Este domingo, día 9 de febrero, ha tenido lugar el XII Congreso del Partido Comunista de Andalucía de la provincia de Sevilla. Este Congreso se enmarca en la segunda fase del XIX Congreso del Partido Comunista de España y tenía como misión debatir el balance de gestión de la dirección provincial saliente saliente, así como las enmiendas presentadas por las agrupaciones territoriales sevillanas a los documentos del XI Congreso andaluz del PCA.
De los 151 delegadas y delegados previstos, la Comisión de Credenciales certificó la asistencia de 141, lo cual representa el 93% de las y los comunistas elegidos directamente en las agrupaciones territoriales. El Congreso guardó un minuto de silencio por los camaradas que han fallecido en los últimos meses que han sido especialmente duros, por cuanto han desaparecido auténticas referencias para el movimiento comunista sevillano.
Carlos Vázquez, Secretario Provincial saliente fue el encargado de presentar al Congreso el balance de la gestión de los últimos once meses desde que se celebró el XI Congreso Provincial extraordinario y en los que ha estado al frente de Partido en la provincia de Sevilla. Así, describe el momento presente como de agudización de las profundas contradicciones de clase en la que por parte de la oligarquía dominante, que ampara a la monarquía bipartidista dominante, se van dinamitando las barreras del antiguo “estado de bienestar”, mientras que se van produciendo respuestas populares de contestación, aunque aún no de forma suficientemente coordinada, pero que van evidenciando el hartazgo de unas capas populares que empiezan a no poder soportar el actual estado de cosas. La movilización, aparte de con represión, hace que desde la oligarquía se responda con mensajes de resignación y de aceptar fórmulas de “crecimiento” y “competitividad”. En ese marco se ofrecen Pactos de Estado, inspirados por la propia monarquía y el bipartidismo, para justificar institucionalmente la necesidad de doblegarse ante esos postulados, cuando la práctica demuestra que en nuestro país jamás se han redistribuido rentas entre capital y trabajo, ni siquiera cuando más crecimiento económico se producía.
Encuadrado en el objetivo estratégico de la superación del sistema capitalista y sus sustitución por otro socialista, con su expresión política federal, solidaria y republicana, constatando que el escenario político, económico y social que hemos conocido hasta ahora ha mutado y no volverá ya a ser igual que antes, porque el capitalismo, en su vertiente de desarrollo imperialista ha mutado y no va a volver atrás, aunque para ello produzca niveles de pobreza jamás conocidos, guerras y acumulación obscena de riqueza a costa del sufrimiento general.
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