Desde que el pasado 19 de octubre, con nueve usuarios y tres monitores, han sido cientos los kilómetros recorridos, todos ellos repletos de cultura, nuevas experiencias, risas y numerosos obstáculos, ha manifestado José Luis Mesa, director del proyecto y monitor.
Para muchos de los miembros del grupo esta es la primera vez que cogen un tren o salen de Sevilla. "Después de una semana fuera de sus hogares, el balance no puede ser más positivo, está siendo una experiencia muy enriquecedora, de esas que marcan para toda la vida", ha explicado.
RECORRIDO POR EUROPA
Así las cosas, en la Ciudad Condal han permanecido dos días, que aprovecharon para visitar la Sagrada Familia y el Instituto Médico-Pedagógico, donde los usuarios hicieron amistad con otros discapacitados, a la vez que los monitores "nos enriquecíamos compartiendo métodos de trabajo con otros compañeros", ha detallado Mesa.
"Peor suerte" corrieron en Marsella, donde apenas pudieron disfrutar de la ciudad, entre otras razones por las limitaciones del grupo. "Necesitan de mucho apoyo para subir y bajar de los trenes", ha señalado Nuria Marchena, otra de las monitoras, por lo que cuando llegaron a la residencia estaban ya "bastante agotados".
Para llegar al siguiente destino, "tuvimos que hacer un trasbordo tras otro". De esta manera, marcharon de Marsella dirección Niza, para visitar posteriormente Ventimiglia, y de ahí pasar a Génova, donde se hospedaron en un albergue que se entregó "en cuerpo y alma a los chicos después del cansancio acumulado", ha indicado la monitora. Además, tuvieron la oportunidad de visitar el Puerto de Génova o la Plaza de Ferrari, dos lugares en los que "se empaparon de historia".
Ya el viernes llegaron a Milán, ciudad en la que han pasado unos días "muy agradables", al mismo tiempo que han disfrutado de la "exquisita gastronomía" de la zona, en palabras del directivo. Allí, entre otras actividades, han hecho parada en la Exposición Internacional de Milán o la Catedral.
Y por si esta frenética carrera no fuera suficiente, aún queda el momento cumbre del viaje que será la asistencia a la Audiencia General del Papa Francisco en la Plaza de San Pedro para recibir su bendición apostólica. Eso será el próximo miércoles, 28 de octubre, para lo cual desde este mismo lunes estarán ya en Roma.
NUMEROSAS BARRERAS QUE CRUZAR
El proyecto, bajo el nombre 'Abriendo fronteras, ¿y por qué no?', tiene por objeto abrir y romper fronteras, físicas y mentales, poniendo de relieve que cualquier persona es capaz de alcanzar toda meta que se proponga con esfuerzo y tesón.
"Estoy comiendo muchas pizzas y espaguetis", ha contado Olga Ojeda, una de las usuarias. "Estoy divirtiéndome con mis compañeros, visitando muchos sitios y en unos días nos espera el Papa", ha dicho entusiasmada.
No obstante, aunque la ilusión sigue intacta por esa cita, no han sido pocas las dificultades que han tenido que sortear hasta ahora, con numerosos "obstáculos a la hora de subir o bajar de un tren", e incluso "movernos por la ciudad", sostiene el director del proyecto. "El acceso pleno a personas con discapacidad en muchos lugares aún es una quimera", expresa con resignación.
El evento es fruto de la colaboración de catorce hermandades sevillanas, junto a la Fundación 'Padre Leonardo Castillo', quienes han sufragado un montante cercano a los 8.500 euros, más de la mitad del coste total del proyecto.
La Asociación 'Niños con Amor' comenzó su andadura en Sevilla en 1995 para dar respuesta a personas con discapacidad intelectual en edad adulta, y en la actualidad, gestiona un centro ocupacional y una unidad de día.
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