La Asociación Amigos de los Jardines de la Oliva, que preside Jacinto Martínez, ha comenzado el programa de actividades para conmemorar el Día de Andalucía con la plantación de un lapacho rosado y realizar un recorrido botánico en el colegio Manuel Canela de la Barriada de Nuestra Señora de la Oliva.
En primer lugar Jacinto Martínez, explicó a los alumnos las características del lapacho rosado:
El lapacho rosado
"La asociación --informó Jacinto Martínez--, llevaba una década reclamándolo y por fin, el día 11 de abril de 2010, se abrió al público el Jardín Americano de la EXPO`92, después de 18 años de completo abandono. Recorriendo sus recónditas veredas hemos contemplado en plena floración el lapacho rosado, y su belleza nos ha invitado a su descripción. Comencemos por reseñar que, dentro del Programa Raíces, fue Paraguay el país que lo donó para la Exposición Universal de Sevilla de 1992. El nombre científico del lapacho rosado es Tabebuia impetiginosa (Mart. ex DC) Standl., y pertenece a la familia de las Bignoniáceas. Su lugar de origen es el nordeste de Argentina, pero se ha ido extendiendo su naturalización hasta México, con la peculiaridad de que se desarrolla desde el nivel del mar hasta la cota de 1.400 m de altitud. Es un árbol de crecimiento medio que en las zonas tropicales suele sobrepasar los 20 metros de altura, y las características de su madera (su bello color café oscuro, su dureza y su lisa textura) atraen a las motosierras. La copa por lo general es extendida e irregular, y el follaje se concentra en los extremos de las ramas. El tronco es recto, cilíndrico y de fuste alto, y su llamativa corteza es de un color castaño oscuro tirando a negruzco, salpicado de pequeñas motas verticales de color blanquecino.
Sus hojas son caducas, opuestas, compuestas digitadas, y tienen entre 5 y 7 folíolos con los márgenes ligeramente serrados y unidos por pecioluelos de 1 a 4 cm de largo. El pecíolo de cada hoja mide de 5 a 11 cm, y tanto los pecíolos como los pecioluelos se caracterizan por ser de color negruzco, color que también adoptan las hojas al marchitarse.
Las flores son de color rosado, de forma tubular y de unos 6 cm de longitud, y están dispuestas en redondas inflorescencias terminales de hasta 30 cm de largo. La corola tiene forma de embudo, con los pétalos llenos de abundantes pelillos cortos, y el cáliz es campanulado, de 6 a 9 mm de largo. La efímera y espléndida floración del lapacho rosado coincide con la Feria de Abril de Sevilla.
Sus frutos son unas cápsulas cilíndricas de 15 a 40 cm de longitud y de 1 a 2,5 cm de ancho, que caen péndulas. Estas vainas se tornan negruzcas cuando maduran, momento en que se abren longitudinalmente como una cremallera para dejar salir a multitud de semillas, semillas con forma aplastada y bordeadas por una membrana transparente que les sirve como parapente para dispersarse".
Una vez plantado, y regado, como es tradicional, Jacinto Martínez, presidente de la Asociación Amigos de los Jardines de la Oliva, recitó el poema “Dice el árbol” de Manuel Benítez Carrasco.
A continuación, una vez actualizado el plano de los árboles del colegio, comenzó el itinerario botánico, explicando detalladamente el nombre y característica de cada uno. Por último, aplaudimos al nuevo árbol, para animarlo para que pronto florezca y dé sombra. Fotos: AAJLO).
En primer lugar Jacinto Martínez, explicó a los alumnos las características del lapacho rosado:
El lapacho rosado
"La asociación --informó Jacinto Martínez--, llevaba una década reclamándolo y por fin, el día 11 de abril de 2010, se abrió al público el Jardín Americano de la EXPO`92, después de 18 años de completo abandono. Recorriendo sus recónditas veredas hemos contemplado en plena floración el lapacho rosado, y su belleza nos ha invitado a su descripción. Comencemos por reseñar que, dentro del Programa Raíces, fue Paraguay el país que lo donó para la Exposición Universal de Sevilla de 1992. El nombre científico del lapacho rosado es Tabebuia impetiginosa (Mart. ex DC) Standl., y pertenece a la familia de las Bignoniáceas. Su lugar de origen es el nordeste de Argentina, pero se ha ido extendiendo su naturalización hasta México, con la peculiaridad de que se desarrolla desde el nivel del mar hasta la cota de 1.400 m de altitud. Es un árbol de crecimiento medio que en las zonas tropicales suele sobrepasar los 20 metros de altura, y las características de su madera (su bello color café oscuro, su dureza y su lisa textura) atraen a las motosierras. La copa por lo general es extendida e irregular, y el follaje se concentra en los extremos de las ramas. El tronco es recto, cilíndrico y de fuste alto, y su llamativa corteza es de un color castaño oscuro tirando a negruzco, salpicado de pequeñas motas verticales de color blanquecino.
Sus hojas son caducas, opuestas, compuestas digitadas, y tienen entre 5 y 7 folíolos con los márgenes ligeramente serrados y unidos por pecioluelos de 1 a 4 cm de largo. El pecíolo de cada hoja mide de 5 a 11 cm, y tanto los pecíolos como los pecioluelos se caracterizan por ser de color negruzco, color que también adoptan las hojas al marchitarse.
Las flores son de color rosado, de forma tubular y de unos 6 cm de longitud, y están dispuestas en redondas inflorescencias terminales de hasta 30 cm de largo. La corola tiene forma de embudo, con los pétalos llenos de abundantes pelillos cortos, y el cáliz es campanulado, de 6 a 9 mm de largo. La efímera y espléndida floración del lapacho rosado coincide con la Feria de Abril de Sevilla.
Sus frutos son unas cápsulas cilíndricas de 15 a 40 cm de longitud y de 1 a 2,5 cm de ancho, que caen péndulas. Estas vainas se tornan negruzcas cuando maduran, momento en que se abren longitudinalmente como una cremallera para dejar salir a multitud de semillas, semillas con forma aplastada y bordeadas por una membrana transparente que les sirve como parapente para dispersarse".
Una vez plantado, y regado, como es tradicional, Jacinto Martínez, presidente de la Asociación Amigos de los Jardines de la Oliva, recitó el poema “Dice el árbol” de Manuel Benítez Carrasco.
A continuación, una vez actualizado el plano de los árboles del colegio, comenzó el itinerario botánico, explicando detalladamente el nombre y característica de cada uno. Por último, aplaudimos al nuevo árbol, para animarlo para que pronto florezca y dé sombra. Fotos: AAJLO).
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