El encuentro finalizó con el resultado de uno a cero (1-0) a favor del equipo local que prepara Solskjaer. Como el global de la eliminatoria ha sido de 3-1 favorable al equipo de Nervión, por los tres goles marcados por el Sevilla en el encuentro de ida por la escuadra que dirige Unai Emery está ya en octavos de final del torneo.
El único gol de este encuentro lo marcó el jugador noruego Hestad, en el minuto 42. Con esta tanto se crecieron los noruegos y en la segunda parte intentaron incordiar al máximo y con ambición al cuadro sevillista. Pero los hombres de Emery tuvieron muchas ocasiones para marcar, porque siempre controlaron el partido. Si en el primer tiempo hubo un balón a la madera por un zapatazo de Banega, en la segunda parte, el árbitro le anuló un gol al Sevilla, marcado por Iborra, en el minuto 67. Y aunque el Molde quiso caer con honor, fue incapaz de superar la barrera de goles que les separaba para poder lograr el milagro de derribar al campeón de este torneo europeo.
MISIÓN: PASAR A LOS OCTAVOS DE FINAL
Para muchos aficionados, para un buen número de seguidores blancos, este choque europeo en la ciudad de Molde era algo así como un puro trámite después de la clara y contundente victoria del Sevilla en el partido de ida jugado en Nervión. Llegó el equipo de Emery a jugar frente al cuadro noruego con un 3-0 a su favor. Es decir: Tres goles como tres soles para dejar muy solucionado en este choque de vuelta el paso a los octavos de final de este trofeo.
Sin embargo, el técnico sevillista afrontaba este segundo round futbolero con cierta cautela. Ya se sabe que el fútbol no hay nada asegurado porque cualquier rival, en este caso el Molde, iba a luchar con todas sus fuerzas, como así fue, para poder sorprender a la escuadra de Emery y lograr la inesperada hazaña deportiva.
EL SEVILLA TIENE OPORTUNIDADES EN EL PRIMER TIEMPO, PERO MARCÓ EL MOLDE
Se palpaba en el estadio noruego la enorme calidad del Sevilla, su control y su dominio de la situación. A los pocos minutos de comenzar la primera parte, primero Konoplyanka y después Llorente, gozaron de ocasiones para marcar. Sin embargo, el cuadro de Solskjaer puso mucha voluntad, se colocó el traje de faena, y quiso, al menos, incordiar al rival para no ser arrollados por los sevillistas.
Pero fue siempre el cuadro de Nervión, con el arte y la parte que desarrollaban Reyes y Banega, los que mantuvieron siempre en alza la pelea para buscar la forma de ampliar el resultado de la ida y derribar moralmente al equipo noruego.
En los minutos 27 y 28 hubo otros dos remates de Reyes y Llorente, pero sin colocar el balón en el fondo de la portería de Horvart. En este intenso dominio del once de Emery, en el minuto 30, llegó otra acción ofensiva de los sevillistas y fue Fazio, adelantado para rematar un saque de esquina, quién pudo lograr el primer tanto. También Llorente volvió a tener otro momento de inspiración rematadora en el minuto 34, pero el balón tampoco quiso ir por el camino claro del gol.
Dentro de su humildad, de su entrega y de su constancia, el Molde intentó algunas contras e hizo sufrir en algunos momentos a los defensores del Sevilla. A los 35 minutos Svendsen tuvo la oportunidad más clara del cuadro noruego para batir a David Soria. Pero la respuesta de la escuadra de Emery fue rápida. A los 37 minutos, en una acción ofensiva un zarpazo de Banega se estrelló en la madera. El Sevilla quiso dejar bien sentado de su genio y de su figura. Pero fue el Molde quien encontró el camino del gol. A los 42 minutos, en una contra noruega, Hestad batió al guardameta sevillista al recoger un balón rechazado del defensa Fazio. El Molde lograba ese 1-0 como un premio a su constancia y a su batallar ante un Sevilla muy superior, pero que había perdonado en numerosas ocasiones ante Horvat.
La segunda parte se mostraba un tanto interesante, porque el Molde, antes de que el colegiado pitara el final del primer periodo, estuvo muy cerca del 2-0. Por fortuna para el Sevilla el balón salió por banda, muy pegadito al poste izquierdo de Soria.
EL MOLDE QUISO CAER CON HONOR ANTE EL CAMPEÓN
Con el tanto logrado en la recta final del primer tiempo, el Molde quiso quemar todas sus naves para poder llegar hasta el área de David Soria y aumentar su cuenta goleadora. Se entonó el cuadro noruego y buscó con enorme afán crear situaciones complicadas a la defensa sevillista. Se crecieron los hombres de Solskjaer. Inquietaron al máximo a un Sevilla que quiso en todo momento dominar la situación para evitar sorpresas. A los 55 minutos cambió Emery a Reyes para meter en el campo de hierba artificial a Krohn-Dehli. Pero a pesar de los deseos del Sevilla de controlar el juego en todas las zonas, el equipo local fue quien apretaba más, dentro de sus cortos recursos. Gameiro por Llorente --poco afortunado en el partido--, fue otro cambio que hizo el técnico blanco en el minuto 61. Emery intentaba con el francés dinamizar con más efectividad los contragolpes, aprovechando que el Molde no presionaba y que se dedicaba de forma exclusiva a ir en corto y por derecho hacia el área sevillista.
Pero el Sevilla, a pesar de la intensa actividad local, siempre luchó con su calidad y su control para despejar todas las dudas en el frío ambiente. En el minuto 67 de partido, el juez de la contienda, el escocés Bobby Madden, anuló un gol por fuera de juego de Iborra. El cuadro de Emery quiso en todo momento sacudirse el agobio que pretendía desarrollar el equipo noruego. Ante el inconformismo del Molde, el Sevilla tuvo que meter el acelerador, y en el minuto 86, Banega asustó al cuadro local cuando volvió a mandar otro zapatazo al área noruega. Pero cuando el balón se colocaba en la portería de Horvart fue despejado en la misma raya de gol por Flo. Estuvo muy cerca el empate. Sin embargo, fue el Molde, en el minuto 86, quien se aproximó al 2-0. Ya en la recta final, en el tiempo de prolongación en el 91, Figueiras, que en el minuto 81 había sustituido a Konoplyanka --bastante irregular en este choque copero--, gozó de una oportunidad para lograr el empate a un gol. Pero el balón fue atajado por la escuadra de Solskjaer.
Al Sevilla le valieron los tres goles que le marcó al Molde en el Sánchez Pizjuán. Al equipo noruego, esta corta y mínima victoria para el 3-1, le sirvió para caer con honor ante el campeón. La escuadra de Nervión ya está en octavos de final. Y pasito a pasito, y enmendando el juego y acertando en las ocasiones de gol, el Sevilla puede tener nuevamente el camino abierto para poder llegar de nuevo a la gran final de la Europa League. (Foto: UEFA).
FERNANDO GELÁN
* El Sevilla se enfrentará al Basilea FC en los octavos de final de la Liga Europa, según el sorteo celebrado en Nyon. El partido de ida se celebrará el 10 de marzo en Suiza y el de vuelta el 17 del mismo mes en Sevilla. La final se disputará el 18 de mayo de 2016 en el estadio St. Jakob Park de Basilea (Suiza). Como se sabe, el Sevilla es el último campeón de este torneo europeo.
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