La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal, dependiente del Ministerio de Hacienda, ha emitido su informe anual en que el vuelve a constatar la situación de estabilidad y el saneamiento del Ayuntamiento de Sevilla que destaca entre las principales ciudades y diputaciones de más de 250.000 habitantes por el cumplimiento de los objetivos de estabilidad, regla de gasto y reducción del endeudamiento, una estrategia que se ha compatibilizado con un aumento progresivo de la inversión y del gasto público. “Llevamos todo el mandato cumpliendo con la normativa y con los objetivos de estabilidad, ahora es el momento de que el Gobierno central, a través del Ministerio de Hacienda, acabe con las restricciones y permita destinar más recursos a gasto público, inversión y contratación de personal”, explicó el alcalde de Sevilla, Juan Espadas.
El informe señala en primer lugar que Sevilla cerró el año 2017 con un superávit de 113 millones de euros, una de las cifras más elevadas de entre los grandes ayuntamientos. Para 2018 la previsión se mantiene por encima de la media de las grandes capitales en una cuantía de 81 millones de euros, un 9,1% de los ingresos no financieros. Asimismo, en cuanto al cumplimiento de la regla gasto, el Ayuntamiento de Sevilla ha cumplido en 2017 y ha dado los pasos necesarios para su cumplimiento en el año 2018. El pasado ejercicio se cerró por debajo de los 697 millones establecidos como gasto computable alcanzando en cualquier caso un porcentaje elevado: el 98%. Esto supone que se ha conseguido lograr un elevado nivel de ejecución de los gastos dentro de las posibilidades establecidas por la normativa estatal.
En tercer lugar, el informe valora los bajos niveles de endeudamiento de la ciudad de Sevilla, con una ratio del 34% sobre los ingresos corrientes consolidados, un objetivo que se ha cumpliendo manteniendo al mismo tiempo vías de financiación para la ejecución de nuevas inversiones públicas que se han incrementado considerablemente. Así, el año 2017 se cerró con un endeudamiento de 325 millones de euros, lo que supuso una reducción de 80 millones de euros respecto a junio de 2015, el inicio del mandato. La previsión para este año 2018 es cerrar con una deuda de 312,2 millones de euros.
Estos datos se han producido en dos años en los que además se ha logrado un incremento del gasto público y sobre todo de las inversiones principalmente centradas en los barrios. Así, se ha conseguido compatibilizar la gestión y el desarrollo de iniciativas municipales que respondan a las necesidades y demandas de la población con el cumplimiento de la normativa y el saneamiento de las arcas municipales.
“Se demuestra que estamos cumpliendo y que hemos hecho una apuesta seria por una gestión desde el rigor que permita unas cuentas saneadas y creíbles. Se demuestra con este informe que está dando sus resultados. Y ahora el siguiente paso es que levanten las restricciones lo que nos permita incrementar el nivel de inversiones, gasto público y contrataciones de personal que son necesarias”, concluyó el alcalde de Sevilla.
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