LIGA EUROPEA.-
Se jugó en el estadio portugués de Do Dragao el partido de ida correspondiente a los cuartos de final de la Europa League entre el Fútbol Club Oporto y el Sevilla Club de Fútbol. El encuentro del torneo europeo finalizó con el resultado de uno a cero (1-0) a favor de la escuadra portuguesa. No jugó el Sevilla un buen partido porque desarrolló un extraño sistema para poder superar el buen armazón y la calidad de los hombres de Luis Castro. Se defendió a ultranza el equipo de Nervión en el primer tiempo, sufriendo lo suyo y recibiendo el gol de Mangana en el minuto 31 –el tanto del triunfo del Oporto en esta ida--, y aunque el cuadro de Emery quiso reaccionar en la segunda parte, los hombres claves no tuvieron su noche, casos de Rakitic y Reyes, porque se tuvieron que dedicar de forma a tareas defensivas a las que no están acostumbrados. Beto, en muchas ocasiones, y dos balones al palo, lanzados sobre el portal sevillista de Defour –primer tiempo--, y de Quaresma –en la segunda parte--, salvó al cuadro sevillista, vestido de rojo en este choque, de recibir una dura derrota. Esa mínima victoria del Oporto en este partido de ida de la Liga Europea hace concebir muchas esperanzas para el encuentro de vuelta en el Sánchez Pizjuán. Pero hay que cambiar los cables y Emery tiene que buscar otras fórmulas, porque el cuadro portugués siempre es rival peligroso y de mucha calidad.
Había que arrimar el hombro. Sacarse la espinita clavada de un anterior choque europeo para dar el primer paso y plantarse en las semifinales. Había que luchar con ambición y coraje para comerse a los portugueses del Oporto y lograr un resultado inteligente para el encuentro de vuelta en el Ramón Sánchez Pizjuán. Había que defender la gloria del sevillismo en el campo de Do Dragao y que fuera en este terreno de juego un Sevilla “maravillao”. Pero ante el Oporto no funcionó ni el sistema ni las ganas que pusieron sobre el terreno de juego los hombres de Emery.
Emery pensaba que tenía atado y bien atado la táctica a seguir para poder sorprender al Oporto y armar la revolución ante el cuadro portugués. Pero no le funcionó la táctica que planteó en Do Dragao. La escuadra sevillista tenía que superar el tropiezo en la Liga ante el Celta y volver a la senda de las grandes gestas como hizo ante el Real Madrid en el torneo de la regularidad para alcanzar seis históricas victorias consecutivas y como hizo ante el eterno rival en los octavos de final, sorprendiendo a los verdiblancos en el propio Villamarín en el partido de vuelta del torneo del Viejo Continente. La ilusión, por tanto, era tremenda. Dar el golpe. Dar el palo. Dar el mazazo. Pero al Sevilla, en Do Dragao, le salió el tiro por la culata.
El equipo de Nervión llegó al Estadio portugués con muchas aspiraciones de hacer algo grande en esta competición europea. El Fútbol Club Oporto –FC Porto, para los portugueses--, aunque no está ahora en sus mejores momentos, es una entidad futbolera de mucho prestigio y aún tiene hombres de mucha calidad. Desde su fundación en 1933 ha permanecido siempre en la Primera División. El equipo de Emery se enfrentaba, por tanto, a un equipo de solera y con ganas de hacer daño para poder hacer nueva historia deportiva. Pero la historia planteada por el vasco en el campo del Oporto estuvo escrita con renglones torcidos. Lo más importante es que con ese 1-0 en contra hay muchas ilusiones en el bando sevillista para la vuelta en el Sánchez Pizjuán, aunque la batalla será tremenda.
FÚTBOL CLUB OPORTO, 1; SEVILLA FÚTBOL CLUB, 0.
Sufrió bastante el Sevilla en los primeros cuarenta y cinco minutos de partido en el Estadio Do Dragao. El Oporto controló más el juego, dominó y fue más peligroso y ambicioso en el ataque. Los hombres de Emery se replegaron ordenadamente, formando fuertes líneas defensivas, con el fin de cortar la presión incordiante de los portugueses, que una y otra vez llegaban al área de la escuadra de Nervión con muchas malas intenciones. En apenas once minutos, el Oporto llegó a lanzar hasta cinco saques de esquinas sobre el portal de Beto, que mantenía su puerta a cero por la muralla montada y equipada por sus compañeros ante su puerta.
Casi más de 25 minutos el cuadro local fue quien llevó la voz cantante. A partir de ese momento el Sevilla se planteó mejor su sistema de juego para organizar algunas jugadas a la contra. A los 27 minutos, cuando Rakitic lanzó una falta sobre el área portuguesa, Coke estuvo a punto de rematar a gol, pero el balón, después de rebotar en el portero del Oporto, fue despejado con la cara por el colombiano Martínez a córner. Pudo sorprender el cuadro de Nervión en esta jugada. Sin embargo, el equipo portugués salvó los muebles como mejor pudo.
Pero el Oporto fue muy astuto a la hora de lograr su primer gol del partido. A los 31 minutos de este primer tiempo sacó una falta el cuadro local, cogiendo despistado al Sevilla que reclamaba una jugada dudosa al árbitro. Centró Quaresma al recibir el balón sobre el área sevillista, dentro de la empanada mental que tenía el Sevilla porque había abandonado el orden defensivo, rematando a gol Mangana ante los deseos de Beto de atrapar el cuero. 1-0 para el Oporto como premio a su constancia y a su juego intenso y más coordinado.
Se estiró el Sevilla algo más con este tanto en contra, pero siempre fue el Oporto el equipo con más posibilidades de crear juego y acciones ofensivas con peligro. En la recta final de este primer tiempo, Beto fue la figura. Salvo un intento de Coke en sorprender desde lejos a Fabiano, primero Quaresma y después Defour –con un duro disparo en el minuto 45 y cuyo balón dio en la madera--, pudieron poner más guindas al tanto marcado por Mangana. Sufrió mucho el Sevilla en estos 45 primeros minutos, muy desorientado y vulnerable..
Intentó el Sevilla un cambio en la colocación de los peones en la segunda parte. Adelantó a sus hombres, dejó el fuerte orden defensivo del primer tiempo e intentó organizar el juego en el centro del campo para llegar al área local con peligro. Pero ni Reyes ni Rakitic, futbolistas de creación, estaban finos porque en la mente de los jugadores estaba fija la idea de conservar y tapar huecos para evitar las continuas acciones ofensivas de los portugueses. No encontró el ritmo adecuado el Sevilla para sacar provecho a sus fórmulas, porque, además, el cuadro de Emery apenas llegó con peligro y remate ante Fabiano. Estuvo siempre más seguro, sereno y claro de ideas el Oporto, que buscó con mucha intensidad hasta Beto para aumentar su cuenta goleadora.
Pese a todas las trabas tácticas y de orden en el juego, el Sevilla dio en este segundo periodo de tiempo un pasito adelante, sobre todo cuando Emery hizo saltar al terreno del estadio portugués a Gameiro y a Vitolo. El equipo de Nervión encontró mejores formas para poder alcanzar el área local, pero apenas encontró el remate adecuado para la remontada.
Hubo a veces que el Sevilla un juego conformista porque no hallaba el camino del gol a pesar de sus buenas intenciones y de la empanada táctica. Sin embargo, Figueiras, en el minuto 68, estuvo a punto de marcar, y Gameiro, en el minuto 75, falló ante Fabiano, cuando quiso rematar un balón rechazado por el portero del Oporto a duro disparo de Bacca. Aquí estuvo, al menos, el empate. Pero sería el cuadro portugués quien pudo rematar la faena, en un lanzamiento de falta de Cuaresma en el minuto 93 de partido. Por dos veces disparó el portugués al portal de Beto. En el primer lanzamiento, el balón dio en la barrera sevillista y en el segundo, el cuero chocó en el poste, ante la sorpresa del cancerbero sevillista. En esta recta final, con rifirrafe incluido por la expulsión de Fernando en el minuto 87 –este buen jugador no estará en el partido de vuelta en Nervión--, el Sevilla aguantó el triquitraque local y salió vivo de Do Dragao con esa mínima derrota –1-0--. Un marcador que da esperanzas para darle la vuelta a esta eliminatoria de cuartos de final de la Liga Europea, que se jugará en Nervión dentro de siete días.
FICHA TÉCNICA:
Alineaciones:
Se jugó en el estadio portugués de Do Dragao el partido de ida correspondiente a los cuartos de final de la Europa League entre el Fútbol Club Oporto y el Sevilla Club de Fútbol. El encuentro del torneo europeo finalizó con el resultado de uno a cero (1-0) a favor de la escuadra portuguesa. No jugó el Sevilla un buen partido porque desarrolló un extraño sistema para poder superar el buen armazón y la calidad de los hombres de Luis Castro. Se defendió a ultranza el equipo de Nervión en el primer tiempo, sufriendo lo suyo y recibiendo el gol de Mangana en el minuto 31 –el tanto del triunfo del Oporto en esta ida--, y aunque el cuadro de Emery quiso reaccionar en la segunda parte, los hombres claves no tuvieron su noche, casos de Rakitic y Reyes, porque se tuvieron que dedicar de forma a tareas defensivas a las que no están acostumbrados. Beto, en muchas ocasiones, y dos balones al palo, lanzados sobre el portal sevillista de Defour –primer tiempo--, y de Quaresma –en la segunda parte--, salvó al cuadro sevillista, vestido de rojo en este choque, de recibir una dura derrota. Esa mínima victoria del Oporto en este partido de ida de la Liga Europea hace concebir muchas esperanzas para el encuentro de vuelta en el Sánchez Pizjuán. Pero hay que cambiar los cables y Emery tiene que buscar otras fórmulas, porque el cuadro portugués siempre es rival peligroso y de mucha calidad.
Había que arrimar el hombro. Sacarse la espinita clavada de un anterior choque europeo para dar el primer paso y plantarse en las semifinales. Había que luchar con ambición y coraje para comerse a los portugueses del Oporto y lograr un resultado inteligente para el encuentro de vuelta en el Ramón Sánchez Pizjuán. Había que defender la gloria del sevillismo en el campo de Do Dragao y que fuera en este terreno de juego un Sevilla “maravillao”. Pero ante el Oporto no funcionó ni el sistema ni las ganas que pusieron sobre el terreno de juego los hombres de Emery.
Emery pensaba que tenía atado y bien atado la táctica a seguir para poder sorprender al Oporto y armar la revolución ante el cuadro portugués. Pero no le funcionó la táctica que planteó en Do Dragao. La escuadra sevillista tenía que superar el tropiezo en la Liga ante el Celta y volver a la senda de las grandes gestas como hizo ante el Real Madrid en el torneo de la regularidad para alcanzar seis históricas victorias consecutivas y como hizo ante el eterno rival en los octavos de final, sorprendiendo a los verdiblancos en el propio Villamarín en el partido de vuelta del torneo del Viejo Continente. La ilusión, por tanto, era tremenda. Dar el golpe. Dar el palo. Dar el mazazo. Pero al Sevilla, en Do Dragao, le salió el tiro por la culata.
El equipo de Nervión llegó al Estadio portugués con muchas aspiraciones de hacer algo grande en esta competición europea. El Fútbol Club Oporto –FC Porto, para los portugueses--, aunque no está ahora en sus mejores momentos, es una entidad futbolera de mucho prestigio y aún tiene hombres de mucha calidad. Desde su fundación en 1933 ha permanecido siempre en la Primera División. El equipo de Emery se enfrentaba, por tanto, a un equipo de solera y con ganas de hacer daño para poder hacer nueva historia deportiva. Pero la historia planteada por el vasco en el campo del Oporto estuvo escrita con renglones torcidos. Lo más importante es que con ese 1-0 en contra hay muchas ilusiones en el bando sevillista para la vuelta en el Sánchez Pizjuán, aunque la batalla será tremenda.
FÚTBOL CLUB OPORTO, 1; SEVILLA FÚTBOL CLUB, 0.
Sufrió bastante el Sevilla en los primeros cuarenta y cinco minutos de partido en el Estadio Do Dragao. El Oporto controló más el juego, dominó y fue más peligroso y ambicioso en el ataque. Los hombres de Emery se replegaron ordenadamente, formando fuertes líneas defensivas, con el fin de cortar la presión incordiante de los portugueses, que una y otra vez llegaban al área de la escuadra de Nervión con muchas malas intenciones. En apenas once minutos, el Oporto llegó a lanzar hasta cinco saques de esquinas sobre el portal de Beto, que mantenía su puerta a cero por la muralla montada y equipada por sus compañeros ante su puerta.
Casi más de 25 minutos el cuadro local fue quien llevó la voz cantante. A partir de ese momento el Sevilla se planteó mejor su sistema de juego para organizar algunas jugadas a la contra. A los 27 minutos, cuando Rakitic lanzó una falta sobre el área portuguesa, Coke estuvo a punto de rematar a gol, pero el balón, después de rebotar en el portero del Oporto, fue despejado con la cara por el colombiano Martínez a córner. Pudo sorprender el cuadro de Nervión en esta jugada. Sin embargo, el equipo portugués salvó los muebles como mejor pudo.
Pero el Oporto fue muy astuto a la hora de lograr su primer gol del partido. A los 31 minutos de este primer tiempo sacó una falta el cuadro local, cogiendo despistado al Sevilla que reclamaba una jugada dudosa al árbitro. Centró Quaresma al recibir el balón sobre el área sevillista, dentro de la empanada mental que tenía el Sevilla porque había abandonado el orden defensivo, rematando a gol Mangana ante los deseos de Beto de atrapar el cuero. 1-0 para el Oporto como premio a su constancia y a su juego intenso y más coordinado.
Se estiró el Sevilla algo más con este tanto en contra, pero siempre fue el Oporto el equipo con más posibilidades de crear juego y acciones ofensivas con peligro. En la recta final de este primer tiempo, Beto fue la figura. Salvo un intento de Coke en sorprender desde lejos a Fabiano, primero Quaresma y después Defour –con un duro disparo en el minuto 45 y cuyo balón dio en la madera--, pudieron poner más guindas al tanto marcado por Mangana. Sufrió mucho el Sevilla en estos 45 primeros minutos, muy desorientado y vulnerable..
Intentó el Sevilla un cambio en la colocación de los peones en la segunda parte. Adelantó a sus hombres, dejó el fuerte orden defensivo del primer tiempo e intentó organizar el juego en el centro del campo para llegar al área local con peligro. Pero ni Reyes ni Rakitic, futbolistas de creación, estaban finos porque en la mente de los jugadores estaba fija la idea de conservar y tapar huecos para evitar las continuas acciones ofensivas de los portugueses. No encontró el ritmo adecuado el Sevilla para sacar provecho a sus fórmulas, porque, además, el cuadro de Emery apenas llegó con peligro y remate ante Fabiano. Estuvo siempre más seguro, sereno y claro de ideas el Oporto, que buscó con mucha intensidad hasta Beto para aumentar su cuenta goleadora.
Pese a todas las trabas tácticas y de orden en el juego, el Sevilla dio en este segundo periodo de tiempo un pasito adelante, sobre todo cuando Emery hizo saltar al terreno del estadio portugués a Gameiro y a Vitolo. El equipo de Nervión encontró mejores formas para poder alcanzar el área local, pero apenas encontró el remate adecuado para la remontada.
Hubo a veces que el Sevilla un juego conformista porque no hallaba el camino del gol a pesar de sus buenas intenciones y de la empanada táctica. Sin embargo, Figueiras, en el minuto 68, estuvo a punto de marcar, y Gameiro, en el minuto 75, falló ante Fabiano, cuando quiso rematar un balón rechazado por el portero del Oporto a duro disparo de Bacca. Aquí estuvo, al menos, el empate. Pero sería el cuadro portugués quien pudo rematar la faena, en un lanzamiento de falta de Cuaresma en el minuto 93 de partido. Por dos veces disparó el portugués al portal de Beto. En el primer lanzamiento, el balón dio en la barrera sevillista y en el segundo, el cuero chocó en el poste, ante la sorpresa del cancerbero sevillista. En esta recta final, con rifirrafe incluido por la expulsión de Fernando en el minuto 87 –este buen jugador no estará en el partido de vuelta en Nervión--, el Sevilla aguantó el triquitraque local y salió vivo de Do Dragao con esa mínima derrota –1-0--. Un marcador que da esperanzas para darle la vuelta a esta eliminatoria de cuartos de final de la Liga Europea, que se jugará en Nervión dentro de siete días.
FICHA TÉCNICA:
Alineaciones:
F.C. Oporto: Fabiano; Danilo, Mangala, Diego Reyes y Alex Sandro; Fernando Reges, Steven Defour (Héctor Herrera, minuto 70) y Carlos Eduardo (Juan Quintero, minuto 57); Silvestre Varela (Ghilas, minuto 76), Jackson Martínez y Ricardo Quaresma.
Sevilla F.C.: Beto; Coke, Nico Pareja, Fernando Navarro, Alberto Moreno; Iborra (Diogo Figueiras, minuto 63) Carriço; Reyes (Vitolo, minuto 74), Rakitic, Marko Marin (Kevin Gameiro, minuto 63); y Bacca.
Gol:
Sevilla F.C.: Beto; Coke, Nico Pareja, Fernando Navarro, Alberto Moreno; Iborra (Diogo Figueiras, minuto 63) Carriço; Reyes (Vitolo, minuto 74), Rakitic, Marko Marin (Kevin Gameiro, minuto 63); y Bacca.
Gol:
1-0: minuto 31, Mangala.
Árbitro:
Wolfgang Stark (ALE) amonestó a Alberto Moreno --no podrá jugar en la vuelta--, y José Antonio Reyes por el Sevilla; y Jackson Martínez --no podrá jugar en Sevilla por acumulación de tarjetas--, y Mangala por el Oporto. Fernando Reges (Oporto) fue expulsado por doble amarilla (87) y tampoco podrá estar en en Nervión.
Incidencias:
Incidencias:
Ida de los cuartos de final de la Liga Europa disputada en el Estadio do Dragao de Oporto ante unos 30.000 espectadores y más de 1.500 aficionados del Sevilla. (Foto Liga BBVA).

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