La torre podrá albergar especies como vencejos pálido y común, estorninos, gorriones y murciélagos. Además, en su base contará con plantas autóctonas como mirto, romero, lavanda o palmito para polinizadores, que a su vez servirán como refugio de lagartijas y salamanquesas.
La torre se ubica en el parque Adolfo Cantalejo, tiene una altura de 12 metros y más de 300 nidos. Con la torre a máxima capacidad se podrá llegar al consumo de 1 millón de mosquitos al día, complementado con el control de otros insectos como cucarachas, garrapatas, avispas, etc.
Tal y como comenta el alcalde de Coria del Río, Modesto González: "Esta torre es una apuesta por la biodiversidad y por intentar cambiar el rumbo en cuanto a la concepción que hay del hábitat donde pasamos la mayor parte de nuestra vida. Tenemos que avanzar hacia un entorno mucho más saludable, apoyándonos en el medioambiente. Frente a las plagas o virus transmitidos por insectos, debemos poner medios fundamentados en la naturaleza y dejar en un segundo plano la química, que tiene muy corto recorrido y si prolongamos su uso acabamos con el entorno".
Es la primera vez que se instala una torre de estas características en el país, haciendo de Coria del Río un municipio pionero y referente en el control de plagas de forma natural. La torre ha sido una donación de Diego Alves y Ángeles Mora y la intención es extender la iniciativa a otras zonas del municipio.
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