domingo, 3 de abril de 2016

EL PENALTI DE GELÁN.- Se rompió la racha de triunfos del Sevilla en el Sánchez Pizjuan ante una Real Sociedad demasiada afortunada (1-2)

Volvía la Liga BBVA. Tras los encuentros de la selección española que aún dirige Del Bosque y los días cofradieros de la Semana Santa que provocó un largo parón futbolero se disputó en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán el partido correspondiente a las 31ª jornada del torneo de la regularidad entre el Sevilla Fútbol y la Real Sociedad de San Vicente.
El equipo de Emery tenía el compromiso y la responsabilidad de seguir cosechando triunfos en casa para poder mantener esa buena clasificación en la tabla y aspirar a todo lo mejor, teniendo en cuenta que aún hay muchos puntos en juego. Ganar a la Real para continuar la buena racha en el viejo Nervión significaba escalar un nuevo peldaño para estar más cerca de clasificaciones europeas.
Pero no pudo alcanzar ese premio el equipo de Emery en esta ocasión. La Real se adelantó pronto en el marcador --no habían transcurridos ni dos minutos--, y el Sevilla se desorientó ante el cuadro realista que supo sacar mucha ventaja de los nervios y del atasco del once blanco. Además, para mayor inri, Krychowiak mandó el balón al fondo de su propia portería ante la desesperación del sorprendido Sergio Rico. El cuadro de Esteban Sacristán golpeaba así, de esta forma rotunda, pero con excesiva fortuna, al Sevilla, en dos jugadas de estrategia. Con este 0-2 finalizaron los primeros cuarenta y cinco minutos de juego. Pero el cuadro de Nervión nunca perdió la esperanza de remontar el duro marcador en contra.
Con otro aire más intenso y con un fútbol más arrollador, el Sevilla, en la segunda parte, encontró pronto la forma de acortar distancias. Hubo esta vez un claro penalti de Bergara a Krychowiak. El máximo castigo fue lanzado por Gameiro para poner el 1-2. La Real empezó a sufrir. Sobre todo, cuando en el minuto 68 se quedó con diez jugadores.
El Sevilla metió al acelerador y con intensidad marcó un fuerte asedio en el área visitante. Los hombres de Sacristán, con diez, se defendieron del fuerte batallar de los blancos. Gameiro tuvo ocasiones de macar, pero Rulli, inspirado, salvó goles cantados. A pesar de jugar con superioridad, la escuadra de Emery no pudo sacar claro provecho de tantas oportunidades para empatar y hasta de darle la vuelta al marcador. Pero la Real, firme y sufriendo, supo mantener el resultado a su favor. Y así, hasta con cinco minutos de prórroga, el Sevilla perdió tras 17 encuentros seguidos sin perder --13 en la Liga--, en el coliseo del Sánchez Pizjuán.

SORPRENDIÓ LA REAL AL SEVILLA CON SUS DOS GOLES EN EL PRIMER TIEMPO
Galopa y corta el viento… ¡Ay Sevilla, Sevilla de mis amores! Tras la Pasión de la Semana Santa llegó este 3 de abril otra pasión que se vive desde las gradas del coliseo de Nervión. El equipo que prepara con su garra y su fuerza Unai Emery tenía que marcar un buen ritmo, por sevillanas, porque había que prepararse para vivir con intensidad las fiestas en el Sánchez Pizjuán y en el Real de la Feria. El cuadro blanco afrontaba un nuevo reto en casa. El rival era ahora esa Real que está dando muchos tumbos. Pero ya se sabe que no hay enemigo pequeño. Hay equipos que se suelen crecer frente a las desgracias. Y el equipo de San Sebastián supo luchar con sus efectivos para alcanzar los puntos en litigio. Los hombres de Eusebio Sacristán se encontraron a los dos minutos de juego con un sorprendente gol. Lanzó una falta desde fuera del área el equipo donostiarra y remató Bergara al fondo de la portería de Sergio Rico. Era un inesperado 0-1 en el Sánchez Pizjuán. Los seguidores blancos no se podían creer lo que estaba pasando en el terreno de juego. Además, el Sevilla de Emery se atascó ante la presión y el control que hicieron de forma muy positiva el equipo realista. Ante la torpeza de los locales, la Real se fue creciendo. Se multiplicó, además en sus funciones para estar atentos en la defensa y organizar letales contragolpes. Aunque Rulli atajó dos balones rematados con dureza por Gameiro, el cuadro de Nervión no logró serenar su fútbol para lograr sus buenos e intencionados propósitos. Reyes no alcanzó un nivel de juego positivo. Tampoco Banega y Cristóforo hacían bien sus acciones creativas. Y el Sevilla fue dando tumbos el ritmo que marcaban los visitantes. En este periodo, tras el tanto donostiarra, también hubo un posible penalti de Yuri a Ramí, pero el colegiado dejó seguir la jugada sin ver la acción ilegal. Además le mostró cartulina amarilla al central sevillista por sus protestas.
Pero en una jugada desgraciada en el área sevillista, al lanzamiento de otra falta sobre la portería de Sergio Rico, el balón dio en la espalda de Krykowiak y sorprendió a Sergio Rico. La Real marcaba en el minuto 34 el 0-2, ante el asombro de propios y extraños. Así acabó el primer periodo de este choque. Un Sevilla, además, nervioso y encogido, porque era inimaginable el resultado en contra que había encajado en estos primeros cuarenta y cinco minutos.

EL SEVILLA, TRAS EL GOL DE GAMEIRO DE PENALTI, TUVO CLARAS OCASIONES DE REMONTAR EL RESULTADO EN CONTRA
Salió con otro talante el Sevilla en la segunda parte del encuentro. Los hombres de Emery se presentaron sobre el terreno de juego con el firme propósito de superar el resultado en contra. El técnico blanco hizo de salida un primer cambio –Cristóforo por Iborra--, para marcar más el compás ofensivo del equipo. A los 49 minutos llegó el penalti de Bergara a Krychowiak. Gameiro realizó el lanzamiento desde los once metros haciendo inútil la estirada del portero realista. Se recortaba el marcador con este 1-2 en el minuto 50.
El acoso sevillista al portal visitante fue constante y peligroso. En el minuto 65 hubo otro relevo en el bando local, entrando NZonzi por Krychowiak. Pocos minutos después --minuto 68--, llegó la expulsión de Bergara por una dura entrada a Banega. La Real, que ya sufría, se quedaba con un hombre menos. Las ocasiones de gol para el Sevilla fueron continuas. Vitolo y Gameiro tuvieron goles en sus botas. Emery realizó el último cambio y sacó del campo a Reyes, no muy afortunado en su juego, y metió al habilidoso Konoplyanka.
El asedio blanco en el área del equipo de la Real fue total. Pero Rulli salvó siempre los remates del delantero francés, que fue quien más cerca estuvo de marcar para la remontada local. En la recta final fue todo un claro monólogo del Sevilla ante una Real que se atrincheró en su parcela para verlas venir. Pero no tuvo el Sevilla el santo de cara. Faltó fortuna y tino en las numerosas ocasiones de gol. Los vascos sufrieron hasta que Clos Gómez, que prolongó cinco minutos el choque, pitó el final. Las buenas estadísticas del Sevilla en casa en esta temporada se fueron al garete. A partir de ahora, para consolidar puestos en Europa, habrá que analizar bien la situación para que este golpe recibido en casa no afecte para nada las metas ya marcadas. (Foto: SFC).

FERNANDO GELÁN

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