lunes, 31 de octubre de 2016

EL REMATE DE FERNANDO GELÁN.- Los aficionados béticos gritan “!Poyet, vete ya!” y el Sevilla falló en Gijón y cortó su racha de victorias consecutivas

Sevilla, que jugó el sábado en Gijón ante el Sporting, y el Betis, que “maljugó” el domingo en el Benito Villamarín, no lograron sus buenos propósitos en la décima jornada de la Liga Santander. 
El equipo que prepara Sampaoli solo pudo conseguir un empate en El Molinón. Y aunque la escuadra de Nervión se adelantó con un gol de Vietto a los cuatro minutos del choque entre asturianos y andaluces, el equipo de Abelardo logró igualar el marcador para rescatar un empate, cortando así la última racha victoriosa de los sevillistas.
Por su parte, el Betis ofreció de nuevo otra mala imagen. El equipo verdiblanco llegó a tener cierto control en el partido y algunas buenas oportunidades, pero el Español de Quique Sánchez Flores logró la victoria con un tanto marcado por Diego Reyes. Al final del choque en el viejo Heliópolis, los aficionados estallaron al grito de “!Poyet, vete ya!”.
Curiosamente, tras estos resultados de los dos equipos de la ciudad de la Giralda, el Sevilla está a tres puntos del líder y el Betis a tres puntos de los puestos de descenso.

SITUACIÓN CAÓTICA EN EL BETIS
Quien arregla este gordo lío en el que está metido el Real Betis Balompié. El equipo, por lo visto y no visto, no sabe ganar en casa. Tras el 1-6 del Madrid de Zidane en la octava jornada de Liga, el equipo que entrena Poyet superó los malos mengues con una victoria en Pamplona ante el Osasuna en la jornada novena. Parecía que este triunfo en El Sadar era el bálsamo que necesitaba el cuadro verdiblanco para poder superar la crisis de juego y de talento. Pero en esta jornada décima, en el Benito Villamarín ante el Real Club Deportivo Español de Barcelona, llegó nuevamente el caos. El equipo verdiblanco solo ha ganado un partido en casa frente al Málaga.
El equipo de Poyet no tiene ideas. Le falta desarrollar un adecuado guión para saber cómo recibir a sus rivales y ponerlos firmes. Esta vez, ni el veterano Joaquín pudo con el compromiso. El del Puerto de Santa María parecía fundido y alejado de sus buenas acciones para armar la revolución bética. Poyet alineó de salida a Rubén Castro, pero el canario no aportó nada especial y estuvo como ausente.
El único rematador firme fue Sanabria, pero sin puntería. El Español de Quique Sánchez Flores, con astucia, aprovechó la debacle verdiblanca para conquistar la plaza verdiblaca. Piatti sacó desde la esquina un córner y Diego Reyes batió a Adán. El gol visitante llegó a los 62 minutos. Pero el Betis no supo en ningún momento superar el drama que los aficionados estaban contemplando desde las gradas.
Estuvo a punto el cuadro bético de arreglar el entuerto. En el minuto 94, en el tiempo de descuento, Pezzela, el hombre más comprometido en la escuadra verdiblanca, remató un balón. Pero Diego López, con mano mágica, resolvió la dura papeleta para dejar al Betis con el cero patatero.
Los aficionados, hartos de coles, estallaron y al final pidieron la cabeza del entrenador bético al grito de “!Poyet, vete ya!”. El equipo verdiblanco necesita con urgencia una gran transformación. El proyecto del uruguayo es un total fracaso.

FALLÓ EL SEVILLA EN PAMPLONA
El equipo que entrena Jorge Sampaoli llevaba una buena racha de victorias en Liga y en la Champions. Con el técnico argentino, además, se había roto afortunadamente los batacazos en campo ajeno para alcanzar una victoria y llevarse los tres puntos. Pero el Sevilla falló en El Sadar ante el Osasuna de Pamplona. A pesar de que a los cuatro minutos tenía un gol a su favor, marcado por Vietto en una prodigiosa contra que nació desde la portería donde estaba Sergio Rico, el equipo de Nervión no encontró las fórmulas adecuadas para resistir y mantener este resultado favorable.
El Osasuna de Pamplona logró en empate a uno en el minuto 20, con un tanto marcado por Moi Gómez. Y aunque había un largo trecho por recorrer hasta la pitada final, el Sevilla se descompuso, se atascó, y no aprovechó los momentos en los que mandó en el partido.
El cuadro de Sampaoli, que dominó mucho en este choque y que le complicó muchas veces la vida a los de Abelardo, no supo sacar provecho de todas sus ventajas. Llegó hasta el área local con verticalidad y con peligro, pero sin llegar a culminar con acertados remates las numerosas acciones ofensivas.
Faltó en el Sevilla, tal vez, astucia y picardía para rematar bien la faena y seguir con esa buena racha.
Siempre un punto es un punto, porque se suma siempre a favor. Pero el cuadro sevillista, vestido de submarino amarillo en El Molinón, no supo lanzar los necesarios torpedos para derribar al Osasuna de Pamplona.
Este empate, ya en este lunes de rasaca para muchos, es historia. El Sevilla tiene este miércoles 2 de noviembre un nuevo partido de la Liga de Campeones. Juega en el Sánchez Pizjuán frente al Dinamo de Zagreb. El equipo de Sampaoli es muy superior al cuadro croata. Parece asegurada la victoria aunque no hay enemigo pequeño. Con el Dinamo llegará un viejo conocido de Nervión, Davor Suker, que jugó en el equipo blanco y que ahora es presidente de la Federación de Fútbol de Croacia. No cabe duda que, al margen del resultado, será muy emotivo este encuentro de Suker con los aficionados sevillistas.

FERNANDO GELÁN.-

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