lunes, 30 de octubre de 2023

"Tolerancia cero" hacia los casos de abusos

La reciente presentación por parte del Defensor del Pueblo del Informe sobre los abusos sexuales en el ámbito de la Iglesia católica y el papel de los poderes públicos está generando en la opinión pública y en los medios de comunicación un deseo de conocer más a fondo la respuesta de la Iglesia en España. También se está a la espera de recibir el encargo que se hizo en febrero de 2022 por la Conferencia Episcopal Española a la firma Cremades & Calvo-Sotelo para la realización de una auditoría independiente acerca de los informes e investigaciones sobre los casos de abusos a menores en el seno de la Iglesia española. Sin duda es necesario contribuir a generar confianza mediante una información sobre la respuesta a esta realidad dolorosa que tanto el papa Francisco como sus predecesores han denunciado en numerosas ocasiones, ha informado la Archidiócesis de Sevilla.
Al respecto, el arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz, se reafirma en la “tolerancia cero” hacia los abusos y declara la necesidad de “impulsar los trabajos de las oficinas diocesanas y la coordinación de las mismas, aplicar todos los medios para investigar con rigor y profundidad cada caso y ponerlo a disposición de la justicia”.

Oficina para la recepción y tramitación de denuncias sobre posibles abusos
El 7 de febrero de 2020, el arzobispo de Sevilla creó la Oficina para la recepción y tramitación de denuncias sobre posibles abusos sexuales en el ámbito de sus respectivas diócesis. Su finalidad es facilitar y asegurar que las noticias o las denuncias sobre posibles actos realizados por clérigos, miembros de institutos de vida consagrada o sociedades de vida apostólica, que pudieran ser constitutivos de delitos relacionados con abusos sexuales, sean “tratadas en tiempo y forma, de acuerdo con la disciplina canónica y civil, respetando los derechos de todas las partes implicadas”, ha explicado el sacerdote Ángel Failde, delegado episcopal de la oficina de prevención.
“Especialmente la Oficina atiende los casos de clérigos. Si se trata de un laico, interviene directamente la fiscalía y si es un religioso, se informa al superior de la congregación que tiene a su vez su respectiva oficina. Ellos tienen igualmente una instancia para la recepción de ese tipo de denuncias. Cooperación con la autoridad civil en todo caso”, añade Failde.
“El abuso sexual de menores no es sólo un delito canónico, sino también un crimen perseguido por la autoridad civil. Si bien las relaciones con la autoridad civil difieran en los diversos países, es importante cooperar en el ámbito de las respectivas competencias”, subrayan desde el Dicasterio para la Congregación de la Fe en un subsidio enviado para las Conferencias Episcopales en la preparación de Líneas Guía para tratar los casos de abuso de menores por parte del clero.

Datos sobre la acogida que realiza la Oficina de la Archidiócesis de Sevilla
La directora de la Oficina Diocesana hispalense de Prevención de Abusos es Mercedes Fernández. Su labor consiste en acoger a las personas presencialmente. También se reciben las llamadas telefónicas y los correos electrónicos de denuncias sobre posibles abusos sexuales a menores y a personas vulnerables.
Mercedes Fernández afirma que desde la creación de la Oficina en 2020 hasta octubre 2023, “hemos atendido siete llamadas telefónicas y dos correos electrónicos. También, tenemos conocimiento de un caso de una persona que acudió directamente a Roma a presentar su denuncia y cuyo expediente ha sido abierto en la Archidiócesis. Buscamos la verdad, el bien de las personas”.
Las noticias o denuncias sobre los posibles abusos sexuales a menores y a personas vulnerables se atienden en la sede de la Oficina en Sevilla, previa cita telefónica:

CONTACTO
Para consultar o iniciar la tramitación de una denuncia por un posible abuso sexual a un menor de edad o persona vulnerable en la Archidiócesis de Sevilla puede solicitar una cita previa con la directora de la Oficina
Tel: 954.505.505, ext. 810
E-mail: proteccionmenores@archisevilla.org
Esta instancia depende de la Vicaría General de la diócesis y cuenta con varios miembros nombrados por el arzobispo de Sevilla. El delegado episcopal es Ángel Failde y tiene como adjunto al notario eclesiástico Ramón Herrera. Por su parte, Karen Mendoza ejerce como portavoz de la Oficina en coordinación con el delegado diocesano de Medios de Comunicación, el sacerdote Leonardo Sánchez Acevedo.
En este sentido, “durante la investigación previa se oirá a la presunta víctima, el presunto victimario y cuantos testigos pudieran existir de los hechos, para dilucidar si hay verosimilitud y, por tanto, posible delito”, explica Failde. Por su parte, Mercedes Fernández añade que “de las siete llamadas recibidas, solamente una persona quiso acudir presencialmente a exponer su situación. Durante su intervención se contradijo en el relato de los hechos y decidió retirarse voluntariamente”.

Delitos contra el sexto mandamiento
Corresponde a la directora de la Oficina, recibir cualquier tipo de denuncia o información, directamente de la presunta víctima o de terceros, relacionadas con conductas a delitos contra el sexto mandamiento del Decálogo que consistan en “obligar a alguien, con violencia o amenaza o mediante abuso de autoridad, a realizar o sufrir actos sexuales; realizar actos sexuales con un menor o con una persona vulnerable; producir, exhibir, poseer o distribuir, incluso por vía telemática, material pornográfico infantil, así como recluir o inducir a un menor o a una persona vulnerable a participar en exhibiciones pornográficas; conductas llevadas a cabo por los sujetos a los que se refiere el artículo 6 de la carta apostólica en forma de «motu proprio» del papa Francisco “vos estis lux mundi” (2019) , que consisten en acciones u omisiones dirigidas a interferir o eludir investigaciones civiles o investigaciones canónicas, administrativas o penales, contra un clérigo o un religioso” afirma la directora de la Oficina.

Acogida, escucha y acompañamiento
En este sentido Mercedes Fernández indica que, “las autoridades eclesiásticas se han de comprometer con quienes afirman haber sido afectados, junto con sus familias, para que sean tratados con dignidad y respeto, y han de ofrecerles, en particular acogida, escucha y seguimiento, incluso mediante servicios específicos de atención espiritual, asistencia médica, terapéutica y psicológica, según sea el caso, así como la confidencialidad de sus datos personales, han de estar protegidas”.

Compromiso con la protección de menores
La Archidiócesis de Sevilla a través del clero, las congregaciones religiosas y asociaciones laicales ha mostrado su firme voluntad de condenar, no tolerar ni encubrir, ningún tipo de abuso sexual, de poder y de conciencia, especialmente a menores y personas que habitualmente tienen un uso imperfecto de la razón (o a las que el derecho reconoce igual tutela). Y ante los abusos que se han dado en el pasado, la Iglesia en Sevilla se une a la petición de perdón a las víctimas y a toda la sociedad que ha hecho el papa Francisco, consciente de que estas conductas comprometen la misión de la Iglesia y su credibilidad.

Espacios de escucha
“Es imprescindible ofrecer a todas las víctimas espacios para ser escuchadas y acoger sus posibles denuncias en la instancia que les parezca más oportuna y más eficaz para sanar el daño causado: civil, canónica o de ayuda social si no desean un proceso judicial. La denuncia formal es el camino más eficaz para erradicar estos comportamientos de la Iglesia y de la sociedad. Los casos actuales o no prescritos pueden denunciarse e investigarse a través de los cauces policiales, judiciales y eclesiales y cuentan para ello con la estrecha colaboración de las instituciones eclesiales”, expresa Mercedes Fernández.
Además de los cauces previstos por la Iglesia para la presentación de denuncias y atención a las víctimas, --ha informado finalmente la Archidiócesis de Sevilla-- otras instituciones, asociaciones o fundaciones realizan un trabajo similar. La Iglesia ofrece su compromiso para colaborar con ellas para conocer, escuchar y prestar la ayuda necesaria de aquellos casos que están vinculados con la Iglesia pero que, por cualquier motivo, no han sido presentados en sus oficinas. (Foto: AS).

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