Avance Informativo
La Plaza de la Real Maestranza de Sevilla fue escenario de la octava corrida del ciclo de Feria de Abril --noveno festejo del abono de la temporada--, con la actuación de los matadores Morante de La Puebla, Miguel Ángel Perera y Daniel Luque. Los complicados toros de El Pilar-Moisés Fraile no aportaron nada al esperado espectáculo taurino. El torero de Gerena logró una oreja en el sexto bis. Daniel Luque lidió un sobrero del hierro de Parladé y desarrolló un toreo muy efectivo y brillante, que entusiasmó a la concurrencia que se había aburrido con los toros anteriores.
Saltaron al ruedo del Coso del Arenal seis toros de El Pilar y Moisés Fraile y un sobrero --sexto bis--, del hierro de Parladé. Las reses de El Pilar y Fraile, bien presentadas, no tuvieron fuerza y dieron escaso juego para la lidia. El sexto toro fue devuelto a los corrales. Salió a la plaza en su lugar un sobrero de Parladé --sexto bis--, que fue el más boyante de la triste jornada.
* Morante de La Puebla, ovación con saludos en el primero, y silencio en el segundo.
* Miguel Ángel Perera, ovación con saludos en el primero, y silencio en el segundo.
* Daniel Luque, ovación en su primero y oreja en el segundo.
Presidió la corrida Fernando Fernández-Figueroa. La plaza se llenó en tarde calurosa y con alguna ligera brisa. Volvía a torear en la Maestranza el torero Miguel Ángel Perera, después de un año de ausencia por el G-10. Saludaron desde los medios los subalternos Joselito Gutiérrez y Guillermo Barbero, de la cuadrilla de Perera. Se registró un incidente entre el público y el director de la Banda del Maestro Tejera, porque el grupo musical tardó en tocar en la faena al sexto-bis de Daniel Luque.
El triunfador de la tarde torera en la Maestranza fue, sin duda alguna, Daniel Luque. El de Gerena, que había actuado en la pasada tarde del martes en el mano a mano con "El Cid", volvió nuevamente a la Maestranza para alternar con Morante y Perera. Los toros de El Pilar y Moisés Fraile dieron muchos disgustos y decepciones a los aficionados. A pesar del esfuerzo y de las ganas de los espadas, los toros de El Pilar y Fraile no fueron muy útiles para una buena lidia. Sin embargo, Luque pudo sacarse la espinita ante el sobrero de Parladé. Este toro había salido a la plaza porque el sexto de la tarde, de Moisés Fraile, fue devuelto a los corrales.
El de Gerena, en este sexto bis, realizó una faena muy completa Luque estuvo fino y artista con la capa, realizando lances con mucha quietud. El público se fue animando y se rompió la frialdad de la plaza. El torero brindó la faena de muleta al público y apretó con el engaño en busca del triunfo. Daniel Luque dibujó buenos derechazos y ejecutó con mucho temple una serie de naturales. El toro de Parladé respondió a las citas del torero y el público despertó. El de Gerena luchó con mucho valor para sacarle todo el jugo al morlaco. Tardó en sonar la música, pero el final la Banda arrancó con la justa presión del público, para premiar la excelente faena del torero sevillano. Daniel Luque siguió mandando con un toreo preciso, artístico y positivo. Mató de estocada y alcanzó merecidamente el premio de una oreja.
En su primero --tercero de la tarde--, Daniel Luque realizó una labor responsable ante un toro que ya fue protestado cuando saltó a la arena. El torero sevillano, en este primer toro de su lote, estuvo discreto con el capote y desarrolló una buena faena con la muleta. Dio buenas y ligadas tandas y hasta ejecutó las famosas "luquesinas". El de Gerena actuó siempre con decisión. Y a pesar de la falta de fuerza del toro, ejecutó largos y bellos derechazos que fueron muy aplaudidos. Pero necesitó de estocada y tres descabellos para culminar la faena ante este toro.
Y esta fue la gran historia de esta corrida del ciclo continuado en plena Feria de Sevilla. Porque la otra historia, la que se pudo contemplar con los seis toros de El Pilar y Moisés Fraile es para olvidar tomando unas buenas copas de manzanilla o de Jerez en el Real de Los Remedios.
Esta vez no hubo ni la media verónica de ensueño de Morante. Y eso que tras el paseíllo, cuando aún no había salido el primer toro de la tarde a la plaza, el público dedicó una cariñosa ovación al torero de La Puebla. En el primer toro de su lote, el sevillano sólo se pudo lucir con algunos lances con el capote, pero sin el duende acostumbrado. En esta lidia hicieron quites los tres toreros el cartel para calentar el ambiente. Ya, a solas con la muleta, Morante se entregó ante el toro de El Pilar, pero todo el esfuerzo del de La Puebla se fue al garete porque el animal se derrumbó. Morante mató de pinchazo y media estocada y recibió la ovación de la esperanza.
Tampoco tuvo fortuna el torero sevillano con el segundo de su lote. Ofreció Morante algunos detalles con el capote, pero sin garra. Brindó la muerte del morlaco a Fran Rivera. La faena del torero sevillano tuvo enjundia y calidad, pero era como remar contra corriente porque el toro de El Pilar estaba en otro mundo. El de La Puebla probó por la diestra y la siniestra con la muleta, pero tuvo que coger la espada para matar de estocada.
Tampoco Miguel Ángel Perera, que volvía nuevamente a torear en la Real Maestranza, pudo levantar totalmente los ánimos. En el primero se fue a portagayola y toreó con temple y muy despacio por verónicas. Mantuvo el tipo el de Badajoz con la muleta con firmes naturales. La faena de Perera fue intensa y honda. El torero, con mucho poder, superó todos los inconvenientes de un toro soso. Mató de estocada.
En el segundo de su lote, Perera también se fue a portagayola para lucirse en lucidas largas cambiadas. A pesar de la intensidad que puso el torero de Puebla del Prior, la faena no llegó a los tendidos. El toro, además, con poca fuerza, nunca respondió a la entrega de Perera, que siempre estuvo muy profesional y correcto. No tuvo fortuna con la espada y la tarde fue ya muy cuesta arriba hasta la llegada del sexto toro bis que lidió Daniel Luque.
Seguiremos informando. (Fotos: Maestranza).-
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