* Además de inadmitir hoy una pregunta oral sobre la marcha, sin avisar y sin resolución, el gobierno lleva sin responder 237 preguntas escritas formuladas por el PSOE (siete de cada diez) y ninguna de las áreas de la propia Minerva Salas, lo que supone un desprecio y un atropello hacia el ejercicio de la labor democrática de la oposición.
El Grupo Municipal Socialista ha pedido hoy a José Luis Sanz que cese a Minerva Salas como presidenta de la Comisión Especial de Control y Fiscalización al Gobierno Local tras implantar una doble censura: la primera, en las preguntas orales que eleva el PSOE sobre la gestión del equipo de gobierno, y la segunda, en las preguntas que debe responder por escrito, de las que acumula 237 sin responder –siete de cada diez de las que se han formulado– y ninguna de las áreas que le competen: la de Cultura y Deportes. «Ante semejante censura y la manifiesta incompetencia de Minerva Salas para atender su obligación de responder al derecho que tenemos como oposición de cuestionar la labor de gobierno, pedimos a Sanz que la cese y pediremos, asimismo, su reprobación en el Pleno del Ayuntamiento de Sevilla después de haber impedido la labor democrática de la oposición a la hora de fiscalizar la gestión del gobierno», ha anunciado la portavoz adjunta del PSOE municipal, Sonia Gaya.
La gota que ha colmado el vaso ha sido la decisión de Minerva Salas, como presidenta de la Comisión Especial de Control y Fiscalización al Gobierno, de inadmitir hoy mismo una pregunta oral –relacionada con los agentes cívicos y la pasada Semana Santa– justo en el momento en el que debía iniciarse su exposición. Esta pregunta estaba registrada hace una semana y se había ratificado hasta en dos ocasiones en el orden del día, que, a su vez, contaba con el visto bueno de Minerva Salas. Para inadmitir una pregunta oral, se ha de comunicar previamente y mediante resolución, y la propia Minerva Salas ha reconocido que no la tenía, que se la estaban elaborando a posteriori.
«¿Qué temía el gobierno municipal al responder a esa pregunta oral? ¿El desvío de agentes cívicos, pagados con dinero público, hacia labores que no son propias? ¿La utilización de despachos oficiales del Ayuntamiento para instalar cocinas improvisadas para sus catering de sus palcos en la Semana Santa? ¿Las deficiencias detectadas durante la Semana Santa?», se ha preguntado Sonia Gaya.
Ante esta censura que contraviene el reglamento municipal –Salas ha argumentado que había cuestiones de distintas áreas y tenían que comparecer distintos delegados, cuando si esto ocurre la respuesta se asigna a uno solo, como ha ocurrido hoy mismo en varias preguntas, o al portavoz del gobierno local, Juan Bueno, como ha ocurrido en varias ocasiones–, el Grupo Municipal Socialista ha retirado la última de las preguntas que había elevado ante la Comisión Especial de Control y Fiscalización al Gobierno y una moción sobre neutralidad climática y, además, sus concejales y concejalas han abandonado la sesión al ver violentados sus derechos democráticos. «El gobierno municipal se ha quedado solo con VOX, su socio natural, puesto que Unidas Podemos se ha marchado también», ha relatado Sonia Gaya.
Llueve sobre mojado puesto que el gobierno municipal tiene 15 días para responder a las preguntas escritas que se le remiten por la oposición –la propia Minerva Salas ha leído el punto del reglamento– y lleva ya 237 sin responder, siete de cada diez formuladas, muchas de las cuales incluso proceden de julio pasado. De hecho, el Grupo Municipal Socialista llevaba hoy una pregunta oral sobre las obras que anunció Sanz en el Teatro Lope de Vega, ningunas se las cuales se ha ejecutado y ni tan siquiera licitado, dado que la propia Minerva Salas no había respondido a varias de las que se le habían formulado por escrito.
«Por esta manifiesta incompetencia como presidenta de la Comisión Especial de Control y Fiscalización al Gobierno y la censura que pretende implantar a la labor de la oposición, no sólo pedimos a José Luis Sanz que la cese en ese órgano, sino que pediremos al Pleno del Ayuntamiento de Sevilla su reprobación. Este tipo de actitudes de desprecio a la oposición y a la propia democracia no se pueden tolerar. Con su forma de proceder, Sanz y el PP tratan de patrimonializar la institución del Ayuntamiento de Sevilla considerando que este es su cortijo», ha concluido Sonia Gaya.
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