Que me perdone mi amigo Curro Romero, el nazareno del Gran Poder que lleva el farol delante de la roja cortina del teatro sevillano y la pequeña amazona que va a caballo con el triste fondo de casetas y farolillos que aparecen en el trasnochado cartel de las Fiestas Primaverales de Sevilla para este año de 2015 y que ha realizado el pintor Francisco Ayala. ¡Vaya tela marinera! Cuando ya estamos en este siglo XXI y todos queremos dar un gran paso adelante entre los adelantos técnicos y la modernidad nos llega este cuadrito pasado de moda para anunciar las solemnes y tradicionales fiestas que se celebran en nuestra ciudad. Y la verdad es que el artista nos ha ofrecido una composición de figuras (con todos mis respetos al exmatador de Camas, al nazareno de la Cofradía de San Lorenzo y a la amazona) que nos hace retroceder en ideas, ingenio y en composición artística muchísimos años. Recuerdo cuando el Ayuntamiento sevillano realizaba un concurso anual para premiar los carteles de la Semana Santa y la Feria, cuyas obras se exponían en el vestíbulo central de la Casa Consistorial. Bueno, pues entonces, y de esto ya han pasado más de cincuenta años, había carteles más valientes, más originales y con más garra y valentía. Ayala no ha sabido sacarle partido ni a la plaza de toros de la Maestranza --que la deja medio derrumbá--, ni a la amazona a caballo –que va muy triste por el paseo del Real--, ni a la Semana Santa ni a la Feria de Abril, con todos los grandes y espectaculares atractivos que tienen estas tradicionales convocatorias. Aunque se hable de la pintura de Ayala como una obra “clásica”, es un cartel enormemente arcaico, caduco y obsoleto.
FERNANDO GELÁN
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