Ester viernes, el diario ABC de Sevilla, en un trabajo realizado por el periodista Alberto García Reyes, y en la web taurina "Aplausos", que se hace amplio eco del texto informativo del diario sevillano, hace referencia a la reclamación que realizado Ramón Valencia, responsable máximo de la Empresa Pagés a la Real Maestranza de Caballería, propietaria del Coso del Baratillo.
Se indica en ABC de Sevilla y en la web de "APLAUSOS"que Ramón Valencia pleitea la revisión del contrato con la institución maestrante, que data de comienzos de los años treinta y expira en 2025
TEXTO QUE RECOGE "APLAUSOS" DE LA INFORMACIÓN QUE PUBLICA ESTE VIERNES ABC DE SEVILLA
"La empresa Pagés, que gestiona la plaza de toros de Sevilla, ha puesto un pleito a la institución propietaria del coso, la Real Maestranza de Caballería, en el que le reclama algo más de seis millones de euros por una antigua disputa técnica del contrato entre ambas partes, que data de comienzos de los años treinta y expira en 2025, tal y como recoge este viernes el diario ABC.
Concretamente, y según informa el citado rotativo, el empresario Ramón Valencia discute los términos del canon que tiene que pagar a la Maestranza por la celebración de los festejos taurinos, ya que el contrato vigente, que sigue siendo el mismo desde que lo firmó Eduardo Pagés, obliga a la empresa a abonar cada año un porcentaje de todos los ingresos obtenidos incluyendo los impuestos. Este es el detalle en el que Valencia discrepa, ya que considera que la fiscalidad de hace 90 años no tiene nada que ver con la actual y que el acuerdo tendría que acogerse sólo a la base imponible excluyendo el IVA. Además, el empresario entiende que también tendría que percibir un porcentaje de la recaudación de las visitas turísticas a la plaza, aunque éstas se tramitan a través del museo, que gestiona directamente la Real Maestranza. Por ambas cuestiones, Valencia reclama a la institución real, cuyo actual teniente de hermano mayor es Santiago de León Domecq, algo más de seis millones de euros. El pleito, que llevan por parte del empresario el despacho Cuatrecasas y por parte de la Maestranza el bufete Zurbarán, ya tendría que haberse dirimido en los juzgados, pero el juicio fue aplazado como consecuencia del estado de alarma decretado por el coronavirus y se ha vuelto a fijar para el próximo mes de enero.
No obstante, ambas partes aseguran que existe una buena relación y que este litigio en los tribunales no afectará al acuerdo que mantienen firmado hasta 2025 gracias a la prórroga que se pactó en 2002, poco antes de que el contrato original entre Pagés y la Maestranza expirase.
COMUNICADO CONJUNTO
Según matiza Alberto García Reyes -el periodista que ha elaborado la información en ABC-, el diario contactó este jueves con la empresa y con la Real Maestranza de Caballería, quienes emitieron un comunicado en el que aseguran que"ante la petición formulada por algunos medios sobre la existencia de algunas cuestiones que se han sometido a la decisión de los tribunales, la Real Maestranza de Caballería de Sevilla y Sevilla Pagés han decidido emitir una nota de prensa conjunta" en la que "ante todo, quieren poner de manifiesto que durante los casi noventa años transcurridos desde el inicio de la gestión de la plaza de toros de Sevilla por don Eduardo Pagés, la relación entre las partes ha sido y es excelente, y ha estado presidida en todo momento por la buena fe, el respeto mutuo y la lealtad recíproca, que siguen perviviendo en la actualidad".
En este comunicado explican que "las cuestiones sometidas a decisión judicial se limitan a específicos aspectos técnicos interpretativos del contrato que les vincula, sin que ello afecte de ninguna manera a la buena relación existente, a la normal gestión de la Plaza ni al desarrollo de las diferentes actividades taurinas y de otro orden que en ella se realizan".
Este periódico digital de GELÁNNOTICIAS se ha puesto en contacto con el responsable de comunicación de la Empresa Pagés. Nos ha informado que no habrá ningún comunicado oficial de la entidad taurina ni tampoco declaraciones de Ramón Valencia.
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