Saltaron al terreno del juego taurino maestrante siete toros. Los de Jandilla-Vega Hermosa y ese sobrero despistado que fue colado de rondón. El cartel era de gran relieve, con Morante de la Puebla, Diego Urdiales y Alberto López Simón. La plaza registró una gran entrada. Rozó el lleno, aunque no se colocó el cartel de no hay billetes. Pero, dentro del frío y las amenazas de lluvia, los aficionados a la fiesta se centraron bien en sus localidades para ver con ganas y esperanzas las evoluciones de los tres espadas.
Morante de la Puebla quedó totalmente inédito otra vez. Tiene mal fario en este regreso a la plaza sevillana. Lleva tres tardes desde el Domingo de Pascua y está atascado. Todavía le queda otra corrida en este ciclo de la Feria de Abril, en la recta final de la semana de farolillos. El torero sevillano tuvo primero por delante a “Amante”, de 534 kilos. Pero ni fue amante y algo más bien bandido. Verónicas firmes tras rehacer inquietudes. Pero el toro perdió las manos varias veces y el presidente verde que te quiero verde. El torito a los corrales. Los cabestros realizaron una rápida faena. Pero el sobrero, “Decorado”, de 525 kilos, tampoco fue material para el lucimiento. Perdió también las manos. Es, eso, un simple decorado en la lidia que intentó inútilmente Morante. Las protestas del público se acentuaron y el torero de La Puebla tomó la dirección más rápida y urgente. Mató de pinchazo y estocada. Pitos al toro en el arrastre. Tampoco bailó el segundo toro que le tocó en suerte a Morante. “Jifero”, de 549 kilos, solo atendió a unas verónicas con cierto mando. Pero también dobló las manos el morlaco, sin dar opciones a Morante para la lidia, porque el toro se quedó parado. El astado no humilla y el diestro sevillano decide acabar su ronda matando con urgencia. Con una estocada atravesada y un descabello acabó con el animal. Hay más pitos al toro.
Los astados siguieron con las manos rotas. También “Isleño”, de 595 kilos, gordo que no te quiero gordo, fue una trampa para Diego Urdiales. En este primer morlaco de su lote, el torero de Arnedo brindó al público su faena. Hay deseos en el riojano de torear con temple y ejecutó unas series con cierto mando. Aprovechó el pitón derecho de “Isleño” para sacar alguna ventajilla. Y muy valiente, decidido y trabajador, Urdiales lidió a un toro peligroso con cierto empaque. El diestro de La Rioja se colocó en zona complicada para meter al astado en los vuelos de su muleta. Pero no hay más cera que la poca que estaba ardiendo. Urdiales mató de estocada firme. Hay pitos al toro en el arrastre. En el segundo de su lote, “Casero”, de 585 kilos, Urdiales pasó de capote y con la muleta intentó estar aseado en una primera serie. Pero el viento molestaba y el toro, además, fue apagándose. El de Arnedo quería pelea, pero el morlaco no estaba metido en la embestida. Hay enganchones en una lidia donde el toro se fue quedando parado. Urdiales mató de estocada y varios descabellos.
La esperanza siempre es lo último que se pierde. Y en el primer toro de Alberto López Simón, “Cortijero”, de 545 kilos, los ojos de los aficionados se abren porque el morlaco tiene buena presencia. El torero madrileño, que tiene buen cartel en Sevilla, comenzó en este primer toro de su lote con verónicas. El animal también pierde las manos en esta lidia. Con la muleta, López Simón realizó buena serie de muletazos, suaves y templados, ganado sus terrenos. Con la derecha, Alberto llevó al toro largo y con dominio. Y el encuentro del torero con el morlaco tiene su duende. Muy relajado, firme, con mucha quietud, mete bien la franela roja en la cara del astado para sacar pases de bella factura. Confiado el torero, por naturales, realizó una efectiva serie, con pases comprometidos y arriesgados. Sonó la música de la Banda de Tejera para dar sonido vibrante al espectáculo. El toro rozó los pitones del cuerpo del bravo López Simón y el público aplaudió con ganas la entrega y la calidad del diestro. Mató de estocada y hubo petición de oreja. El presidente miró a los tendidos, pero dejó ir al toro al matadero con la orejas. López Simón, entre ovaciones, dio una justa y merecida vuelta al ruedo. En el segundo toro de su lote, en el que cerró la corrida, el torero madrileño no tuvo tanta fortuna para redondear un poco la mala y desafortunada tarde. El toro, “Garrotero”, de 598 kilos, entró por uvas en una verónicas ajustadas que el de Barajas realizó ganándole terreno al morlaco. Pierde también las manos el toro y hay protestas. Brindó al público. Simón se entregó en la lidia. El toro es peligroso, pero Simón ejecutó derechazos a un animal que levantó mucho la cabeza en las embestidas. Pero el torero está muy valiente y con deseos de hacer una buena faena. Arriesgó Simón ante un animal que buscó el cuerpo del espada. Hay algunos tropiezos en los lances. El público valoró el esfuerzo y la calidad del torero y le dedicó intensos aplausos. Mató al toro de buena estocada, aunque el animal tardó en caer en el terreno que buscó. Los pitos a “Garrotero” cerraron una tarde deslucida y gris.
En esta décima corrida del ciclo continuado –undécima del abono--, se lidiaron cuatro toros de Jandilla, uno de Vegahermosa --el segundo--, y un sobrero de Albarreal --el primero bis--, que fueron protestados y pitados en el arrastre. Las reses tuvieron buena presencia, algunos con muchos kilos, pero dieron un mal juego y todos doblaron las manos.
* Morante de la Puebla, silencio y silencio.
* Diego Urdiales, ovación y silencio.
* Alberto López Simón, vuelta al ruedo tras petición de oreja y silencio.
Hubo casi lleno en la Plaza de Toros de Sevilla. Muchas figuras del toreo en los tendidos bajos y altos. Mucho ambiente en el Coso del Baratillo con mujeres ataviadas con mantillas blancas y trajes de flamenca. Saludaron en banderillas Domingo Siro y Jesús Arruga. (Fotos: Toromedia).
FERNANDO GELÁN.
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