Barbeito, una transformación modélica

El articulista, poeta y escritor, aunque no haya realizado muchos libros, Antonio García Barbeito, escribe un articulito en el diario matutino que dirige Ybarra al hilo de los acontecimientos del caso de Mercasevilla y la aireada “imputación” a Rodrigo Torrijos. El columnista, que no es periodista y cuyo sorprendente y decepcionante pregón de Semana Santa causó bastante polémica en los tradicionales círculos cofradieros, dice dentro de su artículo que “Hoy la letra que podemos aplicarle al caso Mercasevilla cambia, no entra en el compás —porque desde el principio estaba fuera de compás—, y aunque no va tan lejos como de Sanlúcar al Puerto, suena más, es clamorosa, a pesar del recorrido relativamente corto: «De Mercasevilla al juzgado / hay un penoso carril, / que lo han hecho más de uno / de tanto ir y venir». Y como se trata de Sevilla, y como resulta que en el caso Mercasevilla está imputado hasta el padre del carril bici, pues a ese ir y venir desde el Merca a los despachos judiciales, habrá que llamarlo el «Carril juici», por más inocentes que resulten todos. Pero «carril juici» sí que es, porque la juez Alaya no es de las que se encogen porque el imputado sea un nombre sonoro o un cargo muy relevante”. Yo le pregunto ahora al ínclito y valentón Barbeito sí hubiera escrito las mismas letras cuando buscaba sitio en las páginas de El Correo, en tiempos de Gómez Cardeña, cuando el PSOE era el amo del decano y el administrativo penaba para que le dieran una oportunidad en el diario que sustentaba el grupo de izquierdas.