jueves, 5 de mayo de 2011

Orejas para "El Cid" y Daniel Luque y vuelta al ruedo para Cayetano en la duodécima corrida en la Maestranza



* Crónica del periodista Fernando Gelán

Plaza de Toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla.
Jueves, 5 de mayo de 2011.
Duodécima corrida de abono.

FICHA

Toros de la ganadería de Torrehandilla-Torreherberos, de buena presencia, aunque con poca fuerza. La cuarta res fue devuelta a los corrales y se sustituyó por un toro de la misma ganadería.

* Manuel Jesús “El Cid”, oreja y silencio.

* Cayetano, silencio y vuelta al ruedo.

* Daniel Luque, ovación tras aviso con saludo desde los medios y oreja tras aviso.

Presidió la corrida Fernando Fernández-Figueroa, que fue bastante bondadoso con la oreja concedida a Manuel Jesús “El Cid”. El festejo se prolongo en esta ocasión hasta las nueve y cuarto de la noche.
La plaza se llenó, en una tarde soleada y calurosa. En el último toro se encendieron los focos del coso taurino.

CRÓNICA DEL FESTEJO
Se acercan ya los días finales del ciclo taurino de la Feria de Sevilla, que este año se ha celebrado íntegramente en el mes de mayo. Tras el bodrio del festejo del pasado miércoles, siempre queda una esperanza de contemplar algo bueno y espectacular en la Plaza de Toros de Sevilla. Se recuerda, sin duda alguna, la corrida en la que fue indultado el toro “Arrojado” de Núñez del Cuvillo y la faena que a este bravo morlaco le hizo José María Manzanares. Pero no se puede vivir siempre de las rentas. Aquel día fue otra jornada histórica para la Plaza de Toros de Sevilla y ahora hay que pasar página, vivir dese recuerdo, pero dar un paso adelante, porque hay más toros y más toreros.
Buen balance de esta duodécima corrida del abono maestrante, porque los aficionados que cubrían los tendidos y las gradas disfrutaron a su manera de un festejo que duró casi tres horas. La gente aguantó y disfrutó con las orejas concedidas a Manuel Jesús “El Cid” –el presidente fue muy generoso--, y a Daniel Luque, que se fajó en el último toro para sacarle a “Apasero”, de 540 kilos, todo cuanto podía dar en el ruedo.
También Cayetano quiso unirse a los dos compañeros, pero falló con la espada. Curiosamente hizo una buena faena de muleta al quinto de la tarde, llamado “Arrojado”, como el morlaco que fue indultado días pasados, a petición de Manzanares y del público. Pero este “Arrojado” no fue ni mucho menos como el de Núñez del Cuvillo.
Manuel Jesús “El Cid” volvía otra tarde con ganas de mojar. Pero el primero de su lote no era muy boyante. El toro tenía poquitas fuerzas para poder encarrilar algo meritorio sobre el ruedo. Sin embargo, el matador de Salteras, que brindó la suerte a Rafael Valencia, se enrabietó y empezó a pasarse el toro por el cuerpo con buenas tandas de naturales y derechazos, haciendo, además, florituras con los pases de pecho y ofreciendo algunos toques de artista de los buenos. Sonó hasta la música, para premiar la hondura y el temple del “El Cid”, que además acertó con una estocada. Bastante público, sobre todo el sol, pidió la oreja. Y el presidente, bondadoso, sacó el pañuelo para contentar a los aficionados.
El segundo del lote de “El Cid” fue devuelto a los corrales porque era blando de manos, pero el sustituto tampoco estaba para muchas artes sobre el albero del Arenal. Manuel Jesús intentó dar algunos pases con la muleta, pero la res se rajó y no resistió las citas del torero sevillano. Porfió con ganas el matador ante el morlaco, pero “Bramador”, de 525 kilos, dijo que nones. Pinchazo, estocada y silencio.
Cayetano, en el primero de su lote, no encontró jamás la conexión. La res era cortita de fuerza y el madrileño estaba convencido de que no había otra solución que acabar pronto con la vida de la res.
En el segundo de su lote, Cayetano puso, además de posturas y gestos –se llegó a sentar en el estribo la barrera como los antiguos matadores--, más voluntad y deseos, garra y poder. Además, el toro, de nombre “Arrojado” como el indultado de Núñez del Cuvillo”, fue a más y Cayetano se sintió más torero y más responsable. Aunque la res pedía tablas, el matador de la saga de los Ordóñez puso genio, talante y talento y provocó un bello espectáculo. Sonó la música para enriquecer aún más la faena de Cayetano. Si llega a matar a la primera corta una oreja en la Maestranza, pero primero pinchó y se ganó, con alguna que otra protesta, la vuelta al ruedo. Menos da una piedra…
Daniel Luque buscó el triunfo con ganas, voluntad y ese pellizco de arte que tiene en el cuerpo. Aunque el toro tenía poquitas fuerzas, el de Gerena hizo una faena muy artística y con enorme valentía y riesgo. Había nobleza en el toro y Luque fue a por todas para buscar el triunfo pleno. Sonó la música en honor del buen toreo del sevillano, pero Luque falló con la espada. Hubo petición de oreja, pero se conformó el torero con saludar desde los medios para agradecer la fuerte ovación.
En el segundo de su lote, Daniel Luque volvió a la carga con todas las ilusiones del mundo. Brindó la muerte del toro, “Apasero”, de 540 kilos, a todo el público congregado en la plaza, y buscó sitio y posturas para armar el taco ante el morlaco. “Apasero” se defendía y huía hacia las tablas, pero tan grande y magnífico fue el tesón y las ganas de Luque, que encontró fórmulas para armar el taco. Valiente, magistral, espectacular, ilusionado y apasionado, Luque dio tremendos naturales, derechazos, pases por alto y puntuales y artísticos detalles con la franela roja ante la cara misma del morlado. Sonó la música y hasta un aviso antes de entrar a matar. Pero el de Gerena apuntó bien hacia “Apasero” y dio una estocada de muerte. Oreja y petición para otra. Pero aquí, el presidente, ya no estaba tan generoso.
En fin: Dos orejas para “El Cid” y Luque y una vuelta al ruedo para Cayetano, en tarde brillante y artística de toros por el ambiente que tiene Sevilla y su Plaza de Toros.
¡Aquí hay que morir!

Ese viernes, 6 de mayo, a las seis y media de la tarde, con toros de Jandilla-Vegahermosa, 13ª corrida del abono. La terna de matadores está compuesta por Sebastián Castella, José Mari Manzanares y Alejandro Talavante. ¿Habrá otro toro indultado?


(Imagen: Plaza de Toros de la Real Maestranza).

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