Távora considera absolutamente necesario y urgente devolver este pulmón a los vecinos de Torreblanca, ya que el barrio no cuenta más que con el bulevar del Canal como zona de esparcimiento. La propuesta andalucista pretende convertir este parque en un lugar de encuentro, donde poder pasear, hacer deporte, pasar un día de campo y llevar a los niños.
El Parque Norte, situado en Torreblanca y lindando con el complejo deportivo de Sevilla Este y el Parque Acuático, ocupa una enorme extensión de terreno que, a juicio de la candidata andalucista, puede dar mucho de sí para conjugar las necesidades de todo el barrio, convirtiéndolo en un lugar de esparcimiento para los vecinos de Torreblanca,
Pilar Távora considera que es hora ya de que el Ayuntamiento se ponga al frente de la recuperación de este espacio, sobre el que un día se dieron muchas expectativas a los vecinos y del que nunca han podido disfrutar por la falta de voluntad política y la desidia municipal.
Távora ha recordado que este proyecto vio la luz hace tres décadas, pero que quedó inacabado y abandonado. Por ello denuncia que “los distintos gobiernos municipales que han pasado por estos últimos mandatos hayan permitido que inversiones de este calado se dejen morir” y resalta lo “lamentable que resulta que un espacio de estas características no pueda ser disfrutado por los vecinos de Torreblanca”.
La historia del Parque Norte se remonta a los años 90, en los que después de mucho esfuerzo se consigue el acuerdo de Junta, Ayuntamiento y Confederación del Guadalquivir para hacer un proyecto de parque. Los recursos provienen de los Fondos Feder (UE), destinados a la regeneración de solares degradados. La ejecución del parque tiene lugar durante el mandato municipal de PP-PA; se traza el planeamiento, los caminos y se dota a una parte de bancos, además del cerramiento perimetral y puerta de acceso. El Parque queda sin finalizar desde entonces pendiente de iluminación, dotación de juegos, mobiliario, etc.
A partir de 1999 cae en el más absoluto abandono sin dedicarle más inversiones ni mantenimiento, por lo que sin poda ni limpieza alguna, se ha convertido hoy en un vertedero, refugio de drogadictos y prostitución y en donde, en innumerables ocasiones se provocan incendios a causa de los jaramagos y la falta de mantenimiento que sufre.
Para Pilar Távora “no es de recibo que un espacio que tendría que aportar calidad de vida al barrio y que los vecinos de Torreblanca vienen reivindicando desde hace décadas, lo único que aporte ahora sea inseguridad y frustración”.
Historia del Parque
En la década de los años 60-70 la zona que ocupa actualmente el parque, junto con los terrenos del parque acuático y zona deportiva pertenecían al Cortijo Santa Bárbara más conocido como Cortijo del Peyre, una amplia parcela de tierras sembradas y fértiles llenas de naranjos de una enorme calidad, así como con un amplio surtido de verduras y frutas.
En los años 80 y debido a la expansión de las grandes superficies y zonas residenciales, las tierras se abandonan y pasan a propiedad del Ayuntamiento de Sevilla, utilizándose estos terrenos como vivero de árboles y plantas para la urbanización de toda la zona de Sevilla Este.
Sobre los años 90 tiene lugar su construcción y a partir de 1999 cae en el abandono.
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