Con la suspensión de la estancia de Obama a Sevilla todos estamos viendo en la pantalla y en blanco y negro cómo las fuerzas locales y municipales de aquel pueblo --“Villar del Río” en la ficción--, organizaron un gran recibimiento a los “salvadores” americanos.
Lolita Sevilla, José Isbert, Manolo Morán, y todo el pueblo entero, ataviados con sus mejores ropas flamencas, se prepararon a conciencia para tributar a los americanos una profunda y cariñosa acogida.
La actriz sevillana cantaba aquella copla que se hizo tan popular en la época del “mágico” Plan Marshall:
Los yanquis han venido, olé salero con mi regalo.
Y a las niñas bonitas van a obsequiarlas con aeroplanos.
Con aeroplanos de chorro libre, que corta el aire.
Y también rascacielos bien conservaos en "frigidaire".
Ay, americanos, vienen a España guapos y sanos.
Viva el tronío de ese gran pueblo con poderío.
Ole Virginia y Michigan y viva "Tersas"
Que no está mal, no está mal…
A pesar de todo el buen empeño puesto por las autoridades locales de aquel agradable pueblo creado en 1953 por Luis García Berlanga, los americanos pasaron de largo con sus grandes y luminosos cochazos.
En este siglo XXI, en Sevilla ha pasado lo mismo que en aquella histórica película.
Las autoridades municipales y comunitarias prepararon otra espectacular “Bienvenida”, a lo “Plan Marshall”, ante el anunciado viaje del actual presidente de USA a Sevilla. Pero esta vez, la difundida estancia de Obama en nuestra ciudad ha tenido un final aún peor que en la película de Berlanga.
Ni dentro de la limusina tanque fabricada por la General Motors, con carrocería antiproyectiles, ha pasado el presidente americano por una cercana carretera a Sevilla.
¡Espadas, Obama nos ha dejado en la estacada!
FERNANDO GELÁN
¡Espadas, Obama nos ha dejado en la estacada!
FERNANDO GELÁN
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