jueves, 3 de diciembre de 2015

La Hermandad del Sagrario de la Catedral celebrará hoy jueves un Acto de Desagravio por el acto que ha tenido lugar días pasados en Pamplona

La Pontificia e Ilustre Archicofradía del Santísimo Sacramento del Sagrario de la Santa, Metropolitana y Patriarcal Iglesia Catedral de Sevilla, reunida en Cabildo de Oficiales en la noche del 26 de noviembre de 2016 acordó manifestar su profundo dolor y consternación ante el sacrílego acto que ha tenido lugar recientemente en la ciudad de Pamplona, y en el que ha sido profanado el Cuerpo de Cristo al depositarse indignamente en el suelo varias formas consagradas para un supuesto acto cultural.
Según el comunicado difundido a los medios informativos por esta Corporación, se indica que este tipo de actos produce suma tristeza en lo más íntimo del corazón de todo creyente ya que atenta contra el mismo Cristo Real y Presente entre nosotros, el legado más precioso que el Hijo del Hombre nos dejó; nuevo maná que nos reconforta espiritualmente y con el que entramos en comunión con Dios. El propio Jesús nos lo recuerda con sus palabras: “El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo lo resucitaré el último día. Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que coma mi Carne y beba mi Sangre, permanece en mí, y yo en él” (Jn. 6, 53-56).
La Archicofradía Sacramental del Sagrario, según informa, fiel a los santos y nobles principios que la impulsan desde su fundación hace más de quinientos años, y como depositaria y encargada del culto eucarístico en el primer templo de la Diócesis, cree que el mejor modo de reparar esta ofensa a Dios es la oración para que toque los corazones de los que le agravian. Por ello convoca a la Iglesia de Sevilla en general y a las hermandades de la ciudad en particular para que se unan a ella en el Acto de Desagravio que tendrá lugar (D. M.) el jueves 3 de diciembre a las 19,30 horas en la parroquia del Sagrario y que consistirá en Exposición Solemne y Adoración del Santísimo Sacramento y posterior Eucaristía de Reparación.

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