No tuvieron tanta fortuna los demás toreros del cartel, porque, además, los toros de los Herederos del Conde de la Maza fueron muy desiguales, mansos y peligrosos. El colombiano Luis Bolívar recibió una fuerte ovación cuando llevó a cabo una valiente faena al segundo toro de su lote, saludando desde los medios. En su primero se silenció su actuación.
El sevillano Salvador Cortés no tuvo fortuna con las dos reses que le tocó en suerte. A pesar de su entrega y sus enormes ganas solamente fue ovacionado en el primero de su lote y hubo silencio al final de la faena que hizo al segundo toro, que fue el más endeble e ilidiable de la corrida.
La Plaza de Toros registró algo más de media entrada en tarde soleada y agradable.
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