lunes, 7 de enero de 2008

Un derby Sevilla-Betis, marcado por el polémico gol de Luís Fabiano, que remató con el brazo en la meta de Ricardo


Día de Reyes en el Estadio Sánchez Pizjuán. Regalos de Melchor, Gaspar y Baltasar para el Sevilla por el gol marcado por Luís Fabiano con el brazo y por el tanto que en propia meta se marcó Damiá, para rematar la faena local. Resistiré. Chaparro no tuvo fortuna en este choque entre los eternos rivales. Tal vez el técnico verdiblanco se confió con la “concordia” y no quiso mandar a los suyos a luchar contra tantos malos elementos. O malos mengues. El Sevilla, sin duda alguna, es un equipo muy superior al actual Betis. Hay una distancia tremenda entre ambos clubes en estos momentos. Es cierto que los blancos de Jiménez lucharon con mucha fuerza y que dominó con contundencia y eficacia a un Betis que bajó excesivamente la guardia, muy preocupado por el poderío físico y técnico del rival.
En fútbol, ya se sabe, quien comete errores termina goleado y, sobre todo, cuando además se pelea, como hizo el Betis, excesivamente cohibido ante el campeón uefo. Sin embargo, los verdiblancos resistían como numantinos, porque la velocidad de Capel y de Navas por los extremos era irresistible y Luís Fabiano y Kanouté siempre estaban con el gatillo bien preparado. Hubo ocasiones clarísimas en el bando local para perforar la meta de Ricardo, pero el Betis aguantó el chaparrón como mejor podía, sin nervios, pero muy tenso y digno. También es verdad que el timón del choque estaba manejado con suficiencia por los locales. Pero el cuadro de Chaparro resistía –resistiré--, hasta ese gol polémico de Luís Fabiano, porque el Pichichi de la Liga Española se ayudó del brazo para iniciar la goleada. El juez de la contienda no atendió las reclamaciones de los béticos. El gol de Fabiano, bailado por los sevillistas, subió en la noche de los regalos de Reyes.
Acusó este inesperado destrozo el cuadro de Chaparro. Se retiró Rivas y salió Toni, por lo que el Betis tuvo que recomponer su táctica y la situación de sus hombres. En ese toma y daca, el campeón uefo continuó jugando con la alegría de la ventaja, aunque con esa neta diferencia de calidad y dominio para alcanzar un segundo gol a pocos minutos del final del primer tiempo. Otra vez el goleador Fabiano acabó con el cuadro bético. Las caritas del once de Chaparro, incluida la del trianero, era todo un negro poema. El carbón de la noche de Reyes.
La segunda parte de este derby del día de Reyes tuvo otras alternativas de juego. Intentó el Betis frenar el dominio local y buscar un zarpazo para tener otras oportunidades en el marcador. Edu, que parecía por el vendaje un “palmerín” sin palmeras, luchaba desesperadamente ante la acertada defensa blanca. Sin embargo, el cuadro de Chaparro, aprovechando la serenidad local, movió con mejor sentido el balón para sorprender. Pero los reyes magos estaban con el Sevilla y llegó un tercer y último gol en jugada desgraciada de Damiá, pues el defensa rechazó el castigo lanzado por Álves, colocando el cuero al fondo de su propia meta, ante la desesperación de Ricardo.

Aquí se acabó el cuento de la buena pipa. Demasiado para el Betis en este choque entre los eternos rivales. Un primer gol polémico y un tercer tanto en propia meta. Un castigo excesivamente duro. Chaparro perdía la imbatibilidad desde que se hizo cargo de la plantilla del club de Lopera. Y en ese descocido que le había hecho el Sevilla a los verdiblancos, Jesús Navas, Álves, Keita y Chevantón tuvieron en sus piernas y en sus botas ocasiones claras para golear escandalosamente a los béticos.

Así de duro y trágico es esto del balompié. Se escribirá y se hablará de la distancia de juego, técnica, dominio y fuerza que hay actualmente entre el Sevilla y el Betis. Pero aunque los verdiblancos sólo mostraron un fútbol digno e inocente, el Sevilla se encontró con esos dos goles extraños. El del brazo de Fabiano y el de Damiá en su propia puerta. Mereció ganar el cuadro del viejo Nervión, pero el Betis se metió excesivamente en el papel de bueno porque quiso formar parte del derby de la paz y la concordia.

Resultado:
Sevilla, 3; Real Betis, 0.
Goles: 1-0, minuto 25: Centro de Capel y remate con la cabeza y el brazo de Luís Fabiano; 2-0, minut0 42: Centro de Álves y remate de Luís Fabiano: 3-0, minuto 63: Falta que lanza Álves y Damiá marca en propia meta.
Sevilla: De Sanctis, Álves, Mosquera, Escudé, Drago, Poulsen, Ketia, Navas, Fabiano, Kanoute y Capel. En la segunda parte entraron Adriano, Chavantón y Martí).
Real Betis: Ricardo, Melli, Juanito, Rivas, Damiá, Arzu, Rivera, Sobis, Mark González, Edu y Jose Mari.
(En el primer tiempo, Rivas fue relevado por Toni, y en la segunda parte jugaron Somoza y Xisco).
El colegiado Undiano Mallenco no atendió las reclamaciones bética por el gol marcado con el brazo por el sevillista Fabiano. Dejó quie, a veces, el juego fuera excesivamente duro. Edu tuvo que ser asistido por una herida en la cabeza.
Vieron tarjetas amarillas los sevillistas Drago y Luís Fabiano –acumula cinco cartulinas--; y los béticos Melli, José Mari, Rivera y Somoza.


CLASIFICACION
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C................................. J. G. E. P. GF. GC. P.
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9º Sevilla .....................18. 8. 2. 8. 35. 23. 26
18º Real Betis ..............18. 4. 6. 8. 17. 26. 18

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