Los cofrades de Sevilla --recoge el Consejo de Hermandades de Sevilla--, , con una participación muy numerosa y activa, acompañaron en todo momento al Señor de la Salud en su recorrido de ida --hizo su salida a las 16.30 horas-- hasta la Catedral, así como en el regreso, viviéndose momentos de verdadera carga emotiva y de verdadera fe. Como por ejemplo, en el encuentro a primera hora de la tarde con las Hermanas de la Cruz delante de las puertas del Convento de Santa Ángela o a su paso por entornos de alta afluencia de público como la Encarnación, el Salvador o la Plaza de San Francisco. Y la vuelta no fue menos, con un romántico recorrido por la zona de Santa Cruz o con los recuerdos siempre presentes de la estancia de la Hermandad de la Madrugá en San Román.
La venerada imagen, precedida por unos 500 hermanos con luz, accedía a la Catedral por la Puerta de Palos cuando los relojes marcaban las 20.20 horas. En ese instante comenzó el rezo del Vía Crucis, bajo el marco de la Seo Metropolitana.
Las intenciones de este piadoso acto fueron en esta ocasión para que la estación de penitencia y las prácticas de piedad de la Cuaresma constituyan para los cofrades un encuentro personal con Jesús y las hermandades sean auténticas escuelas de vida cristiana.
14 Hermandades con sus cruces de guia y otras tantas desarrollando las lecturas de las 14 estaciones, conformaron como de costumbre este rezo bajo las naves catedralicio. Finalizaba el ejercicio penitencial en torno a las 21.45 horas con la reflexión cuaresmal y bendición del Sr. Deán del Cabildo Catedral, D. Teodoro León.
Luego, tras visitar a la Virgen de los Reyes en la Capilla Real, comenzaría el regreso de Los Gitanos al Santuario. Sobre las 01.20 horas, el Señor de la Salud entraba en su templo dando así por finalizado el traslado de regreso tras la celebración de un "multitudinario" Vía Crucis de las Hermandades de Sevilla. (Fotos: HLG, JE y CHYCS).
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