ÚTBOL.- Jugando rematadamente mal el Sevilla gana al Xerez por dos goles de diferencia en Chapín
Xerez Deportivo, 0; Sevilla F.C., 2.- ¡Qué podemos escribir de esta aburrido y mal partido del Sevilla! Es cierto que valen los dos goles marcados por los de Nervión y los tres puntos logrados en campo ajeno. Pero el cuadro que prepara Jiménez realizó en el municipal jerezano un pobre encuentro, sin garra, sin chispa, sin espectáculo y con la soga al cuello si la fe del cuadro azulino acierta con la puerta.
Sólo la genialidad de Negredo en un gol de sombrero y el remate del letal Fabiano marcaron la diferencia en este choque de rivalidad regional. Pero lo cierto fue que el Sevilla no se movió con estilo sobre la yerba jerezana y que su fútbol fue muy mediocre.
Muchas veces se agazapó atrás, pero en ningún momento funcionó el centro del campo ni esas alas que a veces vuelan tan alto como Navas o Renato. El centro de la delantera sevillista quedaba anulado por la presión y la lucha entregada de los jerezanos, que fueron auténticos fatigas en el campo.
No se supo imponer el cuadro de Nervión al modesto equipo que prepara Ziganda, que muchas veces se imponía a los sevillistas por un mayor espíritu de lucha. No existía ninguna alternativa de juego positivo en el equipo del Sevilla para demostrar la diferencia de calidad que hay entre uno y otro colectivo. El Sevilla casi andaba por el terreno de juego. No había en el equipo de Jiménez ni nervio ni temperamento. Hasta el portero del Sevilla, Javi Varas, evitó un gol cantado cuando el Xerez echó el resto para buscar el empate. Salvó al equipo de Jiménez esas dos genialidades de Negredo y Fabiano. Fue un Sevilla espeso y roto en casi todas sus líneas, con un bajón general en el desarrollo del juego. Lo único potable de este choque regional es ese resultado, que coloca al equipo de Nervión en esa lucha titánica por el título de Liga. Pero el aficionado, el espectador, quiere algo más que los puntos. Un poquito de entretenimiento. Al final del encuentro te encoges de hombros y te da asco todo lo que has visto en este partido. Sobre todo, porque el Xerez es un conjunto que está a años luz de la calidad del cuadro sevillista. Esos zarpazos de Negredo y Fabiano decidieron este partido. Lo demás que no hizo el Sevilla, para olvidar. Porque el equipo sevillista no puede sufrir tanto. Ante el fogoso equipo del Xerez, el Sevilla ganó con la ley del mínimo esfuerzo. Los equipos como el de Manolo Jiménez, que aspiran a lograr títulos, tienen que demostrar su calidad y su plena dedicación en todos los litigios. Ya no se trata de vivir de las rentas. El fútbol es algo más que dos zarpazos o dos momentos de inspiración.
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