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Sigue el combate entre ciertos pesos fuertes de la actual Corporación Municipal y algún que otro medio de comunicación leñero de Sevilla. Vuelvo a repetir que en esta dura refriega han de intervenir de forma inmediata el alcalde y la presidente de la Asociación de la Prensa, para evitar más golpes bajos. Hay que serenar los ánimos con el fin de que el prestigio de Sevilla, el del Ayuntamiento y el de la centenaria Prensa local no se venga abajo de forma tan lamentable. Árbitros imparciales han de actuar para poner paz y cordura.
Al peso fuerte del Consejo de Hermandades, es decir, a Adolfo Arenas del Castillo, le llegan todos los golpes a la vez. Ahora es la Hermandad de la Misión de Heliópolis la que quiere llegar el Martes Santo a la Catedral de Sevilla, Palmera abajo hasta coger la Campana y enfilar la carrera oficial y cobrar la subvención correspondiente. El ex hermano mayor de la Hiniesta ya ha recibido la petición de esta veterana cofradía de vísperas. La cosa está que arde como la cera de una candelería. Hacen cola en el Duque, el Sol y la Misión, con una Resurrección que se empeña en cerrar el Sábado Santo. Por otra parte está el peso fuerte de Rosamar Prieto, que insiste en ampliar la carrera oficial. Segundos fuera.
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Un peso fuerte del torero, el diestro José Tomás, no está conforme, según sus representantes, con las declaraciones que realizó Eduardo Canorea en la presentación de los carteles de la temporada, donde informó de las gestiones que llevó a cabo la Empresa Pagés para contratar al exigente matador de toros. Lo bueno de todo esta lid taurina es que los que llevan la gestión de la Plaza de Toros de Sevilla, además de contar con el buen respaldo de la Real Maestranza, tienen un gran sentido del humor negro. A veces no hay que ser tan Tancredo para que se pueda alcanzar un buen acuerdo. Tomás tiene miedo del saber y entender de Sevilla. FERNANDO GELÁN
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