sábado, 26 de septiembre de 2015

TOROS.- Alberto López Simón cortó una oreja en el mano a mano con Manuel Escribano en la primera corrida de la Feria de San Miguel celebrada en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla

CRÓNICA DE FERNANDO GELÁN

Volvieron los toros a la Plaza de la Real Maestranza. La Empresa Pagés, que ahora regenta a solas Ramón Valencia tras la retirada de Eduardo Canorea, organizó dos corridas para esta Feria de San Miguel 2015. Después de casi dos meses sin festejos taurinos, en Sevilla sonó la Banda de Música del Maestro Tejera y los clarines del miedo. Todos los hombres que figuran en los carteles son jóvenes valores que han conquistado premios importantes y que han organizado el taco en muchas plazas. Se puede decir que forman parte de la valiente y firme cantera de matadores que luchan con valor y con mucha entrega para ocupar puestos destacados en el escalafón taurino.

Esta vez, en la primera corrida de esta tradicional jornada de la Feria de San Miguel, en el festejo de San Miguel actuaron Manuel Escribano y Alberto López Simón. Era un mano a mano con mucho poder de convocatoria. Se ha dejado por escrito que este cartel sólo era interesante para los aficionados y no para el “turista”. Pero si mi pasión son los toros y mi deseo es vivir una corrida y sentir la lucha del hombre con el animal que sale a la plaza con todas sus “malas” intenciones, Ramón Valencia ha acertado plenamente con contar para Sevilla con esta savia nueva.

Éste mano a mano Escribano-López Simón tuvo muchos alicientes. No era una lucha de moros y cristianos, sino la viva competencia entre dos jóvenes y ambiciosos toreros en busca del sueño feliz. Hay que olvidar tiempos pasados. Ramón Valencia nos ha dado con éste mano a mano de la Feria de San Miguel la oportunidad de contemplar un duelo interesante.
Escribano y López Simón tenían todo por delante en el Coso del Arenal para vencer y convencer. Los dos toreros siempre con las espadas en alto y con el deseo de templar y mandar. Cada diestro hizo su guerra particular. Arriesgaron, aguantaron y los dos matadores pusieron sus cinco sentidos en la lidia. Apostaron fuerte para dominar con calidad y entrega cada faena, forzando siempre la máquina con el fin de dejar clara constancia de todas sus ambiciones.
Ya lo dijeron los dos matadores en la rueda de Prensa en la que se presentó este mano a mano: “Es un sueño torear en la Real Maestranza”. Pero fue Alberto López Simón quien ganó el pulso. Dio una vuelta el ruedo en el primero, cortó una oreja en el segundo de su lote y a punto estuvo de lograr el triunfo pleno en el que cerró plaza. Falló con la espada, pero su toreo fue grande y espectacular.

No tuvo fortuna con el ganado que le tocó en suerte Manuel Escribano. Al primer tapón hubo zurrapa, porque el primer toro en salir al albero de la Maestranza fue devuelto a los corrales. Pero el sobrero --Mira-bajo--, tampoco dio el juego deseado por el diestro. Un toro sin fuerza y manso. El de Gerena intentó agradar a la concurrencia. Puso banderillas y destacó cuando colocó los palos al violín. Ya con la muleta, Escribano estuvo con ganas, pero el toro se rajó. El de Gerena alargó inútilmente la faena porque intentó superar las dificultades. Mató de estocada y hubo silencio al final de la lidia.
En el segundo de su lote, Escribano se fue a portagayola para caldear el ambiente. Pero el toro nunca respondió a los buenos deseos del sevillano. Aunque hubo algunas protestas, la presidenta mantuvo el desarrollo de la lidia. El de Gerena no cogió banderillas en esta ocasión y se centró totalmente en la faena de muleta para superar todos los inconvenientes. Con la muleta, Escribano ejecutó buenos naturales, con temple y calidad. Pero al final sólo tuvo como premio una ovación.
Tampoco pudo romper los moldes en el tercero de su lote. Esta vez cogió los palos para lucirse en este tercio. Citando desde el estribo, el torero colocó un brillante y espectacular cuarto par de banderillas que fue largamente ovacionado. Sin embargo, el de Gerena, que luchó desesperadamente para ofrecer una buena lidia, no tuvo el toro deseado para el lucimiento. Con la muleta, el sevillano probó con pases cambiados por la espalda y con una serie por la derecha y ajustados naturales. Pero el animal fue perdiendo fuerza y la faena de Escribano no alcanzó el nivel esperado. Tras la estocada irregular, el público valoró con una ovación su entrega.

Alberto López Simón fue el joven torero que a punto estuvo de salir por la Puerta del Príncipe si acierta con la espada en el tercero de su lote. El madrileño tuvo fortuna con los toros que tuvo que lidiar en el Coso del Baratillo. En su primero, López Simón ya mostró sus ganas de triunfar en la Maestranza. La faena de muleta fue muy ligada y con series ejecutadas con mucho temple. El torero, firme en sus deseos de conquista, siempre dominó la situación ante el morlaco. Sonó la música y López Simón, metido de lleno en la pelea, ejecutó brillantes series por la derecha y por la izquierda para levantar al público de sus asientos. El madrileño también se lució en ajustadas manoletinas. Tras liquidar al animal, hubo petición de oreja y el torero se tuvo que con formar con una vuelta al ruedo.
En el segundo de su lote, López Simón buscó el triunfo total. Brilló con el capote, con templados lances. Con la muleta, el madrileño ligó una serie de muletazos que ejecutó con quietud y con calidad. Todo fue arte puro. La música llegó al Coso del Baratillo y López Simón se creció aún más para trabajar sobre el albero maestrante con más ganas y con más entrega. Series por la derecha y por la izquierda. El madrileño estaba en la cresta de la ola y todo su afán fue que los aficionados vivieran estos interesantes momentos de la lidia. Y el público se puso en pie con el buen toreo de López Simón. Mató de estocada y esta vez sí alcanzó el premio de una oreja.
En el tercero de su lote --el sexto que cerró el mano a mano--, el madrileño volvió a demostrar su buen oficio. López Simón estuvo, además, valiente en este último toro de la tarde. Entregado y firme siempre, el torero puso genio en esa lucha con el morlaco. López Simón superó siempre todas las malas intenciones del toro para poder llevar a cabo una emocionante faena con la muleta. El madrileño destacó cuando desarrolló cuatro series por la derecha y los aficionados volvieron a ponerse en pie y a tocar palmas por sevillanas. Pero López Simón falló con la espada. Cuando tenía en sus manos un nuevo triunfo mató de dos pinchazos y estocada. Pudo cortar hasta las dos orejas y salir merecidamente por la Puerta del Príncipe. Sin embargo, el madrileño se tuvo que conformar con una fuerte y prolongada ovación.

FICHA DEL FESTEJO:
Se celebró en la Plaza de Toros de la Real Maestranza de Sevilla la primera corrida de la Feria de San Miguel. En este festejo se lidiaron reses de la ganadería de El Pilar-Moisés Fraile, bien presentados, pero de juego variado. El primer toro, Jacobero, fue devuelto a los chiqueros y salió el primer sobrero de la corrida, Mira-bajo.

* Manuel Escribano, silencio, ovación y ovación.
* Alberto López Simón, Vuelta el ruedo con petición de oreja, oreja y fuerte ovación.

Hubo algo más de media entrada en tarde calurosa. (Fotos: Toromedia).

* Este domingo, 27 de septiembre, se celebrará en la Plaza de Toros de la Real Maestranza la segunda corrida de la Feria de San Miguel. Se lidiarán reses de la ganadería de Alcurrucén y el cartel estará formado por los toreros sevillanos Esaú Fernández, Borja Jiménez y Lama de Góngora. El festejo comenzará a las seis de la tarde.


















* PULSAR PARA VER EL VÍDEO DE LA CORRIDA REALIZADO POR LA EMPRESA PAGÉS:
Resumen Corrida 26 Septiembre 2015

* Seguiremos informando con la crónica de Fernando Gelán.

1 comentario:

Unknown dijo...

CORNADA

“Valiente, López Simón, torero de corazón.”

¿Recibir una cornada?,
a mí no me importa nada,
vengo al ruedo por el triunfo
de los Dioses del Olimpo.

Siempre buscando la gloria,
forjando fiel trayectoria,
plasmo mi verdad taurina,
que en el arte se origina.

Valor, arrojo, hombre fuerte,
confiadísimo en la suerte,
me cuida La Virgencita,
mi vida lo necesita.

Soy torero de fortuna,
de los cuernos de la luna,
preparo muy bien mis tientas,
el paseíllo, en Las Ventas.

Arrimado, más que nada,
¿qué me importa una cornada?,
pitones, rocen mi traje,
del miedo, hoy, me sustraje.

En los gajes de un oficio,
que da cielo o precipicio,
cortando rabo y orejas,
logrando indulto, sin quejas.

Defiendo mi tauromaquia,
realidad, festejo, magia,
me gusta astado cinqueño,
bravo, de casta, de ensueño.

Con más de quinientos kilos,
que levante los suspiros,
más de media tonelada
que, a mí, no me importa nada.

Soy espada, el más osado,
¡madre mía!, toro pasado,
muy cerquita de mi vientre,
Dios proteja al que lo intente.

¡Qué un olé, surque los vientos!,
las palmas sean mis alientos,
de una afición sublimada,
por el toreo enamorada.

Banda de Música, suene,
que un paso doble, resuene,
tóquenme “España Cañí”,
la cuna donde nací.

Viendo llenos los tendidos,
por seres bien entendidos,
en cuestiones de la lidia,
con decoro, sin perfidia.

¿Qué pierdo, al perder la vida,
sufriendo mortal herida?,
revolcado, lastimado,
nunca, jamás me he rajado.

Piel surcada, por raíces,
sangrantes mis cicatrices,
cosidas llevo las venas,
de un hilo penden mis penas.

Aunque sufra otra cornada,
a mí no me importa nada,
mas que cimbrar una Plaza,
soy alma que no fracasa.

Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
México, D. F., a 20 de septiembre del 2015
Dedicado a Don Carlos Campos, fiel amante del toreo
Reg. SEP Indautor No. (en trámite)