domingo, 13 de mayo de 2018

TOROS.- El Ciclón de Jerez, Juan José Padilla, fue el gran triunfador de la última corrida de la Feria del Caballo 2018, saliendo a hombros por la Puerta Grande. La gran decepción fue Morante que regresaba a los ruedos en el Coso jerezano





* Manzanares cortó una oreja al segundo de su lote y la gran decepción fue Morante de la Puebla, que solo dejó pequeños detalles en el ruedo del Coso jerezano

Cartel de lujo para cerrar el ciclo de corridas de la Feria del Caballo 2018 en Jerez de la Frontera.
Desde hace ya varios días, la Empresa Funtausa colocó el cartel de "No hay billetes". Había grandes alicientes en este último festejo. El diestro, Juan José Padilla, se despedía, en ese anunciada retirada de los toros al final de esta temporada, de la Plaza de Toros de Jerez donde tantos éxitos ha cosechado a lo largo de su amplia dedicación profesional.
Por otra parte, Morante de la Puebla reaparecía en este Coso jerezano. El torero sevillano eligió esta plaza para volver esta temporada a los ruedos. Juan Antonio, como se sabe, no formó parte en las corridas de la pasada Feria de Abril de Sevilla 2018. Allí reaparecerá en septiembre.
Pero Morante ha estado hoy en Jerez. Con su capote, su muleta y sus patillas. Hasta pintó os burladeros de la Plaza al estilo sevillano. Los seguidores de Morante estaban eufóricos ya que podían ver de nuevo al torero de la Puebla. Pero no logró el nivel que se esperaba por la poca raza de los toros de Juan Pedro Domecq.
Y en esta terna de grandes maestros también formó el diestro José María Manzanares, que siempre deja su huella porque su toreo tiene altura y calidad. Además, los diestros, los tres maestros, lidiaban una escogida corrida de la ganadería de Juan Pedro Domecq.
Y así, con toda esta expectación, se desarrolló esta tercera y última corrida del ciclo de la Feria del Caballo 2018.
El gran triunfador de la corrida fue el jerezano Juan José Padilla. Trabajó a destajo en el ruedo ante los dos toros de su lote, superando las dificultades que presentaron los morlacos. Cortó tres orejas y salió por la Puerta Grande del Coso jerezano. Además de una buena labor con la capa y la muleta, especialmente en el segundo de su lote, también se lució con las banderillas, colocando pares al quiebro.
El público, entusiasmado con la entrega y la verdad torera del diestro de Jerez, le gritaban desde los tendidos "Illa, illa, illa, Padilla maravilla", con palmas por bulerías. El jerezano, tras cortar las dos orejas de su segundo --ya cortó una en el primero de su lote--, fue paseado a hombros por el ruedo del Coso jerezano y salio así por la Puerta Grande.
En esta corrida de tanto gancho estuvo muy desacertado Morante de la Puebla. Al sevillano le tocó el peor lote. Dejó detalles de enorme calidad y arte. Pero hizo poco y mató con urgencia por la endeblez de los toros. Manzanares logró en el segundo de su lote levantar los ánimos de la Plaza, con un toreo muy firme y efectivo y que tuvo su premio con una oreja.

CRÓNICA DEL “ILLA, ILLA, ILLA, PADILLA MARAVILLA”, EN LA TRIUNFAL DESPEDIDA DEL CICLÓN DE LA PLAZA DE TOROS DE JEREZ
Todavía suenan por los tendidos y las gradas de la Plaza de Toros de Jerez de la Frontera las palmas por bulerías y los gritos de “Illa, illa, illa, Padilla maravilla”, en la triunfal y apoteósica despedida de Juan José Padilla del Coso jerezano.
El Ciclón de Jerez fue el gran protagonista del último festejo del ciclo de corridas de la Feria del Caballo 2018. Cortó tres orejas y salió por la Puerta Grande al grito popular y extendido del “Illa, illa, illa, Padilla maravilla”.
Esta corrida, además, tenía como gran atractivo la vuelta a los ruedos de Morante de la Puebla, aunque el diestro sevillano no logró, a pesar de volcarse en argumentos toreros, dar totalmente con la tecla. Manzanares, en el último de su lote, superó dificultades y tuvo su premio final.




LA PLAZA VIBRÓ CON LA DESPEDIDA DEL CICLÓN DEL COSO JEREZANO
Tiene poder el Ciclón de Jerez. Además, Padilla nunca decepciona. Trabaja, se entrega, lucha y realiza faenas toreras de mucho mérito para alcanzar los premios que de forma unánime piden los aficionados.
Ante el primero de su lote --“Industrioso”, de 480 kilos--, Padilla se lució con el capote, con revolcón del toro en esta suerte. Colocó banderillas con variadas fórmulas, acompañado de la música. El Ciclón de Jerez, con la muleta, llevó a cabo, ante un morlaco que se quedaba corto en la embestida, unas series muy ajustadas. Mató de firma estocada y consiguió el premio de una oreja. Dio la vuelta al ruedo con el trofeo y con la clásica bandera pirata que le entregaron desde el tendido.
En el segundo de su lote, Juan José Padilla fue a por todas. El diestro jerezano apretó el acelerador porque quería lograr el máximo triunfo en esta despedida.
El Ciclón recibió a “Revuelo”, de 475, con dos largas y temerarias largas cambiadas. Padilla forzó las tafalleras y las chicuelinas. Y la afición gozaba con el poder de Padilla y toda su entrega. Volvió a banderillear al son de la música con pares al quiebro. Tras brindar a sus padres, Padilla, con la muleta, se colocó en el centro de ruedo de rodillas para recibir a “Revuelo”. Y, claro, llegó la revolución. El Ciclón aprovechó las arrancadas del toro antes de que se viniera abajo. Padilla ejecutó, a su estilo, a su manera, unas series que tuvieron enorme eco en los tendidos. Música total para el maestro, que redondeó su vibrante lidia con otros pases de rodillas y ajustadas manoletinas. Palmas por bulerías y el “Illa, illa, illa, Padilla maravilla”. Mató con dos estocadas a “Revuelo” y el presidente le concedió, por la unánime petición de los aficionados, las dos orejas. Tras la vuelta al ruedo, el Ciclón de Jerez besó el albero de la Plaza y saludó desde el centro del ruedo entre las ovaciones de los aficionados que abarrotaban la Plaza.

LA VUELTA DECEPCIONANTE DE MORANTE DE LA PUEBLA
El regreso del torero sevillano era otro de los grandes atractivos de esta tercera y última corrida de la Feria del Caballo. Pero Morante solamente dejó detalles, especialmente con el capote, y con algunos muletazos, cuando los toros que le tocó en suerte hicieron algún ajustado movimiento para embestir a las citas del diestro de La Puebla.
En el primero de su lote --“Obrador”, de 475 kilos--, la lidia de Morante no llegó a lo que tanto esperan sus seguidores. El diestro sevillano ejecutó sus clásicas y templadas verónicas con mucho dominio y con arte. Pero “Obrador” ya no respondió a los deseos del diestro sevillano y todo quedó en una triste esperanza. Faltó un toro serio para desarrollar la gran faena. Mató de dos pinchazos y estocada.
En el segundo de su lote --“Presumido”, de 485 kilos--, Morante buscó la forma de ofrecer en el ruedo jerezano todo ese toreo que lleva en su corazón y en su cabeza. Ante un toro complicado, el de La Puebla probó con la capa, pero “Presumido” estaba en otra onda. Durante el tercio de banderillas, el de Juan Pedro se fue hacia el burladero pintado por el diestro sevillano y se dio un duro golpe, cayendo al suelo. Superado el incidente, Morante, ya con la muleta, mantuvo como pudo el tipo para ofrecer detalles toreros de mucha calidad. “Presumido”, muy parado y sin raza, se metió en la suave muleta del de La Puebla que ejecutó unos muletazos por la derecha y al natural de gran impacto. Mató mal. Necesito de dos pinchazos y estocada, escuchando un recadito de la presidencia. Pero por los buenos detalles toreros, Morante respondió con saludos a los aplausos de los aficionados.

JOSÉ MARÍA MANZANARES, INVITADO EN ESTE DUELO PADILLA-MORANTE, CORTÓ UNA OREJA
A pesar de todo el buen historial que tiene José María Manzanares, que es un torero de mucha clase y que ha logrado grandes triunfos en su espléndida carrera profesional, el diestro de Alicante parecía que fue el invitado de piedra en esta corrida. Padilla, por la despedida, y Morante, por su vuelta a los ruedos, había acaparado todo el protagonismo de este festejo.
Manzanares, no tuvo suerte con el primero de su lote, --Márquez”, de 490 kilos--, que fue protestado por el público en cuento apareció en el ruedo. Hubo un complicado lío en la suerte de picar y el toque de clarines. Pero tampoco el toro estaba para muchos trotes. Manzanares, ante tantas complicaciones --un toro chungo, el viento y las malas sensaciones--, tras vanos intentos por enderezar la lidia optó por ejecutar la suerte suprema y mató de media estocada y descabello.
En el segundo de su lote y sexto del festejo --“Rataplán”, de 480 kilos--, Manzanares logró levantar los ánimos de los espectadores que se tenían grabadas en sus retinas las faenas de Padilla y los pequeños detalles de Morante. El alicantino, ante “Rataplán”, estuvo fino con el capote, con buenas y templadas verónicas. Con el pasodoble “Manolete” y cante flamenco desde los tendidos, Manzanares logró algunos toques mágicos a pesar de que el viento molestaba. El diestro alicantino sacó muletazos muy templados y de mucho arte. Además, en la suerte máxima, Manzanares acertó con una efectiva estocada para ser premiado con una oreja.
Así acabó todo. Ya se celebraron las tres corridas de la Feria del Caballos de Jerez 2018. En líneas generales, en el balance final, en todos los festejos, que tuvieron un gran poder de convocatoria --especialmente la tercera corrida con la despedida de Padilla y la vuelta de Morante--, hubo trofeos muy merecidos y salidas a hombros por la Puerta Grande, como los rejoneadores Fermín Bohórquez, Pablo y Guillermo Hermoso de Mendoza y los toreros, Andrés Roca Rey y Juan José Padilla.
FICHA DEL FESTEJO:
Se lidiaron reses de la ganadería de Juan Pedro Domecq. Muy pobres de presentación. No diron buen juego en las respectivas lidias de los toreros, con poca raza y escasas fuerzas. Muchos fueron pitados en el arrastre.
* Juan José Padilla, una oreja en su primero y dos orejas en el segundo de su lote.
* Morante de la Puebla, silencio en el primero y aplausos y saludos tras aviso.
* José María Manzanares, silencio en el primero y oreja en el segundo.
Incidencias:
Lleno total en la Plaza de Toros de Jerez para esta última corrida del ciclo de la Feria del Caballo de Jerez 2018. Desde hace días se colocó el cartel de "No hay billetes". Padilla, antes de su primera actuación, recibió un obsequio de los alumnos de la Escuela Taurina de Jerez. El viento molestó muchas veces la lidia y los diestros tuvieron que buscar zonas para superar el aire. El torero jerezano, que se despedía de la Plaza de Toros de Jerez, se agachó para besar el albero del Coso jerezano y fue sacado a hombros por la Puerta Grande. (Fotos: GN).

* CRÓNICA DE FERNANDO GELÁN.

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