* Tras meses de preparación, dos internos de los centros penitenciarios de Sevilla II y Valladolid, condenados por asesinato y violencia familiar respectivamente, se han reunido con las víctimas directas de sus delitos
* Son los primeros resultados de los talleres Diálogos Restaurativos que Instituciones Penitenciaria puso en marcha a finales de 2019 con la colaboración de las asociaciones de Mediación AMEDI y AMEE, el CGPJ, la Fiscalía de Sevilla, el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria de Valladolid y el Servicio de Atención a Víctimas de Andalucía
Dos internos de los centros penitenciarios Sevilla II y Valladolid han sido los primeros en celebrar encuentros restaurativos con las víctimas directas de sus delitos, unas reuniones que suponen el colofón de los talleres Diálogos Restaurativos que Instituciones Penitenciarias (IIPP) puso en marcha en noviembre de 2019 para condenados a privación de libertad.
En el caso de Sevilla II, el interno, condenado por asesinato, se reunió con los padres de su víctima en presencia de los mediadores de la Asociación Andaluza de Mediación AMEDI que, durante meses, prepararon el encuentro con ambas partes.
La reunión se celebró durante tres horas en dependencias penitenciarias fuera de prisión. Según AMEDI, tras el reconocimiento del daño causado y la petición de perdón, el interno aseguró que el encuentro había supuesto “un antes y un después en su vida”.
El encuentro restaurativo celebrado en Valladolid reunió a una persona condenada por un delito de violencia en el ámbito de la familia con su hermana, víctima del delito. Y, como en el caso anterior, se produjo tras meses de preparación de ambas partes, en esta ocasión gracias a la Asociación para la Mediación, el Encuentro y la Escucha (AMEE).
La reunión se celebró en dependencias del Centro de Inserción Social de Valladolid. Según AMEE, el condenado expresó su arrepentimiento y los errores cometidos y se comprometió a mantener una relación de respeto y cuidado con su víctima. Esta valoró mucho el cambio que apreció en su hermano y agradeció poder expresar lo que no pudo expresar en su momento.
Además de las asociaciones de Mediación AMEDI y AMEE, responsables de impartir los talleres, Instituciones Penitenciarias cuenta con la colaboración de la Fiscalía de Sevilla, el Juzgado de Vigilancia de Valladolid y el Servicio de Atención a Víctimas de Andalucía, encargados de contactar con las víctimas conforme a un protocolo redactado entre IIPP y Consejo General del Poder Judicial.
Los encuentros restaurativos llevan años realizándose con condenados a penas y medidas alternativas a la prisión. La novedad de los Diálogos Restaurativos, que comenzaron el pasado mes de noviembre con 45 internos de las prisiones de Sevilla y Valladolid, es que por primera vez se llevaron a cabo con penados a privación de libertad, salvo los condenados por Violencia de Género o delitos contra la Libertad Sexual y aquellos con patologías psiquiátricas.
Los Diálogos incluyen una primera fase de preparación de los condenados en los que se trabaja la empatía, la asunción de responsabilidad, el arrepentimiento y la reparación, al menos simbólica, del daño causado. El encuentro solo se produce si se considera al interno preparado y con el consentimiento voluntario de las víctimas, acorde a su Estatuto, que también reciben preparación por parte de las asociaciones de mediación.
Beneficios de las víctimas
La Justicia Restaurativa surge como complemento al sistema de Justicia ordinaria con la idea de ofrecer, tanto a víctimas como a victimarios, la posibilidad de dialogar sobre el delito y sus consecuencias, profundizar en la asunción de responsabilidad de quienes lo cometieron y acordar la reparación del daño causado de forma real o simbólica.
Según las experiencias realizadas en este ámbito, las víctimas tienen posibilidad de explicar su vivencia del delito y sus consecuencias, facilitar la oportunidad de la petición de perdón, la reparación del daño o de cerrar el proceso interior.
También implica un importante avance en el proceso de reinserción de los condenados, aunque la participación en el programa de Justicia Restaurativa no suponga necesariamente efectos sobre la pena impuesta ni beneficios penitenciarios.
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