miércoles, 14 de abril de 2010

TOROS EN SEVILLA.- Antonio Barrera recibió grandes ovaciones de ánimo por el fallecimiento de su padre

TOROS EN SEVILLA.- La Maestranza guardó silencio y dedicó una cerrada ovación a Antonio Barrera, por el fallecimiento de su padre
Plaza de Toros de la Real Maestranza. Séptimo festejo de abono. Miércoles 14 de abril de 2010.

FICHA DE LA CORRIDA:


Se lidiaron cinco toros de El Torreón, con escasas fuerzas, huidizos, sin raza, mansos y peligrosos, y uno del Conde de la Maza, el cuarto de la tarde, marrajo y complicado, que sustituyó a “Trajeazul”, que se partió el cuerno derecho al chocar violentamente con el burladero.
* Antonio Barrera, saludos y silencio.
* Luis Bolívar, saludos y silencio.
* Salvador Cortés, saludos y silencio.
Saludó en banderillas Luis Mariscal, tras colocar dos pares excelentes.
Cerca de tres cuartos de entrada, en tarde con lluvia en los últimos toros.
Presidió el festejo Anabel Moreno; con María Victoria García-Miña, como asesora veterinaria; y Antonio Martínez “Finito de Triana”, como asesor artístico.

Crónica del periodista Fernando Gelán

Lo más destacado de este festejo fue, sin duda alguna, la emotiva y prolongada ovación de ánimo que todo el público de la Plaza sevillana le dedicó a Antonio Barrera, por el reciente fallecimiento de su padre, José Manuel Barrera, que será enterrado en la mañana de este jueves. El torero sevillano saltó a los medios para agradecer estas muestras de afecto y cariño. Asimismo se guardó un minuto de silencio, al final del paseíllo de los matadores, cuando se detuvieron en el albero maestrante ante el palco presidencial.
Pero la tarde-noche en el Coso del Baratillo no fue buena. Para colmo hubo que utilizar paraguas y chubasqueros porque en determinados momentos de la lidia llovió con cierta intensidad. En fin: Todo pasado por agua y con desánimo, porque los toros de El Torreón, como el sobrero del Conde de la Maza, no ofrecieron el juego deseado por los animosos toreros.
Fue emocionante contemplar a Antonio Barrera ir hasta el centro de la plaza, mirar al cielo y brindarle la muerte de su primer toro “Pedazito”, a su padre muerto en Mairena del Aljarafe y que recibirá cristiana sepultura este jueves. Nuevamente la ovación fue intensa y profunda.
Pero “Pedazito” no era un morlaco boyante. El torero sevillano lo intentó por activa y por pasiva. Pero la lucha fue tan desigual que Barrera estuvo incluso por encima de la calidad del mal toro de El Torreón. Los aficionados premiaron la buena voluntad del matador haciéndole salir a saludar a los medios. Poco más pudo hacer en su segundo, llamado “Hurtón”, que había salido en sustitución de “Trajeazul”, que se partió un pitón al chocar fuertemente contra la barrera de burladero donde estaba agazapado un subalterno. Pero Barrera no pudo hacer nada con el del Conde de la Maza, que fue una res sin casta, sin raza y manso de solemnidad, además de peligrosa.
Tampoco estuvo boyante la tarde-noche para Luís Bolívar, aunque le tocó en suerte uno de los toros más manejables del festejo. Prometió en varios lances, dominando bien la situación y la música sonó un rato en su honor. Pero pronto se acabó la chispa y en esta ocasión el toro estuvo por encima del de Cali. En su segundo toro, Luis Bolívar tampoco pudo desarrollar una faena adecuada para poder superar las malas circunstancias adversas de la jornada. Hizo una rápida faena de aliño y acabó con el mal bicho por la vía más rápida. Al menos fue breve.
Había mucha expectación por la nueva presencia de Salvador Cortés en la Real Maestranza. Pero nuestro gozo en un pozo. Animoso el de Mairena del Alcor se fue a portagayola para recibir a su primero –“Genecillo”--, e intentó dar algunas verónicas, pero muy desiguales. También fue muy irregular su faena de muleta, aunque logró dar algunos derechazos de calidad. Mató de forma fulminante y fue premiado con fuerte ovación, saludando desde los medios. En su segundo toro, --sexto de la fracasada y desastrosa tarde-noche de lluvia y centellas--, Salvador Cortés brindó la muerte del astado a Antonio Barrera, que salió al ruedo a abrazar al de Mairena. El sevillano también recibió a portagayola a “Barbaza”, ejecutando con el capote una buena serie de verónicas y adornos pintureros. Pero ahí acabó la esperada remontada de Salvador Cortés. El toro no acudía a las llamadas del espada y se fue apagando los ánimos como se van consumiendo las llamas de las velas. Otra nueva decepción por el ganado de El Torreón y el sobrero del Conde de la Maza, que acabó irritando al respetable. Y lo peor de la jornada fue que al salir empezó a llover con fuerza para que todo quedara aún más pasado por agua.

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