José Antonio Griñán ha apuntado que "tanto malestar social" tras cinco años de crisis exige "cambiar el rumbo" y, por ello, ha reclamado "diálogo y mano tendida" para lograr cuatro objetivos. El primero de ellos es el empleo, por lo que ha vuelto a pedir "un pacto por el empleo que incluya una política europea que priorice el crecimiento económico y una política del euro que establezca también objetivos compartidos para una estabilidad compatible con la reactivación de la economía" porque, como ha aducido, "no es posible seguir la senda actual de constantes ajustes, recortes y empleo".
El segundo gran pacto de Estado solicitado por el presidente andaluz es para propiciar "la modernización de nuestra economía". Para ello, ha señalado, no se puede seguir alentando el desplome de los costes laborales o deprimir la negociación colectiva, sino que hay que invertir en educación, investigación, innovación, en la sostenibilidad de los recursos, en la internacionalización de las empresas; y apostar por una reforma fiscal y una mayor eficiencia de las administraciones públicas para garantizar la unidad de mercado y apoyar el emprendimiento. En este punto, Griñán ha insistido en que habría que buscar la forma de que el gasto en I+D+i "no compute, o no lo haga íntegramente, en el déficit".
En tercer lugar, el presidente del Ejecutivo regional considera imprescindible un "gran pacto para la consolidación del modelo de protección social", que no es, ha advertido, un ajuste coyuntural. "No estamos aquí ante un problema de ingresos, sino de gasto y, consecuentemente, se necesita un compromiso de mayor alcance en el desarrollo del Pacto de Toledo", ha sostenido.
El último frente prioritario para combatir la crisis le ha llevado a solicitar una estrategia nacional contra la exclusión social "que active una protección de todos aquellos a los que la pérdida de ingresos y el endeudamiento les están llevando a situaciones de marginación y desarraigo y que, a la vez, mejore la posición jurídica de los deudores más vulnerables, como los hipotecarios, los consumidores de productos financieros, los asalariados y los autónomos y pymes en una eventual segunda oportunidad".
Griñán ha señalado que el momento de desesperanza actual debe ser "incompatible con las palabras huecas o con el escamoteo de las propias responsabilidades, por lo que debe traducirse en iniciativas políticas y sociales". "Por eso -ha apostillado- hay que convocar a todos. Este es un momento en el que hay que jugársela".
El presidente andaluz ha alertado del riesgo de la política del 'no podemos hacer otra cosa' y del peligro de "despreciar las consecuencias sociales que se están produciendo" porque son, ha dicho, "la manifestación de un fundamentalismo enormemente peligroso". "Tanto sufrimiento y tanto malestar social exigen cambiar el rumbo", ha añadido, para abundar en que "tan importante como recuperar la senda del crecimiento económico o el crédito financiero es recuperar el crédito de la política y el crédito institucional".
Griñán ha afirmado que es necesario "fortalecer la voluntad colectiva desde el liderazgo político" y que la política "no aparezca resignada" porque, de lo contrario, "correremos el riesgo de un desistimiento social y político de incalculables consecuencias para la estabilidad del país". "Dejar que sean las propias fuerzas del mercado -ha subrayado- las que se hagan cargo de sacarnos de la crisis es condenarnos a la ruptura del modelo de convivencia y a un retroceso histórico".
El presidente andaluz ha recordado que no hay que confundir "reformas con recortes ni creernos tampoco que los ajustes presupuestarios nos obligan a recortar por igual todo el gasto público, sin priorizar funciones y objetivos".
No hay comentarios:
Publicar un comentario