La Sección Séptima de la Audiencia de Sevilla emitió el pasado 25 de mayo una sentencia en la que confirma íntegramente el fallo del juzgado de lo Penal número 9 de Sevilla, que en julio del pasado año condenó a Javier Criado como “responsable en concepto de autor de un delito contra la integridad moral, ya definido, con la concurrencia de la atenuante de dilaciones indebidas, a la pena de un año de prisión, con inhabilitación especial para el derecho del sufragio pasivo y para el ejercicio de la profesión durante el tiempo de la condena, y prohibición de aproximarse a la víctima a menos de 300 metros en cualquier lugar donde se encuentre, así como acercarse a su domicilio y cualquier otro que sea frecuentado por ella, y de comunicarse con la misma, por cualquier medio de comunicación o medio informático o telemático, contrato escrito, verbal o visual, durante un tiempo de dos años”. Además, le impuso el pago de las costas procesales, “incluidas las de la acusación particular”.
La Audiencia Provincial ha desestimado ahora los recursos que presentaron tanto la defensa del psiquiatra sevillano como de la propia acusación particular, que pedía elevar las penas. A pesar de ello, la sentencia supone una gran victoria para el grupo de mujeres que lleva seis años luchando para que el conocido psiquiatra se enfrente a la Justicia. Criado estaba acusado de un presunto delito contra la integridad moral cometido en 2015 contra una de sus pacientes.
Se trata de un “caso menor” pero es el único que ha podido seguir adelante de los ocho presentados, ya que la magistrada que instruyó esas denuncias los dio por cerrado al considerar que habían prescrito, sin entrar al fondo de la cuestión. A pesar de ello, la propia Fiscalía elevó un escrito a la juez en el que reconocía “los serios indicios de culpabilidad concurrentes en el presente caso”.
Esas denuncias se presentaron por un delito continuado de intrusismo profesional, un delito de omisión del deber de socorro, un delito continuado contra la integridad moral, tres delitos continuados de abuso sexual, dos delitos de abuso sexual, y uno de inducción al suicidio, aunque nunca pudieron ser juzgados por haber prescrito.
A pesar de ello, la abogada de la denunciante, Inmaculada Torres, presentó ante el Juzgado de Instrucción 19, que llevo el caso, la petición de hasta 24 mujeres que querían contar su caso públicamente en el tribunal. Inicialmente, la juez desestimó esa idea al considerar que no tenían relación directa con el hecho que se investiga.
Finalmente, la magistrada de Lo Penal permitió que cinco víctimas pudieran testificar y ofrecer unos testimonios con los que la acusación quiso demostrar que el delito ahora condenado no se trata en absoluto de un hecho aislado.
Estas cinco mujeres no son las únicas que han querido hablar. Hace cinco años, fueron hasta 32 las mujeres que presentaron por escrito sus testimonios denunciando a Javier Criado ante el Colegio de Médicos de Sevilla, rompiendo así el silencio que durante años habían mantenido antes sus propias familias y amigos. Este grupo de mujeres, alguna de ellas muy conocidas por pertenecer a prestigiosas familias de la ciudad, por ostentar cargos de responsabilidad institucional o por ser esposas de políticos y empresarios, se conocieron a través las redes sociales, a raíz de que una de que una de ellas, M. S., rompiera su silencio exponiendo en su muro de Facebook su terrible experiencia, lo que animó a otras a hacer lo mismo.
Tras ello, decidieron crear la Asociación Veritas, que agrupa a las víctimas de las presuntas malas praxis y abusos del psiquiatra y que mantiene su lucha por este caso. De hecho, siguen reclamando el cambio de las leyes para que los casos de abusos no prescriban, ya que en la mayoría de los casos pasan varios años desde que las víctimas son capaces de entender o de contar lo que les ha pasado.
Para esta asociación, “que Criado haya sido condenado, aunque sea por este caso menor, supone un respaldo de la Justicia a las decenas de víctimas que han sufrido durante décadas los abusos de este hombre que usaba su despacho de psiquiatra para cometer sus delitos. Esta sentencia no va a eliminar el horror sufrido por las víctimas ni las secuelas que siguen padeciendo muchas de ellas pero ayuda a que se haga justicia y, sobre todo, que ninguna mujer vuelva a pasar por lo que hemos pasado nosotras”.
“David ha vencido a Goliat, lo que es un soplo de aire fresco y un rayo de Esperanza en nuestra sociedad, por lo que tenemos que expresar nuestra profunda admiración, total respeto y gratitud a esas mujeres que han sido capaces de sobreponerse a tantos obstáculos y dificultades, además de su propio dolor, para desenmascarar a una persona influyente en la ciudad pero son esta catadura moral y profesional”, concluyen.
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