Pasados treinta y dos minutos de las diez de la mañana se ha declarado solemnemente la santidad de Madre María de la Purísima, en el curso de la Eucaristía que ha presidido el Papa Francisco en la vaticana Plaza de San Pedro, y que ha congregado a un grupo numeroso de peregrinos --más de 6.000 de la capital hispalense--, llegados a Roma este fin de semana desde diversas localidades de la provincia de Sevilla, según informa la Archidiócesis de Sevilla.
La delegación de la Iglesia sevillana, con el Arzobispo, Juan José Asenjo; al frente, ha contado con la presencia, entre otras autoridades, del Obispo auxiliar, Santiago Gómez; el Cardenal Arzobispo emérito, Carlos Amigo; el Consejo episcopal, de manera especial el postulador diocesano de la causa, el secretario general de la Archidiócesis y deán de la Catedral, Teodoro León. Representando a la ciudad, ha participado en la misa el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, y ha destacado la nutrida representación de religiosas de la Compañía de la Cruz, con la madre general, sor Reyes María de la Cruz, al frente. También estuvieron presentes el ministro del Interior del Gobierno de España, Jorge Fernández Díaz; el embajador de España en la Santa Sede, Eduardo Gutiérrez Sáenz de Buruaga; la Defensora del Pueblo, Soledad Becerril; la Secretaria de Estado de Justicia, Carmen Sánchez Cortés; el portavoz del PP en el Ayuntamiento hispalense, Juan Ignacio Zoido; el presidente del Consejo de Cofradías de Sevilla, Carlos Bourrellier, entre otras representaciones. En Sevilla, cuando Madre María Purísima fue proclamada santa repicaron las campanas de la Giralda.
En esta misma ceremonia, el Papa Francisco también proclamó santos al sacerdote diocesano Vincenzo Grossi, fundador del Instituto de las Hijas del Oratorio y a los padres de santa Teresita del Niño Jesús, Luis y Celia Martin. El caso de María de la Purísima es singular, pues ha sido canonizada solo 11 años después de comenzar la causa para proceder a su elevación a los altares y 17 después de su muerte, un proceso más rápido del que suele requerir la Iglesia Católica. María de la Purísima nació en Madrid el 20 de febrero de 1926 con el nombre de María Isabel Salvat Romero y falleció en Sevilla el 31 de octubre de 1998.
Hubo música por sevillanas en la Plaza de San Pedro, cuando el Papa Francisco, tras el solemne acto, recorrió en el papamóvil toda la explanada para saludar a todos los peregrinos concentrados en este histórico recinto de Roma.
LOS MILAGROS DE MADRE MARÍA PURÍSIMA
En el libro de los santos fueron incluidos los milagros de Madre María Purísima. A un hombre que estaba en estado de coma despertó sin secuelas debido a su intercesión. Era José Carretero Díaz "Carre", armao de la Macarena. Como se sabe, la nueva santa había sido declarada beata, en acto celebrado en Sevilla, después de que el 27 de marzo de 2010, Benedicto XVI, firmara el decreto que reconocía un milagro de curación de una niña en Huelva, atribuido a la intercesión de la religiosa.
La Madre María de la Purísima de la Cruz es la segunda monja de este instituto en subir a los altares, junto con la fundadora sor Ángela de la Cruz. (Fuentes: A.S.).
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