Larga y pesada fue la octava corrida del ciclo de Feria celebrada este miércoles 22 de abril en la Plaza de Toros de la Real Maestranza. El festejo duró tres horas largas. El cartel tenía su gran poder de convocatoria porque la terna estaba formada por toreros con oficio, calidad y profesionalidad como Enrique Ponce y Sebastián Castella y el joven José Garrido, que tomaba la alternativa. Pero el ganado no respondió nunca a todos los grandes deseos de los diestros. Saltaron al ruedo cinco toros de Parladé y dos de Juan Pedro Domecq --uno de ellos fue el primer sobrero--, y otro del hierro de El Pilar --que salió por el segundo toro devuelto a los chiqueros--. Anabel Moreno, la presidenta de la corrida, tuvo que sacar por dos veces el pañuelo verde. Los tres matadores, Ponce, Castella y Garrido, lucharon con enorme valor, entrega y decisión ante unos toros imposibles. Solo el tercero y el sexto se salvaron algo de la quema. En este festejo tomó la alternativa el torero de Badajoz José Garrido. El padrino fue el matador de valenciano de Chiva Enrique Ponce y testigo el torero francés Sebastián Castella.
José Garrido fue el único diestro del cartel que logró, al menos, dar una vuelta al ruedo tras una intensa pelea en el sexto toro de la corrida. En este segundo de su lote, el torero se enfrentó a “Flechillo”, un toro de Juan Pedro Domecq que se cayó al salir de los chiqueros. Garrido puso mucha voluntad para aprovechar la segunda oportunidad que tenía en este festejo. Y fue valiente y decidido. El diestro peleó con mucha intensidad para poder marcar sus primeros muletazos ante las rápidas embestidas de la inquieta res. La entrega fue tan insistente y tan entregada que hizo sonar la música. Hubo emoción, porque Garrido arriesgó en todo momento ante un toro demasiado y molesto para desarrollar una ordenada lidia. Enjaretó apretadas series de naturales y también se mostró muy decidido con ajustados muletazos con la derecha. La lucha del matador y del toro fue dura. Garrido apretó con mucho valor y se arrodilló ante el bicho. No fue una lidia fácil porque “Flechillo” se quedaba corto en la embestida. En la recta final, el diestro de Badajoz ejecutó unas apretadas manoletinas. Mató de efectiva estocada. Hubo petición de oreja, pero todo quedó en una larga ovación para que Garrido terminara dando una feliz vuelta al ruedo.
En el primer de su lote, en el toro en el que tomó la alternativa, Garrido no encontró el camino del éxito esperado. El animal de Parladé, de buena presencia y buena cornamenta, salió cojeando. No apretó en el primer puyazo y perdió las manos la segunda vez que fue citado por el picador. Anabel Moreno, la presidenta de la plaza, sacó el pañuelo verde y salió a la arena el primer sobrero de la corrida. Y apareció desde la puerta de los chiqueros el primer sobrero de la tarde-noche de Juan Pedro Domecq. Pero todos los intentos de Garrido por triunfar en el toro de su alternativa fueron inútiles. El diestro de Badajoz abrevió la faena y mató de efectiva estocada. Hubo pitos al toro y ovación para José Garrido, que saludó desde los medios.
El maestro Enrique Ponce no tuvo opción ninguna ante los dos toros que le tocó en suerte en este festejo. En el primero de su lote, de Parladé, el torero valenciano tuvo que abreviar porque fueron inútiles todos los intentos ante el descastado animal. Mató de fácil y habilidosa estocada y hubo pitos al toro en el arrastre. En el segundo de su lote tampoco tuvo fortuna el diestro de Chiva. La primera res de Parladé --“Carcajada”--, se cayó en el primer puyazo y fue devuelto a los corrales. Saltó al ruedo el segundo sobrero del festejo que estaba en los chiqueros. Fue un toro del hierro de El Pilar. Pero el animal no respondió en ningún momento a los deseos de Ponce. El torero, con mucha profesionalidad, buscó con enorme fe la embestida de un toro que además, cuando la apretaba en los muletazos, doblaba las manos y las patas. Para nada sirvió la buena voluntad que el diestro valenciano puso en todo momento en la lidia. El toro de El Pilar --“Amador”--, no humillaba y complicó todo lo quiso hacer Ponce sobre el ruedo maestrante. Antes de matar, por alargar la faena, recibió un aviso. Liquidó al sobrero de efectiva estocada.
Sebastián Castella estuvo cerca de alcanzar premio en el primer toro que lidió esta tarde en la Plaza de Toros de Sevilla. “Embajador”, de Parladé, fue una res que dio tal vez el mejor juego de la jornada. El torero francés se lució en ajustadas verónicas que fueron muy ovacionadas. Parecía que se iba a producir un cambio en la corrida, porque Castella encandiló con sus buenos derechazos a un toro que al principio tuvo recorrido y embestida. El diestro de Beziers metió muy bien la muleta en la cara del morlaco y se lució en la tanda de naturales. Todo lo realizó Castella con mucho contenido y con mucha firmeza. Pero el toro se fue parando y la buena lidia se fue diluyendo. Sin embargo, el diestro forzó su buena máquina torera y logró dar templados derechazos. Castella dominó la pelea ante el toro de Parladé. Y estuvo muy torero. Sonó la música, pero el torero pidió silencio porque ya estaba a punto de rematar la faena y coger la espada para la ejecutar la suerte suprema. Antes de coger la espada quiso subir el tono de su actuación con algunos buenos detalles toreros. Castella falló con la espada y necesitó de tres pinchazos para matar al animal --en el primero recibió un aviso--, pero hubo fuerte ovación para el francés que saludó desde los medios.
En el segundo de su lote, el torero francés se encontró con un toro huidizo que fue complicado para la lidia. Lo más destacado se llevó a cabo en el tercio de varas por el ímpetu del toro al acudir al caballo y el acertado puyazo de José Doblado en la segunda cita. El diestro francés, ya con la muleta, recibió en el centro del ruedo y con los pies firmes sobre el albero, las arrancadas del toro. Pero poco más hubo en la lidia, porque el animal de Parladé se rajó. El toro se marchaba hacia las tablas y la faena ya no levantó el vuelo deseado por Sebastián Castella. Mató de estocada trasera y tendidilla.
Tras tres horas y algunos minutos más esto fue todo lo que se desarrolló en el Coso del Baratillo. Una pesada y larga corrida en la que solo hubo esa vuelta al ruedo del joven José Garrido en la tarde de su doctorado.
FICHA DE LA CORRIDA:
Se celebró en la Plaza de Toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla la octava corrida del ciclo continuado de la Feria de Abril –décima del abono de la temporada--, con la actuación de Enrique Ponce, Sebastián Castela y José Garrido, que tomó la alternativa. Los toros fueron de Parladé --cinco--, Juan Pedro Domecq –dos—y El Pilar –uno--, porque fueron utilizados dos sobreros al ser devueltos a los chiqueros el primero y el cuarto. Fueron toros mansos, descastados e imposibles para una lidia correcta.
* Enrique Ponce, silencio y y palmas tras aviso.
* Sebastián Castella, ovación tras aviso y silencio.
* José Garrido, ovación y vuelta al ruedo tras petición de oreja.
Incidencias:
Casi lleno en el Coso del Baratillo en tarde muy calurosa. Fueron ovacionados el banderillero José Chacón y el picador José Doblado. (Fotos: Toromedia).
Casi lleno en el Coso del Baratillo en tarde muy calurosa. Fueron ovacionados el banderillero José Chacón y el picador José Doblado. (Fotos: Toromedia).
No hay comentarios:
Publicar un comentario