miércoles, 30 de diciembre de 2015

EL PENALTI DE GELÁN.- Un escandaloso error arbitral al señalar un penalti inexistente contra el Betis facilitó la victoria del Barcelona frente al equipo verdiblanco en el Camp Nou (4-0)













En el Camp Nou se celebró este 30 de diciembre de 2015 el partido correspondiente a la 17ª jornada de la Liga BBVA entre el Fútbol Club Barcelona y el Real Betis Balompié. El choque futbolístico finalizó con el resultado de cuatro a cero a favor del club que dirige Luis Enrique. Pero este amplio marcador es puro espejismo. El cuadro catalán se vio favorecido por un escandaloso error arbitral que facilitó la victoria local sobre el equipo verdiblanco. En el minuto 26 de juego, un disparo potente de Sergio Busquet desde fuera del área fue despejado con los puños por Adán. En su lógica salida chocó con Messi, que quiso hacerle la cama al portero bético, y se tiró al suelo. Pero todo fue fruto de la jugada. El guardameta verdiblanco, en ningún momento, intentó derribar al argentino. Adán cumplió con su deber profesional de desviar el balón con los puños. Sin embargo, el colegiado vasco, Vicandi Garrido, señaló de forma sorprendente el punto de penalti. El máximo castigo fue lanzado por Neymar, porque Messi seguía haciendo teatro tras la buena acción de Adán. Dos minutos se tardó en ejecutar el máximo castigo. Neymar lanzó el balón desde los once metros, pero el jugador tocó dos veces el esférico --que no es legal--, dando el cuero en el larguero en el segundo toque. El Betis tuvo muy mala suerte en esta jugada. Cuando el balón fue rechazado por la madera, Rakitic y Westermann, a la vez, lucharon por el cuero, pero con tan mala sombra que el defensa bético, al intentar despejar, metió el balón dentro de la portería de Adán. En esta acción, el centrocampista azulgrana le hizo falta al defensa verdiblanco. Sin embargo, Vicandi Garrido, que tuvo que anular la acción ilegal de Neymar o la posterior falta de Rakitic a Westermann, dio por válidas todas estas ilegales acciones que perjudicaron al Betis.
Desde que el árbitro pitó el inexistente penalti contra el Betis, el banquillo bético protestó la errónea decisión del juez y Pepe Mel fue expulsado. Junto a Ríos tuvo que seguir el partido desde la grada. Y así comenzó el infortunio verdiblanco en este encuentro final del año 2015, que el Barcelona, antes del comienzo del choque, festejó de forma jubilosa. Los jugadores del Betis le hicieron el pasillo al cuadro azulgrana porque sobre la hierba del estadio se colocaron los cinco trofeos conquistados por el equipo a los largo de este año --desde la Liga BBVA al Mundialito de clubes--. Pero una vez que la pelotita se puso en juego, el Barcelona atizó de lo lindo a muchos jugadores verdiblancos, en especial a Ceballos. También, en diversas acciones, resultaron lesionados en el primer tiempo los defensas Bruno --minuto 16--, y Westermann –minuto 36--, que tuvieron que ser sustituidos por Pezzella y Digard.
El Betis, que tantos buenos resultados había logrado en campo ajeno, sufrió en este encuentro frente al líder los graves errores del colegiado vasco. Grupos en las gradas corearon de forma insistente lo de ¡Árbitro, qué malo eres! El comité correspondiente tendrá que analizar la jugada y comprobar la tremenda equivocación del colegiado Vicandi Garrido.

FIN DE AÑO BÉTICO EN BILBAO
El 31 de diciembre de 1976. El Betis se desplazó a la ciudad de Bilbao para jugar frente al Athletic el partido correspondiente a la Liga Nacional en el estadio de San Mamés. La tradicional fiesta de Año Nuevo, la expedición verdiblanca la celebró en el hotel de concentración en la ciudad vasca. Era entrenador Rafa Iriondo y en el grupo de jugadores estaban recordados futbolistas como Esnaola, García Soriano, Anzarda, Campos, Sabaté, Biosca, Cardeñosa, Alabanda, Megido, Ladinsky, y Benítez, entre otros. En el hotel se celebró una cena cotillón para los clientes que estaban alojados en este establecimiento. Jugadores, técnicos y delegado del equipo cenaron en un salón privado, reservado para la expedición verdiblanca. Pero a la hora de la entrada del Año Nuevo, todos los futbolistas celebraron con enorme alegría y júbilo esta tradicional fiesta. Algunos jugadores, tras tomas las uvas, lanzaron al aire sus serpentinas y papelillos. Muchos de ellos, especialmente Anzarda y Biosca, se colocaron gorros de papel y unas llamativas guirnaldas de colores. Se brindó con champán por los éxitos en 1977. ¿Fue una premonición?, escribí entonces en el libro “Eurobetis”. Ese año, el 25 de junio de 1977, el club de Heliópolis le ganó precisamente al Athletic de Bilbao la Copa del Rey, en aquel vibrante partido jugado en el Manzanares y en el cual, tras los 90 minutos y la prórroga, se lanzaron 20 penaltis. Esnaola le detuvo el último lanzamiento a Iribar y el Rey de España, don Juan Carlos, le entregó el trofeo al capitán verdiblanco.

EL PODERÍO AZULGRANA FRENTE A LAS ILUSIONES BÉTICAS
En esta Liga de nuestros amores, el equipo que dirige Pepe Mel arranca puntos fundamentales para su carrera en la Liga en campo contrario. El Betis llegó al Camp Nou con todas la carga de ilusiones que le daba las buenos resultados en terreno ajeno. Y la escuadra del Villamarín fue a por todas ante el poderoso Barcelona, con el fin de buscarles las cosquillas y dar un golpe de efecto en este torneo de la regularidad. Asalto al poder del Betis ante el cuadro de Luís Enrique. Pero no tenía el cuadro verdiblanco este día el santo de cara. A los 16 minutos se lesionó Bruno que tuvo que ser sustituido por Pezzella. En el minuto 23, Ceballos formó un lío en el área azulgrana y estuvo muy cerca de batir a Bravo. Sin embargo, en el minuto 26, cuando el Betis había mostrado sus garras, el colegiado se inventó un penalti en el área verdiblanca. Había lanzado un balón con potencia Sergio Busquet, que fue despejado con los dos puños por el Adán. Messi había ido al remate y chocó con el portero bético al querer estorbarle en su acción. El argentino hizo su teatro dentro del área, y el colegiado, de forma sorprendente e inesperada, señaló el punto de los once metros. La desesperación en el bloque bético fue tremenda. Neymar fue el encargado de lanzar el máximo castigo, porque aún Messi seguía de comediante. El balón, tocado ilegalmente por dos veces por el delantero azulgrana, se estrelló en la madera al ejecutar la máxima falta, pero con tan mala fortuna para el Betis que cuando acudieron Rakitic y Westermann al rechace, el defensa, que quiso despejar, metió el balón en su propia portería. Pero el ex sevillista en esta acción le hizo una clara falta al defensa bético, que quedó lesionado. Las protestas de Pepe Mel, desde el error del colegiado hasta el lanzamiento del penalti, le costó la expulsión. El técnico verdiblanco siguió el partido desde la grada. Vicandi Garrido permitió todas las acciones ilegales que se desarrollaron en el área bética desde que señaló el inexistente penalti.
Fue una primera parte llena de incidencias y de extraños sucesos. Lesión de Bruno, la leña que los azulgranas le daban a Ceballos sin castigo arbitral, el penalti inexistente, la comedia de Messi, la expulsión de Pepe Mel, la lesión de Westermann, el leñazo de Sergi Roberto a Molinero… Con todas las concesiones que le daba el árbitro al Barcelona, el cuadro de Luis Enrique encontró muchas facilidades para aumentar su cuenta de goles. A los 33 minutos de este primer periodo, en jugada de Messi y Neymar, el delantero azulgrana, que cumplía sus 500 partidos con el Barcelona, marcó el 2-0. La cuesta de enero empezaba para el Betis en este último partido de la Liga del año 2015 en el Camp Nou.

EL BETIS LUCHÓ HASTA EL ÚLTIMO RESPIRO
El equipo de Pepe Mel quiso morir con las botas puestas. Al menos, superar todos los sufrimientos del primer tiempo. El árbitro había dañado de forma dura al once verdiblanco con sus injustas decisiones. Además del error arbitral, consintió la dureza de muchos de los jugadores azulgranas. El Barcelona, siguiendo el guión marcado --la facilidad que encontró con el apoyo arbitral--, logró al comienzo de la segunda parte el tercer gol --minuto 46--, que fue marcado por Luís Suárez. A pesar de la goleada, el Betis mantuvo su buena compostura. Luchó con mucho coraje y amor propio para, al menos, dejar huella de sus deseos, de su buen fútbol. Los verdiblancos, dañados por las injustas decisiones arbitrales, tocaron el balón con bastante coordinación y estilo, pero sin ser letales a la hora del remate ante el portal de Bravo. Sin embargo, el Barcelona llegaba al área de Adán en peligrosas contras. En este segundo periodo, Neymar mandó un balón a la madera en el minuto 61; Adán le paró un duro remate a Messi en el 62; el portero bético volvió a lucirse en un tiro de Messi en el minuto 66; Dani Alves lanzó un balón al larguero del portal verdiblanco en el minuto 71, y Messi volvió a tocar madera en el minuto 74. Pezzella, que estaba en avanzadilla, tuvo la mejor ocasión de batir a Bravo en el minuto 80, pero el lateral no estuvo fino en el remate. Al final, en el minuto 83, Luís Suárez volvió a marcar para colocar el 4-0 en el marcador. En esta última recta del partido, Rubén Castro, bastante perdido en el encuentro, fue sustituido por Van der Vaart.
Duro varapalo para un Betis que tuvo que vivir muchas desgracias, incidencias e injusticias. Pero la victoria azulgrana se inició cuando el colegiado señaló un inexistente penalti contra el cuadro verdiblanco. Hasta ese momento, el Betis estaba realizando un juego que estaba agobiando al cuadro de Luis Enrique. No cabe la menor duda del peso de la plantilla del Barcelona, pero ¡Árbitro, qué malo eres!, como se cantaba en las gradas del Camp Nou. (Fotos: LFP y FCB).

FERNANDO GELÁN

No hay comentarios: