Sevilla estuvo este especial e inédito 15 de agosto de 2020, por encima de la crisis provocada por el COVID-19, ante la imagen de Nuestra Señora de los Reyes, Patrona de nuestra ciudad y de la Archidiócesis hispalense, en la Catedral Metropolitana.
Brillante fue la Misa de Pontifical que se celebró en el Altar del Jubileo. La imagen de la Virgen de los Reyes fue colocada este día ante este Altar para que estuviera más cerca de los feligreses en este histórico día en el cual la pandemia de coronavirus impidió la anual procesión de la Patrona. La Virgen de los Reyes no realizaba su tradicional salida desde hace ochenta años. Fue en 1934 la última vez que la imagen se quedó en el. interior del templo metroplitano.La Catedral, en este sábado 15 de agosto, se cubrió de fieles para participar en el encuentro de la Virgen desde las cinco y media de la madrugad, hora en la que se abrieron las puertas del templo metropolitano.
El arzobispo de la Diócesis, monseñor Asenjo, presidió este solemne Misa Pontifical en la que estuvieron presentes autoridades civiles y militares y numerosos fieles con sus mascarillas. Asimismo, asistieron a este acto los representantes del Sagrario de la Catedral y de la Asociación de Fieles de la la Virgen de los Reyes y San Fernando. En todo momento de la función se fijaron las medidas de seguridad.
Junto al arzobispo de Sevilla, en la Eucaristía, han participado el vicario general y deán de la Catedral, Teodoro León, y el prefecto de Liturgia de la Catedral y delegado diocesano de esta Pastoral, Luis Rueda.
HOMILÍA DEL ARZOBISPO DE SEVILLA
Monseñor Juan José Asenjo, el arzobispo de la Archidiócesis, comenzó su homilía manifestando su alegría por compartir y celebrar la Misa por la Asunción de la Virgen con todos los sevillanos, y ha recordado “el hermoso arraigo de la devoción a la Virgen por todo el mundo”.
El prelado afirmó que “ésta es una fiesta que nos remite a la esperanza” porque la Virgen es “la primera redimida y nos espera en la gloria celeste”. “El hombre y la mujer no están hechos para la muerte, sino que somos para la vida”, ha defendido.
Asimismo, monseñor invitó a todos los cristianos, especialmente a los sevillanos, a imitar a la Virgen: “Imitemos su generosidad y su forma de acoger al Señor”. En esta línea, ha insistido en que “tenemos que ver a la Virgen como intercesora y mediadora”, ya que”Ella pertenece al núcleo fundamental del dogma cristiano, y debe ocupar un lugar de privilegio en nuestro corazón”. Igualmente, ha mantenido que “con María en el corazón tendremos vida interior, porque la devoción a la Virgen es manantial de fecundidad apostólica y fuente de gozo y alegría”.
El arzobispo finalizó la homilía pidiendo a la Virgen “que nos asista y proteja en esta pandemia, en la crisis económica que ya padecemos, y que acompañe a los pobres. También pedimos por los enfermos, los que sufren y por nuestras familias”. Finalmente, ha hecho una llamada de atención a las autoridades políticas, solicitándoles “trabajar unidos y buscar el bien común de todos los españoles”.
Monseñor Asenjo, impartió la bendición apostólica que cconlleva la indulgencia plenaria. y que podrá ganarse cumpliendo las condiciones habituales: confesar, comulgar y rezar por las intenciones del Santo Padre. Asimismo, la indulgencia se puede ganar para uno mismo o para un difunto. (Fotos: AS. LHO y AYTO).
Junto al arzobispo de Sevilla, en la Eucaristía, han participado el vicario general y deán de la Catedral, Teodoro León, y el prefecto de Liturgia de la Catedral y delegado diocesano de esta Pastoral, Luis Rueda.
HOMILÍA DEL ARZOBISPO DE SEVILLA
Monseñor Juan José Asenjo, el arzobispo de la Archidiócesis, comenzó su homilía manifestando su alegría por compartir y celebrar la Misa por la Asunción de la Virgen con todos los sevillanos, y ha recordado “el hermoso arraigo de la devoción a la Virgen por todo el mundo”.
El prelado afirmó que “ésta es una fiesta que nos remite a la esperanza” porque la Virgen es “la primera redimida y nos espera en la gloria celeste”. “El hombre y la mujer no están hechos para la muerte, sino que somos para la vida”, ha defendido.
Asimismo, monseñor invitó a todos los cristianos, especialmente a los sevillanos, a imitar a la Virgen: “Imitemos su generosidad y su forma de acoger al Señor”. En esta línea, ha insistido en que “tenemos que ver a la Virgen como intercesora y mediadora”, ya que”Ella pertenece al núcleo fundamental del dogma cristiano, y debe ocupar un lugar de privilegio en nuestro corazón”. Igualmente, ha mantenido que “con María en el corazón tendremos vida interior, porque la devoción a la Virgen es manantial de fecundidad apostólica y fuente de gozo y alegría”.
El arzobispo finalizó la homilía pidiendo a la Virgen “que nos asista y proteja en esta pandemia, en la crisis económica que ya padecemos, y que acompañe a los pobres. También pedimos por los enfermos, los que sufren y por nuestras familias”. Finalmente, ha hecho una llamada de atención a las autoridades políticas, solicitándoles “trabajar unidos y buscar el bien común de todos los españoles”.
Monseñor Asenjo, impartió la bendición apostólica que cconlleva la indulgencia plenaria. y que podrá ganarse cumpliendo las condiciones habituales: confesar, comulgar y rezar por las intenciones del Santo Padre. Asimismo, la indulgencia se puede ganar para uno mismo o para un difunto. (Fotos: AS. LHO y AYTO).
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