viernes, 8 de abril de 2016

LA CRÓNICA TAURINA DE FERNANDO GELÁN.- Morante, "El Juli" y Perera ofrecieron una espectacular tarde de toros en la Maestranza para el gozo y disfrute de la afición de Sevilla

Sin duda alguna es importante la oreja conquistada por “El Juli” en esta vuelta a la Plaza de Toros de Sevilla después de los dos años de la polémica ausencia. Triunfó el torero madrileño porque realizó en el Coso del Baratillo, especialmente en el primero de su lote, una soberbia y eficaz actuación, dominado la lidia de cabo a rabo y, además, desarrollando muletazos firmes, suaves, dominadores y, sobre todo, creativos. Una oreja bien ganada por Julián López en esta jornada de reconciliaciones.
Pero no podemos dejar de destacar también todo cuanto hicieron Morante de la Puebla y Miguel Ángel Perera. No lograron trofeos y se lo merecieron. Lo buscaron a base de mucha entrega. El torero de La Puebla, además, sorprendió porque alargó sus faenas para que el público que abarrotaba la plaza sevillana disfrutara con sus muletazos. Morante, que con el capote hizo vibrar a los aficionados que contemplaban el arte del maestro, hasta rompió el orden de sus tradicionales labores para entregarse con garra y pundonor.
Asimismo, Miguel Ángel Perera, que también formaba parte de este reencuentro con la afición sevillana, trabajó con firmeza, profesionalidad y mucha ambición para dejar constancia de su dominio en la lidia y de todas sus cualidades. El extremeño no tuvo fortuna con los toros que le tocó en suerte, pero siempre tuvo fe y compromiso. En los tendidos se valoró en todo momento su enorme trabajo ante dos toros complicados y los riesgos que corrió durante su vuelta al Coso del Arenal.
Más de dos horas y media duró el festejo. Pero nadie se movió de los tendidos. Además de todos los detalles, la oreja de “El Juli”, la ambición de los espadas, su entrega y sus deseos de formar el taco, en esta corrida se dieron algunos hechos insólitos o inesperados. Sonó la música cuando fue a colocar sus banderillas Curro Javier, de la cuadrilla de Perera. Por otra parte. Morante intervino eficazmente cuando el segundo toro que lidió “El Juli” metió la cabeza en el peto del caballo del picador. Allí estuvo el morlaco más de cinco minutos. El diestro de La Puebla resolvió la papeleta tirando del rabo del toro para que todo volviera a la normalidad.

EL CAPOTE Y LAS GANAS DE MORANTE DE LA PUEBLA
Segunda corrida de Morante de la Puebla en esta temporada del abono sevillano. El reencuentro con la afición tuvo lugar en la jornada taurina del Domingo de Pascua. En aquel festejo le mandaron un toro a los corrales por alargar la faena y no acertar con la espada. A Morante se le ve que en esta segunda oportunidad quería llegar al corazón de los aficionados y dejar patente que siempre está dispuesto a darlo todo por Sevilla. Y de entrada, en el primer toro de su lote, un “Beato” de 579 kilos, las verónicas de Morante fueron dulces y brillantes, suaves y llenas de arte. Pero el toro, ya en tiempo de muleta, se quedó parado. El torero sevillano lo intentó por la derecha y por la izquierda. Siempre firme y bien plantado. Pero el material de Victoriano del Río no daba para más. Mató de pinchazo hondo y usó varias veces el verduguillo.
En el segundo de su lote, Morante recibió con un ajustado farol al morlaco de Victoriano del Río. Pero no hay más lances con el capote a pesar de los deseos del maestro. Con la muleta realizó buenos muletazos con temple y con mucha suavidad. Controló y dominó Morante toda la faena, forzando totalmente la máquina del arte. Pero el toro se fue rajando. El diestro sevillano se esfuerza para dejar buenas sensaciones. Ejecutó naturales de mucha calidad. Pero el tiempo corría y, a pesar de la mansedumbre del animal, Morante, entregado y comprometido, buscó rematar su lidia con brillantez para que el público se sienta feliz en los tendidos. El morlaco se movió por todo el redondel, buscando su terreno. Con la derecha, Morante dio unos hondos muletazos. Pero el presidente le mandó ya el primer recado. Era el primer aviso y el toro está aún vivo en la plaza. Era difícil matarlo. Morante pinchó varias veces, y recibió un segundo aviso. El morlaco cayó al primer descabello. Se mascaba nuevamente la tragedia del Domingo de Pascua. Pero el torero de La Puebla tuvo mejor fortuna. Quiso romper su estilo y se le pasó el tiempo.

UNA OREJA PARA “EL JULI”
El torero madrileño fue el gran triunfador de este festejo tan esperado y que tuvo tanto poder de convocatoria. En el primer de su lote, Julián López comenzó la lidia con unas verónicas ejecutadas con mucha garra. Luego, con la muleta, “El Juli”, firme y con mando, realizó una faena de enorme calidad. Cambió de mano la franela y hasta creó pases y florituras con dominio y quietud. Sonó la música. El maestro peleó ante el toro en terrenos comprometidos y hay temple en los pases y adornos espectaculares. Fijando los pies en el albero, “El Juli” realizó series variadas, bajando bien la muleta, llevando al toro muy suave. Sin prisas y con pausas, el madrileño llegó hasta la recta final con un toreo relajado y dominador. Mató de estocada. Tardó el toro en caer, pero se llevó con justicia una oreja.
En el segundo de su lote, “El Juli” se fue a portagayola para recibir al toro en la puerta de los chiqueros. 591 kilos tenía el “Impuesto” de Victoriano del Río. En la suerte de varas, el toro se enceló en el peto del caballo del picador. Morante tiró del rabo del toro para apartarlo del sueño, pero la insólita escena duró algo más de cinco minutos. El torero de La Puebla siguió trabajando con el rabo del morlaco hasta que lo pudo sacar del peto para que todo continuara por los cauces previstos. “El Juli” brindó al público cuando ya cogió la muleta. El torero quería más leña y buscó con ganas otro trofeo. La faena del madrileño tuvo garra, arte, dominio y brillantez. Está quieto y firme ante el morlaco. Hasta miró al tendido el torero. Sonó de nuevo la música. “El Juli” estaba con las ideas claras y el toro siguió el compás que le marcó el torero. Se lució cuando cambió la muleta por la espalda y se quedó entre los pitones. Riesgo total de “El Juli”. Pero perdió esa soñada oreja, porque no está acertado con la espada. Tras un pinchazo hondo, el madrileño necesitó de varios descabellos. Escuchó un aviso, pero recibió una fuerte ovación.

LA PROFESIONALIDAD TORERA DE MIGUEL ÁNGEL PERERA
Otro del revuelo taurino que regresó al Coso del Baratillo. Perera salió totalmente dispuesto a dar el do de pecho. El extremeño realizó armoniosas verónicas en el primero de su lote y hasta en una segunda tanda se echó el capote a la espalda en una arriesgada posición. En este toro, Morante realizó un quite con mucha calidad. Otro caso insólito en este festejo fue la música dedicada a los banderilleros de la cuadrilla del espada extremeño. Curro Javier había colocado un buen primer par, pero cuando fue a clavar su segundo sonó la música de la Banda del Maestro Tejera. También se había lucido en este tercio el trabajo de Javier Ambel. Brindó al público Perera este tercer toro que se presentó muy vivo. Hay un buen inicio de faena con la muleta y hasta sonó la música en honor de Perera. Pero el toro de Cortés dio marcha atrás y fue huyendo del matador hasta las tablas. El diestro extremeño persiguió al toro y ejecutó en el terreno marcado por el de Cortes una serie de buenos muletazos. Perera intentó por todos los medios que el toro se mantuviera cerca de su muleta. Y firme, atornillado en la arena, el maestro logró mantener un buen duelo. Pero el toro no aguantó más. Perera mató de un pinchazo y estocada. Escuchó un aviso y el toro cayó tras varios descabellos.
También es de Cortés el segundo toro que lidió Perera en este festejo. Se fue a portagayola para recibir a “Enarbolado”. Realizó su quite Morante con buenos lances. Perera brindó al público la lidia del morlaco. El torero desarrolló la faena que pudo. Tampoco el toro estaba para muchas florituras. Perera insistió y obligó al astado a la embestida. Pero para nada sirvieron los riesgos. El morlaco de Cortés se quedó sin fuerzas. Buscó un espadazo seguro para matar al animal, pero el toro tardó en ponerse a tiro. A pesar de todos los inconvenientes, Perera mató de estocada.

FICHA DEL FESTEJO
Se lidiaron en la Plaza de Toros de la Real Maestranza de Sevilla cuatro toros de Victoriano del Río y dos de Cortes –tercero y sexto--, con buena presentación, pero de juego desigual e inesperado. Fue la séptima corrida del abono de la temporada prepara por la Empresa Pagés que regenta Ramón Valencia y el sexto festejo continuado de la Feria de Sevilla.

*  Morante de la Puebla, silencio en el primero, y y saludos tras dos avisos en el segundo.
* Julián López “El Juli”, oreja en el primero, y ovación y saludos en el segundo.
* Miguel Ángel Perera, ovación tras aviso en el primero, y ovación y saludos en el segundo.

Lleno de no hay billetes en este festejo celebrado en la Plaza de Toros de Sevilla. En cuadrillas destacaron Curro Javier, Javier Ambel y Guillermo Barbero, que saludaron tras sus intervenciones. (Fotos: EP y Toromedia).

FERNANDO GELÁN

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