FICHA DE LA NOVILLADA DE PROMOCIÓN
Se lidiaron seis erales de El Serrano, bien presentados y de escaso juego.
* Fernando González, de la Escuela Taurina de Amate, silencio y cogido por el cuarto.
* Luis Manuel Terrón, de la Escuela de Badajoz, silencio tras aviso y vuelta al ruedo tras petición de oreja.
* Manuel Triana, de la Escuela de Sevilla, silencio tras aviso y silencio.
Casi dos tercios de entrada en noche calurosa. Fernando González fue atendido en la enfermería de "conmoción leve con policontusiones en miembros inferiores y tórax. Varetazo corrido en cara anterior de muslo derecho con recuperación satisfactoria en enfermería y aplicación de tratamiento analgésico".
CRÓNICA DEL FESTEJO:
El joven novillero extremeño Luis Manuel Terrón fue capaz de sobresalir en la segunda novillada de promoción celebrada esta noche en Sevilla. El joven torero resolvió con naturalidad, solvencia y valor su debut en la Maestranza, destacando sobre todo en la interpretación del toreo a la verónica manejando el capote con cadencia y sentido del temple.
Terrón tuvo enfrente dos novillos con mucha movilidad pero muy descompuestos aunque el quinto resultó más toreable. Al primero de su lote lo recibió con unos sorprendentes lances que hiló con un bonito quite por tijerillas que terminó en desarme. Pero el novillero no se arredró y salió dispuesto a resolver las dificultades del eral de El Serrano, que tomó la muleta siempre con la cara suelta y muy a su aire.
El quinto fue otro ejemplar bien presentado al que Luis Manuel Terrón volvió a cuajar toreando a la verónica. Con la muleta en la mano acertó a templarlo en un puñado de muletazos diestros que consiguieron domeñar una embestida que exigía mando y apuesta.
El cartel lo había abierto el novillero utrerano Fernando Gónzalez, que se ha formado en la escuela taurina de Amate que dirige el matador Curro Camacho. La empresa Pagés puso en marcha una iniciativa que permite que los niños utreranos menores de diez años acudan gratis a los festejos de promoción acompañados de sus padres o tutores. Así pudieron comprobar la enorme voluntad con la que su paisano afrontó un compromiso que le llevó a pasar por la enfermería después del enorme palizón que le propinó el cuarto novillo de la noche.
El tercer aspirante de la noche era el sevillano Manuel Triana, que también echó toda la carne en el asador para solventar la difícil papeleta que le presentó un lote de novillos con complicaciones que puso a prueba todo su conocimiento. Triana logró pasar el fielato y también llegó a ser cogido de fea manera por el complicado sexto, afortunadamente sin consecuencias. (Fuente y fotos: Maestranza)
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