FICHA DE LA CORRIDA
Plaza de Toros de la Real Maestranza
PRIMERA CORRIDA DE ABONO.
Domingo 4 de abril de 2010. Domingo de Resurrección.
Los diestros Morante de La Puebla y José Mari Manzanares han sido los protagonistas de la tradicional corrida del Domingo de Resurrección en Sevilla. Los dos matadores cortaron una oreja tras faenas que agradaron y que entusiasmaron al público. Morante desarrolló en el cuarto un toreo exquisito con capote y muleta, sacando a relucir su mejor arte ante un buen toro de Daniel Ruiz. Manzanares también toreó con empaque al quinto.
Se lidiaron toros de Daniel Ruiz, el primero sobrero del mismo hierro, de juego desigual. Los tres primeros fueron nobles pero flojos, cuarto y quinto fueron buenos y el sexto fue más deslucido.
Morante de la Puebla, silencio y oreja.
José Mari Manzanares, silencio y oreja.
Miguel Ángel Perera, silencio y palmas.
La plaza registró lleno de 'no hay billetes'.
Saludó en banderillas Joselito Gutiérrez.
Presidió el festejo como presidente de plaza Francisco teja, con los asesores Luís Vázquez Muñoz y Manuel Luque.
Crónica del periodista Fernando Gelán
¿Dónde estás “Rejonero? Era el cuarto toro de la tarde, soleada, bulliciosa, alegre y luminosa. No cabía un alfiler. La primera parte de la corrida fue para olvidar, que tuvo, además, el papelón de un toro malo y ganso que fue devuelto a los corrales. “Artesano”, que era el nombre del morlaco de Daniel Ruiz se asustó de ver a Morante y se cayó. Tampoco Manzanares pudo hacer buen papel ante “Miedoso” y Miguel Ángel Perera se contagió con “Travieso” de sus compañeros.
Así, pues, a esperar la segunda parte del festejo. Y saltó al ruedo “Rojonero”. Se fue Morante con la capa para el toro y realizó unos lances para pintarlo en un cuadro del mismo Goya. ¡Vaya tela marinera! Que vengan los desaboríos catalanes a impedir esta magna lección de arte. Se entonó el de La Puebla y aquello calentó el ambiente al ciento por ciento. Los tendidos y las gradas a revienta calderas. Todos en pie piropeando al torero. El delirio.
Luego, con la muleta, siguió la lección de tauromaquia. Pura exquisitez para los elegidos que este día estábamos en la Maestranza. El toro de Daniel Ruiz fue, además, res adecuada para la revolución del de La Puebla. Extraordinarios lances, medidos, ajustados, puro aroma de buen romero sevillano. Lástima que la estocada no fuera del todo fina, pero allí había que explotar. Petición de orejas, aunque Francisco Teja solamente concedió una. Pero un apéndice que supo tanto a Morantea gloria bendita y que reforzó aún más esa serena y apoteósica vuelta al ruedo, con manojo de verde romero, que te quiero verde, en las manos toreras del artista.
También José Mari Manzanares tuvo una acertada faena en el quinto de la tarde. No hay quinto malo. Y “Rabanito”, el morlaco de Daniel Ruiz, acompañó al espada, que sacó petróleo de este adecuado y asequible bicho. Fue ajustada la faena de Manzanares con el capote, pero con la muleta ofreció toda una exhibición de dominio y valor, con chispas de arte y de duende. No quería Manzanares que Morante se lo llevara esta tarde que tan mal comenzó con “Artesano”.
Mazanares se estiró bien con la muleta. Midió los terrenos y todo cuanto hizo fue magistral. Otra oreja en esta tarde que abría la temporada en el coso del Baratillo.
No culminó Miguel Ángel Perera el buen desarrollo taurino de esta segunda parte de la corrida. “Feminista”, último toro de Ruiz en la plaza, no fue rival adecuado para el Badajoz, que quiso pelear hasta a las bravas con el animal, buscando en todo momento dominar la situación y ofrecer una lucida faena. Se quedó Perera muy cortito en el tercio de capa y hubo ya mucha frialdad para que la tarde la pudiera rematar con brillantez deseada. Mató de buena estocada y escuchó esas palmas de gratitud al esfuerzo y de la esperanza. Aún le quedan dos tardes más en el ciclo de Feria.
Morante de la Puebla, silencio y oreja.
José Mari Manzanares, silencio y oreja.
Miguel Ángel Perera, silencio y palmas.
La plaza registró lleno de 'no hay billetes'.
Saludó en banderillas Joselito Gutiérrez.
Presidió el festejo como presidente de plaza Francisco teja, con los asesores Luís Vázquez Muñoz y Manuel Luque.
Crónica del periodista Fernando Gelán
¿Dónde estás “Rejonero? Era el cuarto toro de la tarde, soleada, bulliciosa, alegre y luminosa. No cabía un alfiler. La primera parte de la corrida fue para olvidar, que tuvo, además, el papelón de un toro malo y ganso que fue devuelto a los corrales. “Artesano”, que era el nombre del morlaco de Daniel Ruiz se asustó de ver a Morante y se cayó. Tampoco Manzanares pudo hacer buen papel ante “Miedoso” y Miguel Ángel Perera se contagió con “Travieso” de sus compañeros.
Así, pues, a esperar la segunda parte del festejo. Y saltó al ruedo “Rojonero”. Se fue Morante con la capa para el toro y realizó unos lances para pintarlo en un cuadro del mismo Goya. ¡Vaya tela marinera! Que vengan los desaboríos catalanes a impedir esta magna lección de arte. Se entonó el de La Puebla y aquello calentó el ambiente al ciento por ciento. Los tendidos y las gradas a revienta calderas. Todos en pie piropeando al torero. El delirio.
Luego, con la muleta, siguió la lección de tauromaquia. Pura exquisitez para los elegidos que este día estábamos en la Maestranza. El toro de Daniel Ruiz fue, además, res adecuada para la revolución del de La Puebla. Extraordinarios lances, medidos, ajustados, puro aroma de buen romero sevillano. Lástima que la estocada no fuera del todo fina, pero allí había que explotar. Petición de orejas, aunque Francisco Teja solamente concedió una. Pero un apéndice que supo tanto a Morantea gloria bendita y que reforzó aún más esa serena y apoteósica vuelta al ruedo, con manojo de verde romero, que te quiero verde, en las manos toreras del artista.
También José Mari Manzanares tuvo una acertada faena en el quinto de la tarde. No hay quinto malo. Y “Rabanito”, el morlaco de Daniel Ruiz, acompañó al espada, que sacó petróleo de este adecuado y asequible bicho. Fue ajustada la faena de Manzanares con el capote, pero con la muleta ofreció toda una exhibición de dominio y valor, con chispas de arte y de duende. No quería Manzanares que Morante se lo llevara esta tarde que tan mal comenzó con “Artesano”.
Mazanares se estiró bien con la muleta. Midió los terrenos y todo cuanto hizo fue magistral. Otra oreja en esta tarde que abría la temporada en el coso del Baratillo.
No culminó Miguel Ángel Perera el buen desarrollo taurino de esta segunda parte de la corrida. “Feminista”, último toro de Ruiz en la plaza, no fue rival adecuado para el Badajoz, que quiso pelear hasta a las bravas con el animal, buscando en todo momento dominar la situación y ofrecer una lucida faena. Se quedó Perera muy cortito en el tercio de capa y hubo ya mucha frialdad para que la tarde la pudiera rematar con brillantez deseada. Mató de buena estocada y escuchó esas palmas de gratitud al esfuerzo y de la esperanza. Aún le quedan dos tardes más en el ciclo de Feria.
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