Con la recogida de esta obra se anuncia la exposición que tendrá lugar el próximo otoño y que aglutinará todas las obras de arte del Barroco Andaluz pertenecientes a la Colección Cajasol. "Con este lienzo se completa la Exposición Maestros del Barroco de la Colección Fundación Cajasol que se mostrará en el último trimestre del año en el Centro Cultural Cajasol de Sevilla y que estará compuesta por obras de Zurbarán, Murillo, Alonso Cano, dos Anónimos y tres tapices holandeses", explicaba Antonio Pulido. "La Fundación Cajasol tiene una de las mejores colecciones privadas, y entre sus intenciones principales a la hora de ir componiendo esta colección se encuentra la de ofrecérsela a la ciudadanía y que no sólo quede como un patrimonio o valor de la Entidad, que indudablemente lo tiene, sino que además lo puedan disfrutar todos los andaluces", puntualizó el Presidente.
La Fundación Cajasol mantiene un compromiso importante con la adquisición de obras de autores andaluces y la conservación del patrimonio andaluz, "estamos en una época de escasez, pero sería una imprudencia y un abandono por nuestra parte perder este tipo de oportunidades como la que se nos presentó el pasado mes de noviembre en la Subasta de AIG donde se adquirió este lienzo, pues la Entidad apuesta y trabaja para mantener, conservar y divulgar el patrimonio artístico que forma parte de nuestra historia", explicó Pulido.
Pulido y Coto han explicado el proceso realizado a la obra y los detalles de la pieza, "en esta obra, que puede fecharse hacia 1670, se reconocen de forma evidente las características de estilo del maestro sevillano Valdés Leal. Tanto la composición, como el dibujo y el colorido coinciden claramente con los empleados en su periodo de máxima plenitud creativa. Además se advierte la manifiesta tendencia de este artista a captar una expresividad típicamente doliente y patética, en contraposición a su contemporáneo Murillo, que en temas de la pasión de Cristo procuraba al máximo rehuir la expresión del sufrimiento", aclaró Juan Luis Coto.
El restaurador Juan Luis Coto, que en su carrera profesional ya ha restaurado más de 40 cuadros de este pintor sevillano, ha explicado que su conocimiento hacia la obra de este artista es muy destacable y, por ese motivo, ha explicado la importancia de esta pieza digna de reconocimiento y valor. En la obra "Valdés Leal muestra visiblemente sus buenas dotes para plasmar la anatomía al desnudo del cuerpo humano. El movimiento de éste se resuelve de acuerdo a los estudios que se impartían en la Academia de Pintura Sevillana, de la cual llegó ser presidente, probablemente teniendo delante un modelo. La contraposición sucesiva de las posturas de las diferentes partes de la figura le otorga una movilidad muy intensa, a pesar del estatismo de la composición en general", explicó el experto.
El restaurador no quiso perder la oportunidad de felicitar y dar la enhorabuena al Presidente de la Fundación Cajasol, Antonio Pulido, no sólo por el patrimonio y colección que la Entidad está adquiriendo y, a la vez, ofreciendo a la ciudad, sino también por la encomiable tarea y esfuerzo para mantener y conservar el patrimonio andaluz.
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