sábado, 29 de septiembre de 2018

TOROS.- Juan José Padilla y Andrés Roca Rey cortan una oreja cada uno en la corrida de la Feria de San Miguel celebrada a plaza llena en la Real Maestranza de Sevilla y en donde hubo brillantes detalles de calidad de Morante de la Puebla



Era el día señalaíto. Cartel de lujo en el segundo festejo de la Feria de San Miguel 2018 en la Plaza de Toros de lña Real Maestranza de Sevilla. Este sábado, 29 de septiembre, los tendidos y las gradas estaban a reventar. No cabía un alfiler. La fiesta se presentía grande, esperanzadora y brillante. Había ganas de gozar con los tres toreros que en esta jornada taurina formaban el cartel preparado por Ramón Valencia, que como máximo responsable de la Empresa Pagés, reunió nada menos que al "pirata" Juan José Padilla, que se despedía de la afición de Sevilla; Morante de la Puebla, el siempre esperado y deseado, y Andrés Roca Rey, que llena plazas, cortas rabos, sale a hombros por las Puertas Grandes y da siempre buenas lecciones con su toreo renovado.
Sonaron fuertes los llamados clarines del miedo, pero en Sevilla, esa Banda del Maestro Tejera, esos clarines suena a gloria bendita con el fondo de la majestuosa y monumental Giralda, que muchos afortunados de los tendidos altos pueden contemplar. Arte arriba y arte abajo.
Pero el festejo no respondió a la expectación levantada. Las reses tuvieron la culpa. Los tres diestros participantes pudieron toda su buena voluntad, se entregaron, dejaron detalles, pero tuvieron que coger pronto los estoques ante la falta de bravura y de raza de los toros, a pesar de poner toda su buena voluntad y una entrega total. Hasta un toro, el primero de Roca Rey, se lesionó y el peruano no pudio hacer la soñada faena.
Este primera corrida de la Feria de San Miguel se saldó con una oreja para Juan José Padilla y otra para Roca Rey. En el ruedo se pudo ver también los finos y artísticos detalles de Morante de la Puebla.
Juan José Padilla fue el gran protagonista del festejo. En su última tarde en la Maestranza, el jerezano recibió el cariño de Sevilla. La Banda del Maestro Tejera tuvo un enorme detalle con Padilla. Desde que el diestro cogió la muleta para lidiar el segundo toro de su lote, dedicó el pasodoble "Gallito" para que estos sones le acompañaran durante toda la faena. Y el efecto música-ambiente-entrega-voluntad-pasión torera tuvo su premio cuando mató a "Veraneante", con nada menos que 551 kilos de peso.
Al finalizar la lidia de este segundo todo, Padilla provocó el clamor en los tendidos. Varias banderas piratas aparecieron por la Plaza de la Maestranza y el jerezano, en esta fiesta grande para celebrar su triunfo y su despedida, también ondeó en el Coso del Baratillo esa bandera que ha sido su santo y seña en estas últimas corridas.
Por su parte, Andrés Roca Rey, en el último toro --más de dos horas y media duro el festejo--, realizó al sobrero --séptimo toro de la jornada--, una serie de pases con la muleta para ofrecer a los aficionados todo el toreo que lleva dentro. En este sobrero, en este séptimo astado, Rey se inventó unas sorprendentes y extraordinarias bernardinas. El público, en pie, premió toda la grandeza del peruano en este punto ante el toro "Festín". Y se ganó la oreja, que paseó triunfalmente por el Coso del Arenal. Faltó la colaboración del ganado para que sucedieran más cosas interesantes.

FICHA DEL FESTEJO:
Se lidiaron tres toros de Hermanos García Jiménez (cuarto, quinto y el sobrero sexto), dos de Olga Jiménez (primero y segundo) y uno de Peña de Francia (tercero). Aunque bien presentados, no dieron el juego deseado por los toreros ni por los aficionados. Faltó una respuesta efectiva del ganado, sin casta ni bravura. Hubo muchas protestas de los aficionados, decepcionados por la deficiente calidad de los toros..
* Juan José Padilla, silencio y oreja.
* Morante de la Puebla, silencio y ovación, con saludos.
* Andrés Roca Rey, silencio y oreja.
Incidencias:
La Empresa Pagés colocó para esta corrida de toros de la Feria de San Miguel 2018 el cartel de no billetes. Lleno total en la Real Maestranza de Sevilla para presenciar este festejo taurino. Gran detalle de la Banda del Maestro Tejera, haciendo sonar la música en el último toro de Juan José Padilla, y espectacular celebración del jerezano, en su despedida de la afición de Sevilla, tras cortar una merecida oreja para celebrar este gran triunfo en la Maestranza.


CRÓNICA DE LA PRIMERA CORRIDA DE LA FERIA SEVILLANA DE SAN MIGUEL
Se esperaba más. Los aficionados respondieron a esta especial convocatoria taurina de la Feria de San Miguel y la Plaza de la Maestranza estaba de bote en bote para vivir apasionadamente la lidia de los tres espadas que formaron este cartel de lujo. Pero fallaron los toros. Pese a las dificultades que dieron las reses para este festejo, Padilla, Morante y Roca Rey fueron tres profesionales de lujo. El público que cubría los tendidos para vivir este encuentro taurino con los tres toreros, con sus buenos gestos, gozaron con la buena voluntad de unos, el desafío de otros y la entrega de todos. Si Padilla, en el segundo de su lote, armó el lío, y Roca Rey se llevó una oreja con sus gloriosas y especiales armas taurinas ante el sobrero, Morante de la Puebla dejó sobre el amarillo albero del Coso del Baratillo esos detalles que vuelven locos a los buenos aficionados.
Padilla armó la gran fiesta. Era su día. El día que se despedía de la afición de Sevilla porque se retira de los ruedos. Muchos jerezanos viajaron hasta la capital andaluza para ser testigos de su participación en esta corrida junto a Morante y Roca Rey. Los aficionados recibieron a Padilla con enorme cariño. Fue el primer torero en coger las armas para iniciar la lidia en la Maestranza. El jerezano, antes de enfrentarse al toro en suerte, se fue saludar a los aficionados en el centro del ruedo. La ovación fue larga. Y el “Pirata” se emocionó.
Ante el primero de su lote, “Sosito”, realizó con la capa una buena tanda de verónicas. Luego, ya con la muleta, Padilla inició la lidia con las dos rodillas en tierra. Pero el toro no quería pelea y hasta desarmó el jerezano. El morlaco perdió el norte y Padilla solo pudo ejecutar unos pocos muletazos. El toro se quedó parado y el diestro se fue a por el estoque para no prolongar más una lidia imposible. Mató de estocada fulminante.
Pero en el segundo de su lote, el jerezano fue gran protagonista en esta lidia especial ante el último toro que toreaba en la Maestranza de Sevilla. La Banda de Música del Maestro Tejera, desde que Padilla cogió la muleta, tuvo el detalle de tocar para enriquecer este adiós del jerezano en la capital andaluza. Y el torero realizó, al son del pasodoble “Gallito”, una faena muy vibrante y efectiva. Ejecutó buenos naturales, con los pies muy juntos, clavaditos en el albero, citando al toro por derecho, con valentía y entrega. El toro se fue viniendo abajo, pero Padilla adornó su faena con molinetes y con muchos buenos adornos. Mató de estocada y el público pidió para el jerezano la oreja que merecía. Y se armó la marimorena por este gran triunfo. Banderas piratas por los tendidos, vuelta el ruedo y saludos ya brazos en una fiesta gloriosa. Padilla, al final, también ondeó una bandera pirata entre el clamor de la Maestranza. Brillante e histórica despedida.

Morante de la Puebla fue el segundo espada de este cartel tan esperado. La vuelta del torero a Sevilla se esperaba con ganas para ver ese torero fino y de calidad que desgrana cuando hay un toro soñado. En el primero de su lote, de nombre “Frangeado”, Morante ejecutó unas apretadas verónicas que tuvieron su eco en los tendidos. El de La Puebla, además, se lució en una larga cambiada cuando colocó al toro en el tercio de varas. Hubo en este periodo un buen quite de Roca Rey, ejecutando unas verónicas. Morante quiso replicar, pero se quedó con las ganas. Ya con la muleta, a pesar de la entrega de Morante, el animal no levantó la chispa esperada. El torero tenía muchos deseos de agradar y ofreció detalles de enorme valor, pero el toro no aguantó y el diestro sevillano tuvo que coger el estoque. Hubo pinchazo y estocada.
En el segundo de su lote, Morante se enfrentó a “Aparejador·, pero tampoco pudo completar el torero todos sus proyectos. En este quinto toro de la jornada, el de La Puebla, buscó la lidia más adecuada, pero vio desde el primer momento la mansedumbre del animal. De todas formas, la voluntad del sevillano fue siempre grande y llegó a dar algunos lances, con la muleta, con calidad y buen ritmo. Dejó detalles de mucho arte torero. Pero el animal no quiso entrar en la pelea, se rajó, y Morante tuvo que coger la espada para matar de una estocada. El público, agradecido al esfuerzo de Morante, le dedicó una fuerte ovación, respondiendo el torero desde los medios.
Andrés Roca Rey se tuvo que enfrentar en esta corrida al toro de más peso –“Clandestino”, de 576 kilos--. El peruano se lució con verónicas en el comienzo de la lidia de su primero. Luego, con la muleta, Roca Rey, que brindó al público, comenzó la faena de rodillas. Pero el toro se lesionó en las patas y el diestro tuvo que coger el estoque ante la imposibilidad de continuar con la lidia por este accidente. Mató de dos pinchazos y estocada.
Roca Rey, que cerró la corrida con el segundo de su lote, también encontró problemas para la lidia. El sexto toro –“Caralimpia”--, fue devuelto a los corrales. El peruano llevó a cabo unas verónicas ajustadas, pero el animal no reaccionó y ante las protestas del público, la presidencia de la plaza mostró el pañuelo verde.
Saltó al albero del Coso del Arenal el séptimo astado del festejo. Ante el sobrero, de nombre “Festín”, de 507 kilos, Roca Rey intentó superar las dificultades batiéndose bien el cobre. El peruano puso mucha voluntad en desarrollar una faena que tuviera su transmisión. Roca se entregó totalmente porque quería lograr un buen triunfo. Ya en la recta final, el peruano buscó argumentos adecuados para dominar la situación y mover al toro para que embistiera con el fin de que el público participara de esta lidia tan especial. Roca Rey se sacó de la manga unas ajustadas y espectaculares bernardinas que hizo levantar al público de sus asientos. La ovación al gran espectáculo que ofreció el peruano fue impresionante. Mató, además, de media estocada muy efectiva y la petición de oreja fue unánime. Roca Rey, al final, se pudo dar un festín ante el sobrero “Festín”.
Y así, tras dos horas y media largas, se llegó al final. A las seis de la tarde sonaron los clarines y a las ocho y treinta horas aún estaba dando su vuelta al ruedo, con la oreja, Andrés Roca Rey.
Y la gente, decepcionada por los toros, salió satisfecha de la Maestranza por la fiesta de Padilla y su oreja; los buenos detalles de calidad de Morante, y los especiales argumentos esgrimidos por Roca en el séptimo toro, para lograr un buen premio.
Y mañana: Más. Morante de la Puebla, José María Manzanares y Alfonso Cadaval, que tomará la alternativa. Los toros son de Juan Pedro Domecq-Parladé. Otra vez la plaza llena… (Fotos: EP-Toromedia)

* CRÓNICA DE FERNANDO GELÁN.-
29 DE SEPTIEMBRE. 22º FESTEJO DE ABONO DE LA TEMPORADA 2018. 
* PULSAR EN EL CENTRO DE LA PANTALLA PARA VER EL VÍDEO DE LA CORRIDA CELEBRADA ESTE SÁBADO 29 DE SEPTIEMBRE EN LA PLAZA DE TOROS DE SEVILLA.-

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