SEVILLA AL DÍA.- De Kun Fu a las chirigotas

Robles-Torrijos, un duelo en la alta cumbre

Creo que Paco Robles necesita a Torrijos de forma imperiosa para poder escribir sus artículos. El líder comunista es para este radical y rancio columnista como su musa o como su obsesiva inspiración. Sin tener en su atolondrada cabeza a Torrijos, Robles no es capaz de confeccionar otros hirientes panfletos informativos. Días pasados, en cuanto vio en la prensa una foto del primer teniente de alcalde en una exhibición de artes marciales, dijo “”joi” –atención--, y concedió al capitular el título de Kun Fu de Sevilla. No hubo “yasume” –descanso--, en su vejatorio escrito y comparó a Torrijos con David Carradine y Bruce Lee, que fueron populares y brillantes ases de la lucha. Podio para el capitular.

Sin embargo, este extraño y acomplejado columnista no tiene el mismo talante crítico para otros concejales del Ayuntamiento de Sevilla. Para Robles, ya se sabe, los malos y los plebeyos son los que forman el gobierno de la ciudad y los buenos y santurrones el equipo de Zoido, jefe de la oposición en el Ayuntamiento de la ciudad, ese edificio que él llama Granja San Francisco, quizás porque algún día querrá poner un huevo en el palomar.

El popular Zoido, que es más cortito que los pasos que da Chiquito de la Calzada para contar sus chistes, fue días pasados a visitar una de las chirigotas sevillanas que actuarán en el gaditano Teatro Falla. ¿Habría aquí materia para un recuadro hecho con gracia y salero, dedicado a Zoido el chirigotero? Pero cuando se trata de derrochar simpatía, Robles falla más que una escopeta de feria. Se obsesiona con los malos y los plebeyos y como no es nada progresista, ni liberal, ni democrático, ni tiene chispa ni pajolera gracia, arremete con todos sus tanques contra Kun Fu, haciéndole un flaco favor, pues lo importante es que hablen todos los días de uno, aunque sea mal. Sobre todo en esta población, que es la mía, porque te hacen la pajarraca si estas fuera de esos clanes que intentan manejar la ciudad a su antojo.
¿Se atrevería Robles a escribir un artículo si ve publicada una foto de Soledad Becerril recibiendo clases de baile por sevillanas o de flamenco?
Ahí tiene un reto. Pero éste Robles no contestará. Esconderá la cabeza bajo el ala porque ya sabe dónde tiene el pesebre.
FERNANDO GELÁN