada por una conciencia de clase obrera y popular.
En los últimos años, a raíz de la gentrificación, comenzada en la Expo de 1992, se empieza a desplazar a la vecindad histórica del barrio, para que llegara otro tipo de personas con mayor poder adquisitivo. Actualmente, el fenómeno de la gentrificación está siendo acelerado por la turistificación, no dando lugar a que los y las vecinas de la Macarena, puedan tener disponibilidad de vivienda en sus lugares autóctonos, y
reinterpretando el fenómeno de la vecindad que no tiene hogar en la Macarena como un problema, no de fracaso de las políticas municipales, sino estético, reduciendo el factor humano que siempre ha caracterizado a la población macarena.
Las personas que nos dedicamos profesionalmente a atender a personas sin hogar estamos muy implicados en el día a día y damos lo mejor de nosotros. Pero reconocemos la carencia de recursos para desarrollar nuestra profesión dignamente.
Somos conscientes de que la ineficacia de las políticas sociales tiene repercusiones en la convivencia, y es por ello que condenamos que se focalice el problema en las personas sin recursos, lo que por otra parte constituye un delito de odio por aporofobia.
Queremos desmontar las siguientes quejas, que se repiten sin que haya un análisis de sus causas:
- Se dice que hacen sus necesidades en la calle; pero en Sevilla no existen baños públicos para dar respuesta a estas necesidades básicas.
- Se dice que hay muchas personas en la calle; pero no hay suficientes plazas en los albergues de Sevilla (Contando las plazas de todos los recursos de pernocta nos encontramos con que existen 320 plazas, en el último censo de personas sin hogar realizado en 2016 se contaron en esta situación a 444 personas. Con toda seguridad en el conteo falta gente y durante estos 2 últimos años esta cifra ha crecido).
Por otro lado, es cierto que lo que existen son macro recursos concentrados en una misma zona, lo que conlleva a una saturación de nuestro barrio macareno. También el concentrar todo en una zona produce el efecto inverso de que otras personas sin hogar vecinas de otros barrios se vean desatendidas por falta de recursos o se tengan que desplazar.
Como profesionales de las ciencias sociales creemos que las relaciones sociales se pueden transformar. Sabemos que se podría mejorar mucho la vida de las personas sin hogar y las relaciones con el vecindario. Estas relaciones vienen influidas por las políticas sociales, y creemos que estas se pueden mejorar llevando a la práctica propuestas como:
- El aumento plazas y adecuación a la actual demanda.
- Recursos de alojamiento pequeños (de unas 40 plazas) y especializados distribuidos por distintas zonas de Sevilla y que permitan un trabajo individualizado y de calidad.
- Una ciudad vivible para todos/as, con árboles, baños, fuentes y bancos públicos.
- Que la gestión de los recursos sea municipal o en su defecto que la lleven organizaciones sin ánimo de lucro. En ningún caso esta gestión debe realizarla una empresa privada.
- Queremos que se amplíen propuestas innovadoras de probados resultados, tales como: Housing first, Centros de puertas abiertas, Iniciativas socioculturales…
- Frente a grandes mega proyectos se deberían potenciar proyectos de base comunitaria para evitar el cierre de recursos con trayectoria, como el Colectivo la Calle, por falta de voluntad municipal.
- Adaptar los recursos a las personas y no las personas a los recursos. Las rigidez normativa deja a muchas personas fuera (horarios, mascotas…).
- Pasar de un sistema asistencialista a uno transformador.
Mostramos nuestro desacuerdo con la manera de gestionar y poner en práctica las propuestas de los profesionales por parte del ayuntamiento, el cual tergiversa y lleva a la práctica nuestras recomendaciones de manera errónea.
Asumiendo una serie de medidas básicas se mejoraría la calidad de vida de toda la vecindad, la que tiene vivienda y la que no.
Además, creemos que los problemas de convivencia, sean de personas con vivienda o sin vivienda, se pueden resolver como siempre se ha hecho en nuestros barrios: hablando. Así que reclamamos espacios de diálogo comunitario, en nuestras plazas y nuestras calles. Queremos evitar que ante cualquier conflicto la primera y única respuesta sea la policía. ¿Alguien se ha parado a preguntarle a la gente sin hogar cómo están y qué necesitan? Nosotros lo hacemos todos los días pero parece que los que diseñan las políticas de persecución y estigmatización, no.
Por eso queremos una Macarena diversa para todas y llamamos a las personas y colectivos afines para que nos unamos y frenemos la campaña de odio que se está gestando". (Foto: Archivo GN).

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