* La placa conmemorativa, que data de 1934, fue a parar a un almacén en 2003 después de que el edificio donde se hallaba fuese derribado y ha sido recuperado por los trabajadores municipales.
El alcalde de Sevilla, Juan Espadas, ha descubierto este sábado. 19 de mayo, el azulejo dedicado a Amante Laffón en la calle del mismo nombre, situada en el Retiro Obrero del Distrito Macarena. De este modo, el Ayuntamiento recupera esta placa conmemorativa que data de 1934 y que acabó en un almacén en 2003 después de que fuera derribado el edificio donde se hallaba. Se trata de una petición de la Asociación Histórica del Retiro Obrero, cuyos vecinos y vecinas se han dado cita hoy para celebrar la vuelta de este emblema del barrio.
Tras la solicitud realizada por la asociación vecinal, se localizó el azulejo y funcionarios municipales han conseguido restaurarlo para que luzca como antes de que se retirara del lugar en el que se hallaba. “Este acto de hoy es una demostración de que cuando se quiere se hacen las cosas, solo hay que ser tenaces y constantes, como estos vecinos y vecinas de un barrio trabajador que todo lo que han conseguido lo han hecho con esfuerzo, con sacrificio, pero que no se conforman solo con vivir, sino cuando avanzan y progresan, como en su momento fue Amante Laffón, a quien se le queda chico el azulejo, porque cuando uno lee todo lo que hizo por la ciudad, no queda duda de que merece un reconocimiento mayor”, ha señalado el alcalde, quien ha estado acompañado en este acto por la delegada del Distrito Macarena, Clara Macías, y por el presidente de la Asociación Histórica Retiro Obrero, Basilio Moreno.
Sobre Amante Laffón
Amante Laffón nació en Huévar, provincia de Sevilla el 27 de Marzo en 1864 y se licenció en Derecho y Filosofía y Letras. Fue miembro del Ateneo de Sevilla (presidente), además del Ateneo Científico Hispalense y de la Sociedad de Excursiones y presidente Colegio Oficial de Abogados de Sevilla. Cultivó las ciencias y las letras, escribiendo poemas, ensayos, cuentos y novelas, e ingresó en la Academia Sevillana de Buenas Letras.
Militó en el Partido Republicano de José Montes Sierra,durante varios años y fue amigo de Nicolás Salmerón. Filosóficamente se inclinó hacia el krausismo, puesto de moda por los discípulos de Sanz de Ríos.
Muy joven aún se aparta de la política y de las letras y se dedica a la abogacía donde logró un gran prestigio y fue elegido Secretario del Colegio de Abogados hasta su renuncia en 1914. Durante esta época se dedica a la beneficencia e ingresa en la asociación Sevillana de la Caridad conducido por su esposa. Forma parte de la Junta de Beneficencia y Protección a la Infancia, al morir su esposa el 15 de Octubre del 1913, se dedica por entero a la beneficencia y acción social, inclinándose sobre todo hacía la infancia desvalida.
Delegado regio de primera enseñanza, fomenta las colonias veraniegas. Presidente del Patronato de Casas Baratas, levanta en Sevilla la primera barriada de casas para obreros con colegio en el Porvenir. Por ello fue condecorado con la gran Cruz de la Beneficencia, que vendió dando su producto a los pobres. No en vano era conocido como el “Apóstol Sevillano de la Caridad”. Así, fue uno de los precursores en la consecución del llamado “Retiro Obrero”, que garantizaba una pensión a los obreros ya retirados de la profesión y se conocía popularmente como “La Perra Gorda”, pues lo beneficiarios del retiro debían contribuir con esa cuantía al mes para contar con una pensión tras su jubilación.
También fundó la Caja de Seguros Sociales de Andalucía Occidental, origen del que fuera Instituto Nacional de Previsión, de cuyo consejo directivo fue presidente hasta que falleció. Esta institución creada por Antonio Maura y promulgada por Alfonso XIII por la Ley del 27 de febrero de 1908, fue la responsable de la seguridad social española, inicialmente encargada del sistema de libre contratación de pensiones obreras, asume posteriormente la administración del Seguro Obligatorio del Retiro Obrero. Se extinguió en 1978. En 1917 entra en contacto con la obra de previsión y nace gracias a él y al esfuerzo con otros La Caja de Seguros Sociales, procurando dentro de ellas el seguro Infantil, otorgándosele por ello, en 1930, la medalla de oro del Instituto de la Mutualidad Escolar.
Una labor de gran importancia abanderada por el Instituto Nacional de Previsión durante la presidencia de Amante Laffón fue la proyección de la barriada del Retiro Obrero en 1928, cuyo proyecto encargó al arquitecto José Gómez Millán (Sevilla, 1878-1962), logrando los objetivos sociales fijados por los promotores de la nueva barriada. Este es, sin lugar a dudas, el más logrado proyecto de barrio obrero, incluso superando en prestaciones a las primeras Casas Baratas del Real Patronato Obrero del barrio de El Porvenir iniciado en 1915 por orden del Rey Alfonso XIII, quien en 1913 instó al Instituto de Reformas Sociales a crear barriadas expresamente para obreros.
Crea, en 1930, el Tribunal Tutelar de Menores, con fondos de la herencia de Recur, un potentado sevillano de cuya herencia consiguió, 500.000 Ptas. para fundar el reformatorio de Alcalá de Guadaíra, con talleres, maquinarias, magníficas instalaciones, sala de observación e instalaciones propias del Tribunal. Por su gran interés asistía todos los días a la sesiones de dicho Tribunal, consiguiendo dar un gran frenazo a la delincuencia infantil. Falleció en Sevilla el 14 de marzo de 1933, después de dos años de padecer una enfermedad que le imposibilitó física pero no mentalmente. Por expreso deseo no se publicaron esquelas y se trató de mantener en secreto su entierro.
Amante Laffón es padre del médico pediatra Manuel Laffón al que transmite dos temas esenciales: la atención a los desfavorecidos y el interés por la infancia, el doctor Laffón descubrió que ambos afanes iban de la mano. En 1929, fecha tan asociada con las fiestas de la Exposición, fallecieron 107 de los 183 niños que ingresaron en la Casa Cuna. En febrero obtiene por oposición la primera plaza como pediatra de la Casa Cuna, de la que años después, de 1951 hasta su jubilación en 1972, sería director. En marzo de 1927 es nombrado jefe del servicio de Pediatría del Hospital de la Cruz Roja. Manuel Laffón quería estudiar Arquitectura. Aunque se cruzó la Medicina en su camino, no fue baldía aquella querencia. Como otros futuros arquitectos sevillanos (Delgado Roig, Balbontín, Díaz Langa), pasó por el estudio del pintor Manuel González Santos, el abuelo de Adela Perea. Manuel Laffón no fue arquitecto, pero el encuentro con González Santos fue providencial en una doble dirección: el pintor le descubrió a su alumno el paraíso de la playa de la Jara, en Sanlúcar de Barrameda, y le animó para que apoyara la carrera de pintora de su hija Carmen Laffón, a la que recién nacida le dedicó un poema.
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