El ínclito Francisco Robles, el tonto de capirote de toda la vida, sigue con su manía de meterse con Sevilla y darle palos y palos sin ton ni son a esta noble ciudad conquistada por San Fernando. El extraño chaval, que escribe sus complicados artículos de opinión en el periódico de pequeño formato de Sevilla, arremete contra nuestra ciudad, que está muy por encima de todos los cuentos chinos que Robles narra en sus NO-DOs.
Además, el tonto de capirote larga esta pregunta: ¿Dónde ha quedado esta ciudad que fue grande y que menguó hasta el extremo de reducirse en una réplica de sí misma? Robles ya no solo es tonto de capirote, sino que le sienta muy mal la grandeza que tiene esta ciudad. Protesta del turismo que llega a Sevilla, de los laberintos de veladores, de los expositores callejeros y de otras malvadas historias, con el fin de hacer daño a esta Sevilla que está muy por encima de gente tan negativa como este insatisfecho Robles.
Sevilla es grande y está siempre en la cima. Creo que el único deseo de este tonto capirote es llamar la atención. Sevilla es una gran ciudad. Una capital espectacular y monumental. Hasta Obama quiere estar aquí, en la ciudad de la Giralda, aunque tenga que sortear veladores y meterse en la bulla con los turistas. Aquí, a Sevilla, han venido grandes personalidades. Jefes de Estados, Jeques, Reyes, Príncipes, Presidentes de Gobiernos y grandes artistas del mundo mundial.
Pero este tonto de capirote, por querer salir de su triste ostracismo literario, tiene la manía de darle caña a la Sevilla que está muy por encima de sus tristes argumentos. Robles, te quié ir ya.
FERNANDO GELÁN
Periodista
Medalla de Oro de la Ciudad de Sevilla
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